Warrior Kings (PC)
Estrategia 3D en tiempo real en un entorno de fantasía medieval.
Wesobis. Ejércitos inmensos cubren las colinas. Los arqueros preparan sus arcos, mientras la infantería va avanzando en perfecta formación. La caballería se prepara para atacar por los flancos en la clásica maniobra envolvente. El ejército contrario, en desventaja numérica, está decidido a luchar hasta el último hombre por esa posición. Las primeras flechas surcan el cielo y se cuentan las primeras bajas de esta batalla. Las infanterías de los dos bandos ya están muy cerca y el suelo retumba con el galope de la caballería, cargando contra el flanco derecho del enemigo. El choque de las espadas es terrible, pero aún es más aterradora la carga de los enormes caballos de guerra mientras sus jinetes siembran el campo de cadáveres.
Pocos minutos después, el único sonido que se oye es el lamento de los moribundos y los gritos de victoria de los vencedores. Han conquistado esta posición, pero las pérdidas han sido cuantiosas. Esperan poder recuperarse antes de que el enemigo pueda montar un contraataque. Han pasado 500 años desde la batalla de Wesobis, cuando el Rey Adam fue derrotado. El Imperio del Dios Único ha completado su cruzada sagrada y ha unido los diferentes reinos y tribus de Orbis central bajo el mando de una autoridad civil y otra religiosa; el Protector Sagrado, el comandante de los ejércitos y el Pontífice Supremo, regente espiritual del Imperio. Durante siglos, el Protector Sagrado ha mantenido a los bárbaros y paganos fuera del Orbis exterior y el Pontífice Supremo se ha asegurado de que el "Verdadero Camino del Dios Único" haya prevalecido por todo el Imperio. Tensiones y luchas políticas internas han sacudido el imperio de cuando en cuando.
Además, el Protector y el Pontífice han tenido sus luchas de poder, por no mencionar una rebelión o dos en ciertas provincias que han intentado recuperar su independencia nacional. Pero hablando en términos generales, el Imperio se ha beneficiado de un largo período de paz y estabilidad. Pero todo eso ha cambiado. Hace algunos años, cuando el antiguo Pontífice murió. Los Grandes Cardenales se reunieron para elegir al nuevo, como siempre ha sido la costumbre. Sin embargo, esta vez los Cardenales han hecho una elección inesperada. Icthyus Granitas, un cardenal de reputación algo oscura, ha sido elegido como Pontífice Supremo. Han surgido rumores sobre su pasado, pero nada se ha podido probar.
Desde su elección, el poder y la riqueza se han centralizado en la Ciudad del Dios Único, Telemagna, y el Imperio como un todo ha entrado en decadencia. El Protector Sagrado, Karlem Agnus, una vez un poderoso y fuerte guerrero, parece estar más interesado en los asuntos del cuerpo, más que en los asuntos de estado y sigue ciegamente las órdenes del nuevo Pontífice, no importa lo absurdas que parezcan a los ojos del Ejército o de la Asamblea de Jueces.
Los ciudadanos murmuran sobre oscuras reuniones en el Palacio del Pontífice, para sacrificar la civilización en el altar de la ambición. Aquellos Grandes Cardenales que osan poner objeciones al poder del Pontífice desaparecen o cambian de opinión de un día para otro. Otros son reemplazados por peleles de su elección. Nobles que se oponen a él son arrestados y encarcelados bajo acusaciones de traición y herejía o son exiliados o ejecutados. La gente vive en el miedo y el desasosiego y el asesinato de jueces y capitanes es un hecho cotidiano. El Ejército ha dejado de proteger las fronteras del Imperio para eliminar a los enemigos interiores. Las provincias exteriores del Imperio han sido abandonadas por sus guarniciones para proteger a las más ricas y poderosas del interior, con consecuencias desastrosas: los bárbaros y bandidos saquean casi a voluntad. Extrañas criaturas han sido vistas, destruyendo y quemando. Lo que es peor: se rumorea que algunas de estas incursiones no provienen del exterior del Imperio. El descontento aumenta y la aristocracia se ha dirigido a uno de los más respetados miembros del Senado para que actúe como su líder, el Duque de Cravant, el heredero del mismísimo Rey Adam. Pero esto sólo sirve para darle al Pontífice un blanco claro y hace que uno de sus hombres de confianza, conocido sólo por "el Obispo", mate al Duque y a toda su familia por falsos cargos de traición. ¿Toda su familia? Eso cree...
Este es el argumento de Warrior Kings, el primer juego de Black Cactus, una compañía fundada en Enero del 99 y establecida en Morden, al Sur de Londres. Warrior Kings es un juego de estrategia en tiempo real en 3D, con unos gráficos impresionantes a tenor de lo visto en las imágenes que os ofrecemos. Ambientado en un mundo medieval fantástico, el juego nos ofrece manejar gigantescos ejércitos y administrar la economía del reino. Pero veámoslo en detalle...
A primera vista, Warrior Kings podría recordarnos a Shogun: Total War, pero Black Cactus ha hecho sus deberes y ha conseguido un juego totalmente diferente. En primer lugar, ha hecho especial hincapié en las formaciones de las tropas. La lucha en formaciones fue una parte importante de la guerra medieval, así que se ha reflejado a la perfección en Warrior Kings. Además de un aspecto visual mejor, las formaciones añaden una profundidad mayor al juego. No es simplemente que los soldados hagan figuras bonitas, sino que describirán el papel que quieras que tus soldados desempeñen. Las formaciones también permiten que las unidades compartan daño y experiencia, permitiendo que los soldados en formación inflinjan y aguanten más daño que si están aislados. La relación entre las diferentes formaciones será la clave para el éxito y así por ejemplo, nuestros arqueros podrán defender a la infantería contra el enemigo, manteniendo esta relación durante toda la batalla. Estos factores dan al jugador una ventaja real si usa formaciones y el ejército más grande no siempre derrotará al pequeño. Habrá cinco tipos básicos de formación y las unidades las adoptarán dependiendo de su armamento y de sus órdenes (atacar, defender, moverse).
Habrá formaciones en columna (la más rápida), en línea (ideal para tener el mayor abanico de ataque), círculo (exclusiva de los lanceros), escaramuza (para mantener tus tropas alejadas de problemas) y cuña (para el asalto). El jugador podrá controlar cientos de unidades con pocos clicks de ratón gracias a las formaciones y otras características del avanzado interfaz. Pero además de las batallas en campo abierto, en Warrior Kings se pueden asediar castillos con tácticas y armamento de la época, algo que se había visto hasta ahora en pocos juegos (yo sólo recuerdo los Castles).
En cuanto a la parte de recursos, la economía influirá decisivamente en la creación de las unidades y en la buena salud y moral de tus tropas. En Warrior Kings hay tres tipos de recursos: madera y piedra, comida y metal. Todos son importantes, pero el jugador debe decidir cuándo y dónde explotarlos. En este juego, en vez de asignar unidades individuales a los recursos, se puede decidir el comportamiento de un pueblo entero, con un interfaz económico muy intuitivo. Así se podrán modificar sistemas complejos de manera sencilla. Si hay algo que me ha llamado la atención de este juego, son los paisajes y entornos tridimensionales, que influyen en el comportamiento y capacidades de nuestras tropas. Habrá línea de vista, altura, distancia, inclinación,...
Para navegar por estos paisajes, tendremos una cámara que se manejará de manera muy sencilla. En cuanto a las unidades, podremos ver 30 tipos de unidades, cada una modificada de muchas formas (para evitar repeticiones), con docenas de animaciones y edificios. No tenéis más que echar un vistazo a las imágenes para haceros una pequeña idea de la variedad de paisajes y personajes. Además de todo esto, no hay duda de que con un argumento tan elaborado, la historia del juego es inmersiva al cien por cien.
Se han consultado historiadores para hacer un modelo económico y militar lo más real posible, con armamento y uniformes del medioevo y consiguiendo que Warrior Kings sea lo más parecido a las batallas de Braveheart, por ejemplo. La historia para un solo jugador permite cinco finales diferentes, ya que podrás elegir si quieres combatir en las filas del Bien, en las del Mal o decantarte por el aspecto más tecnológico. Los niveles son no lineales y con múltiples objetivos. Se acabó eso de que cada nivel consista en leer el briefing y cumplir la misión. Como suele ser habitual, también habrá modo multijugador, permitiendo hasta 8 jugadores en varios tipos de partida. Habrá mapas para todos los gustos, desde la escaramuza más pequeña hasta la batalla más épica. Espero haberos transmitido lo que yo espero de este juego: una mezcla de las batallas de Centurión, de los asedios de Castles, de los ejércitos de Shogun,...Todo con unos gráficos impactantes. En cuanto tengamos más noticias sobre el juego os las transmitiremos, pero podéis ir consultando el web de Black Cactus para seguir el progreso del juego.
Sólo nos queda añadir que el juego tendrá las voces en inglés y los
subtítulos en castellano.
