Pokémon
El último misterio de Pokémon Amarillo: el diploma de la Pokédex y su guiño oculto a Mew
Completar la Pokédex de Pokémon Amarillo revelaba un secreto singular: la existencia de Mew como el último Pokémon por capturar.

Completar la Pokédex siempre ha sido un gran desafío dentro de los juegos de la saga Pokémon, pero en Pokémon Amarillo, uno de los títulos de la Primera Generación, hacerlo traía una sorpresa inesperada. Los jugadores que lograban registrar a las 150 especies disponibles recibían un diploma especial que podía imprimirse gracias a Game Boy Printer. Sin embargo, lo que más llamaba la atención no era el reconocimiento en sí, sino un pequeño detalle en la imagen del diploma: la presencia de Mew, el Pokémon 151, que no se podía obtener mediante métodos convencionales y cuya distribución oficial quedaba restringida a eventos presenciales. ¿Era una simple curiosidad o quizá una pista de que había un secreto más por descubrir?
Completar la Pokédex e imprimirla en Pokémon Amarillo revelaba un último secreto: Mew
En Pokémon Amarillo, completar la Pokédex era un reto considerable, pero no imposible. Gracias a los intercambios vía Cable Link con las ediciones Azul y Roja, los jugadores podían obtener a las 150 especies disponibles en el juego, lo que les permitía recibir un reconocimiento especial. Al acudir a la Mansión Azulona, en Ciudad Azulona, un empleado de Game Freak felicitaba a los entrenadores por su hazaña y otorgaba un diploma dentro del propio juego, como prueba de su logro. Sin embargo, este diploma solo mostraba un mensaje de texto en pantalla, sin ningún detalle adicional que llamara la atención.

No obstante, quienes decidían ir más allá y usar una Game Boy Printer para imprimir el diploma para tener un recuerdo físico de su proeza, se llevaban una inesperada sorpresa. En la versión impresa, se revelaba que el diploma mostrado en el juego en realidad tenía dos mitades: en la parte superior, el texto de felicitación; y en la inferior, aparecía una ilustración especial en la que Pikachu sujetaba un trofeo… y en el fondo se podía ver a Mew, el esquivo Pokémon Singular.
Esto era muy llamativo, porque Mew, como el Pokémon número 151, no formaba parte del desafío estándar de completar la Pokédex, por lo que el diploma se podía conseguir obteniendo a todas las criaturas desde la número 1 a la 150. Dado que no había forma de obtener a Mew en condiciones normales, su mera presencia en el diploma completo e impreso era muy interesante, ya que podía interpretarse como un guiño de los desarrolladores, sugiriendo a los jugadores que había un Pokémon más por atrapar.

Oficialmente, Mew solo se podía obtener mediante eventos presenciales organizados por Nintendo y Game Freak, donde los jugadores podían recibirlo vía distribución en máquinas dedicadas para ello o desde cartuchos específicos creados para el evento. En ambos casos, el aliciente de asistir a estos acontecimientos era que uno de los organizadores enviase un ejemplar de este Pokémon directamente a nuestra partida en nuestro propio cartucho.
Sin embargo, a principios de los 2000, la comunidad descubrió que existían glitches dentro del juego que permitían forzar su aparición como Pokémon salvaje, desafiando las reglas impuestas por los desarrolladores. Esto confirmaba que, aunque Mew no era accesible de forma convencional, sí estaba incluido y programado en los cartuchos como las otras 150 criaturas, lo que dio pie a infinidad de rumores sobre otras formas secretas de conseguirlo.
Detalles como este fueron una parte fundamental del enorme éxito de los primeros juegos de Pokémon, que por sí solos consiguieron revitalizar las ventas de Game Boy cuando llevaba prácticamente diez años en el mercado. La presencia de Mew en el diploma impreso de Pokémon Amarillo alimentó toda clase de teorías y especulaciones sobre su obtención, así como sobre la posible presencia de otros secretos adicionales en estos juegos. En una época en la que el uso de internet no estaba tan extendido como hoy día, no se podía contrastar la información con tanta sencillez, por lo que este tipo de secretos alimentaban todo tipo de acalorados debates entre fans y reforzaban la ilusión de que el mundo de Pokémon albergaba muchos misterios por revelar.
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