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When Ski Lifts Go Wrong

When Ski Lifts Go Wrong

Vamos a esquiar (sale mal)

When Ski Lifts Go Wrong, análisis PC: Construir la pista de tus sueños

When Ski Lifts Go Wrong es un divertido builder basado en una estación de esquí. Carne de memes y gameplays, garantiza construcciones imposibles y batacazos desternillantes.

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La información sobre videojuegos, en tanto que periodismo especializado, se rige por una serie de criterios de noticiabilidad. Desde autores pioneros como Carl Warren (1979) hasta publicaciones más recientes como la de Stella Martini (2000), todos los teóricos coinciden en señalar aspectos como la notoriedad o la proximidad, entre otros. Criterios vigentes en el periodismo de videojuegos, como demuestra la atención a los triple A más potentes en el primer caso o a los títulos españoles en el segundo. No obstante, la irrupción de internet y las redes sociales añadió otros requisitos para que un tema adquiera la consideración de noticia. El más relevante es el de la viralidad, vinculado con los asuntos difundidos de forma masiva -o con potencial para ello- en el espacio online. Es por eso por lo que títulos como When Ski Lifts Go Wrong, la obra que nos atañe, han pasado de las webs de minijuegos flash a protagonizar análisis como este y hacerse un hueco en las principales plataformas de juego. Su combinación de humor absurdo y libertad creativa es garantía de retuits, likes y, sobre todo, muchas risas. Es, en suma, un juego viral concebido para el let’s play, tan divertido de jugar como de ver.

Vamos a esquiar (sale mal)

When Ski Lifts Go Wrong es un builder desarrollado por Hugecalf Studios y publicado por Curve Digital. En la línea de Bridge Constructor y Poly Bridge, pioneros y referentes del género, este título parte de los puzles basados en físicas para edificar estructuras con las que salvar todo tipo de obstáculos y librar a los personajes de un destino tan aciago para ellos como hilarante para el dueño del mando. En el mejor de los casos, la construcción será un éxito y ayudará a que los NPC lleguen a su destino. En el “peor”, los cimientos se desmoronarán y habrá una catástrofe desternillante. Una premisa sencilla, divertida y universal -todos hemos jugado a las construcciones-, pero de complejidad y posibilidades infinitas, sobre todo por los editores y las comunidades que se crean en torno al juego.

Conscientes de que su obra necesita cierto componente de originalidad e innovación para generar una comunidad y triunfar en redes, en Hugecalf han tratado de aportar novedades a la fórmula. En concreto, una ambientación basada en una estación de esquí en la que habrá que velar para que los deportistas lleguen sanos y salvos al final del trayecto. ¿Será eso suficiente para diferenciarse del resto de builders y ofrecer una experiencia refrescante? Precisamente, a eso trataremos de responder en las siguientes líneas.

Los usuarios de Nintendo Switch y PC encontrarán un título accesible y divertido desde el primer minuto de juego. Un pasatiempo desenfadado con el que sobrellevar la rutina, ideal para partidas rápidas -por lo que la portabilidad de la híbrida es un gran aliciente-. When Ski Lifts Go Wrong huye de la simulación tediosa y de la precisión quirúrgica; su apuesta es por la creatividad y lo alocado, aunque sin renunciar a cierta profundidad.

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Un builder para todos

El único requisito para superar los más de 50 niveles de la campaña es que la construcción sea funcional y cumpla con el objetivo de transportar a los usuarios -aunque ni siquiera eso es imprescindible para echarse unas risas-. El abanico de estructuras a construir es amplio y cuenta con los típicos telesillas con los que saltar a la pista de esquí y los clásicos teleféricos con los que cubrir largas distancias o superar acantilados, amén de materiales más básicos como rampas y poleas. Hugecalf invierte sus completos tutoriales -con textos en castellano- en educar al jugador para que interiorice todo lo necesario sobre, por ejemplo, las cuerdas de las que pende la vida de los vulnerables esquiadores. Y lo cierto es que lo hace verdaderamente bien.

La curva de dificultad es uno de los grandes méritos de este indie. When Ski Lifts Go Wrong se asegura de que el usuario experimente con cada vez más circunstancias y materiales distintos. Una variedad que, además, refuerza a este indie como juego de puzles ameno al que dedicarle muchas horas. Las fases iniciales transcurren en pistas sencillas, con pequeñas ascensiones y sin apenas escollos naturales, pero no tardaremos en quebrarnos la cabeza con niveles más avanzados en los que se nos enfrenta a rocas afiladas, cumbres inalcanzables y abismos temibles. A mayor hostilidad del terreno, empero, When Ski Lifts Go Wrong compensa los obstáculos obsequiándonos con elementos nuevos y más sólidos, por lo que ni siquiera la ladera más pronunciada representa una barrera insuperable. Hugecalf nunca es excesivamente punitivo y su simulador de construcciones, pese a contar con tantos componentes, jamás peca de complejo. Y eso, en un título que concede tanta importancia al desenfado y al buen humor, es crucial.

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When Ski Lifts Go Wrong es una obra junto a la que crecer, ideal para descubrir el género, aprender todos sus entresijos y acabar construyendo auténticos monumentos. Partiendo de la lógica del ensayo y error constante, sabiendo que veremos cómo nuestro telesilla se estrella una y otra vez al principio, pronto mejoraremos lo suficiente como para disfrutar de todo lo que ofrece el juego, que no es poco. Y si el párrafo anterior evidencia que este indie sabe cómo introducir con mimo todas sus posibilidades, los siguientes demuestran que también es capaz de ofrecer desafíos que prolonguen su vida útil. Pensamos en los objetivos opcionales, requisitos que deleitarán a los constructores más prolijos. Como ya hemos dicho antes, el cometido principal y más importante en este cómico simulador es que los esquiadores lleguen a buen puerto sin un rasguño. Pero When Ski Lifts Go Wrong es mucho más que eso.

Una vez dominados los cimientos del juego -nunca mejor dicho-, es posible cumplir ciertos requisitos adicionales que incrementan la dificultad al gusto del jugador. Por ejemplo, lograr que los clientes reúnan las medallas ubicadas en puntos recónditos del nivel, un auténtico reto en ciertas fases. Otro objetivo que ejemplifica como este indie contempla cierta dificultad es el que obliga a ajustarse a un presupuesto limitado, algo muy complicado cuando uno quiere garantizar que todo sale bien. Nunca hay pilares suficientes, ni siquiera para el más rácano de los ahorradores. Es en esos momentos en los que hay que demostrar para qué han servido los tutoriales y niveles anteriores, cuando brilla la inventiva y uno aprovecha al máximo la libertad que concede el estudio para solventar sus puzles. Si por algo destaca When Ski Lifts Go Wrong es por su capacidad para divertir a cualquiera que lo cate, sea cual sea su habilidad a los mandos, y no cortarle las alas al afrontar cada pantalla. Justo la razón por la que el editor y la comunidad online, ejemplos de todo lo que se puede hacer con las herramientas del juego, son los principales atractivos de un When Ski Lifts Go Wrong.

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El editor y la comunidad online, puntos fuertes

Ha pasado con todos los juegos del género de las construcciones: ni siquiera la mejor campaña es comparable a la diversión y libertad que proporciona su modo de edición. La obra de Hugecalf no es una excepción y gana muchos enteros cuando somos nosotros los que, en base a lo aprendido, dejamos volar nuestra imaginación. Y puede que a algún esquiador desafortunado. El editor de When Ski Lifts Go Wrong es bastante completo, pues posibilita crear nuestros propios niveles desde cero para probar las locuras más desternillantes, así como editar fases ya existentes para modificarlas a voluntad. Unos trabajos que podremos compartir con el resto de la comunidad para arrancarles una sonrisa -o quizá algún que otro impromerio-.

Esa es otra bondad de When Ski Lifts Go Wrong, la opción de probar niveles aleatorios hechos por otros miembros de una comunidad bastante activa y que extenderán la vida de este indie, como mínimo, hasta el pico de la más alta montaña. Además de subir fases propias y desquiciarse con las ajenas, también se puede compartir y visualizar vídeos con todo tipo de situaciones. El trabajo de Hugecalf no es solo carne de YouTube gracias a lo desternillante de su propuesta, sino que también incluye su propio servicio de vídeo bajo demanda exclusivamente centrado en su obra. Con la imaginación suficiente y todas las herramientas que otorga, When Ski Lifts Go Wrong se reivindica como un juego infinito y repleto de posibilidades.

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La eficacia del low-poly

En lo audiovisual, When Ski Lifts Go Wrong también sigue la estela de obras como Poly Bridge y similares, apostando con firmeza por un low-poly que siempre cumple. Uno nunca se aburre de sus laderas cubiertas de nieve o de los bosques que abrazan las faldas de los montes. Este es un juego muy agradable a la vista, pero también al oído. Con tonos eminentemente calmados y efectos sonoros muy bien empleados, pasar un tiempo cimentando construcciones resulta relajante y agradable.

Conclusión

When Ski Lifts Go Wrong es un builder muy sólido, completo y divertido. Cuenta con una ingente cantidad de elementos y materiales con los que aprovechar nuestra inventiva para edificar auténticas locuras. Hugecalf sabe cómo introducir todas esas opciones para que el juego nunca resulte espeso, mas tampoco olvida a los jugadores más avezados e incluye desafíos opcionales bastante retantes. Una vez dominada la campaña, basada en el siempre efectivo ensayo y error, las posibilidades que ofrece el editor para crear niveles propios o disfrutar de los diseñados por otros son infinitas. El único óbice, lo que condiciona nuestra valoración de este título y le impide consolidarse como un auténtico referente de su género, es la falta de innovaciones significativas. Sus mayores bazas, la ambientación nevada y los deportes de invierno como garantes de batacazos, se nos antojan insuficientes, una simple fachada que no aporta demasiado. Sin embargo, esa falta de originalidad no impide que sea una propuesta más que correcta para iniciarse en el género y divertirse con su activa comunidad.

Lo mejor

  • Un builder para todos, que enseña las bases del género y propone buenos desafíos
  • Una buena campaña con bastantes puzles de físicas muy acertados
  • Un editor y una comunidad online que lo convierten en un juego infinito

Lo peor

  • Poco original, no aporta demasiado al género más allá de la ambientación invernal
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.