El anime que salvó a esta actriz de morirse de hambre y la catapultó al estrellato

Comenzar a dar los primeros pasos y llegar lejos en la industria del cine, la televisión y prácticamente cualquier ámbito artístico no siempre es un camino de rosas. Sin ir más lejos, un actor tan conocido y multimillonario como Sylvester Stallone se vio obligado a rodar una película porno por apenas 200 dólares cuando dormía en la calle. Algo parecido, aunque sin llegar a tales extremos, es lo que le sucedió a la actriz japonesa Aoi Koga, cuyo sueño se vio cumplido gracias al anime ‘Kaguya-sama: Love is War’.

Con solo 31 años, la joven nacida en Kyūshū, Japón puede presumir de haber puesto su voz al servicio de videojuegos como Gensin Impact y Dead or Alive Xtreme Venus Vacation, además de obras televisivas tan aclamadas como ‘Kimetsu no Yaiba’ y ’JoJo’s Bizarre Adventure: Diamond is Unbreakable‘, entre otras. Pero el anime que realmente la catapultó al éxito y le permitió superar una adolescencia difícil fue ‘Kaguya-sama: Love is War’.

Aoi Koga creció disfrutando de animes como ‘Pokémon’ y ‘One Piece’, obras que le hicieron tener claro que quería ganarse la vida como actriz de doblaje de anime. Sin embargo, un entorno en el que el anime en sí mismo se percibía como algo infantil dio lugar a que reprimiese sus ganas de dar el paso durante varios años. Curiosamente, en las últimas etapas de secundaria, le comentó a una profesora que le gustaría dedicarse a la radio, una verdad a medias —por no decir mentira— con la que intentar hacer incursión en el mundillo sin levantar las sospechas de sus familiares, quienes no dudaron en apoyarla. Eso sí, desconocían el verdadero objetivo de Aoi.

En 2014 logró ser admitida por 81 Produce, una potente empresa de representación de seiyū, que es como se conoce en Japón a los actores y actrices de doblaje. Se mudó a Tokio con la intención de seguir formándose, pero las cosas no resultaron nada fáciles para una joven que tuvo que enfrentarse a un cambio de vida radical, marcado por una situación económica muy comprometida. Encadenó una serie de trabajos discretos y durante un tiempo se alimentó exclusivamente a base de arroz. Una mala racha que se alargó demasiado en el tiempo, aunque todo cambió drásticamente en 2018, cuando Aoie apenas acababa de cumplir 25 años y el anime ‘Kaguya-sama: Love is War’ se cruzó en su vida.

Su trabajo en ‘Kaguya-sama: Love is War’ la catapultó al estrellato, permitiéndole mejorar sustancialmente sus contratos futuros e incluso alzándose con el premio a la mejor protagonista femenina de anime en los Seiyū Awards de Japón. Ahora, a sus 31 años, puede gritarle al mundo —y a los que ridiculizaban su sueño— de ganarse la vida haciendo lo que más le gusta y de haber participado en algunos de los videojuegos y animes más aclamados de la última década.

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