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Uncharted: Lucha por el Tesoro

Uncharted: Lucha por el Tesoro

Uncharted: Fight for Fortune

De la acción 3D a estrategia pura y dura, Uncharted cambia sus mecánicas habituales en este spin off de cartas.

Actualizado a

Inexplorado
Pocos lo creían cuando fue anunciado. Y muchos temían que en el camino se perdería mucho de lo que lo hizo grande. Pero no, no fue así. Uncharted: Golden Abyss, a pesar de ser un juego de lanzamiento -de hecho es el primero de la portátil, 0001-, supo brindar todo aquello que sus antecesores de sobremesa nos regalaron en PlayStation, comenzando por un sentido de la aventura en toda regla y siguiendo por una fidelidad visual y sonora totalmente continuista. Es por ello que cuando los rumores sobre el próximo título de la saga en Vita comenzaron a sucederse, el hype, la emoción empezó tras el genial sabor de boca que ese abismo dorado nos había dejado. Pero seguro que nadie se esperaría no cuándo, sino más bien cómo iba a regresar Nathan Drake a la portátil en Fight for Fortune. Y no precisamente con otra mezcla de aventuras, exploración, disparos y puzles, sino con una propuesta radical que lo sitúa en la otra punta de Golden Abyss, adentrándose en el inexplorado terreno para el nuevo sistema de Sony de los juegos de cartas.

De este modo, y al igual que otros ejemplos radicales como Silent Hill: Book of Memories, Metal Gear Ac!d o Ratchet & Clank Q Force, lo que los chicos de Bend Studios -autores de la anterior entrega- nos traen en Uncharted: Lucha por el Tesoro es una aventura de acción diferente de su antecesor dentro del género de la estrategia, en un juego de cartas basado en turnos que cuenta con todos los héroes y villanos del universo Uncharted, incluyendo el Abismo de Oro de Vita y hasta el comic animado Eye of Indra. Cada tesoro, artefacto y botín nos servirá para equipar y aumentar patrones como el daño que haremos en el tablero de juego con la carta de personaje escogida. Con un esquema deudor de otros Card Games como el rolero  Magic: The Gathering, el objetivo del juego en sus distintos modos es el de derrotar a nuestro rival con combinaciones de cartas de ataque hasta reducir su salud a cero, defendiéndonos del ataque de las facciones enemigas y acumulando tanta fortuna como podamos. Cazador de Tesoros, campaña con 37 rivales sacados de Golden Abyss, Uncharted 2 y U3, será el modo ideal para iniciarnos en las reglas de Fight for Fortune, comenzando por un divertido rival en la efigie del Nathan Drake gordinflón.

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Sobre la Mesa
A pesar de que al inicio todo se nos antojará confuso y complicado -el tutorial debería explicar mejor las reglas, sobre todo para aquellos que nunca han jugado un título de este género-, durante la primera partida ya le cogeremos el truco a las mecánicas jugables. Para empezar disponemos de tres tipos de cartas a la hora de preparar la estrategia contra un enemigo, ya que cuanto más fuerte sea el ataque, más posibilidades tendremos de aniquilar todas sus facciones y derrotar al personaje. Estas cartas de facción son Héroe, Villano y Mercenario, seleccionables en la parte izquierda del tapete de juego. Cada carta de facción tiene un valor de ataque en su esquina superior izquierda, un valor de salud en la esquina superior derecha y un coste de facción en el centro. Este último se resta del total de puntos de facción que vemos en la parte superior de cada columna de cartas. A cada turno que juguemos iremos recibiendo más puntos de facción. En las cartas de facción también se describen acciones especiales que se producen en plena partida, ya sea una vez o en cada turno que la carta esté activa. Al comienzo de un turno, debemos seleccionar y arrastrar ya sea a un Héroe, Villano y Mercenario, dependiendo de nuestra elección. De esta forma comenzaremos a preparar el ataque.

Si al escoger la carta de Facción comienzan a moverse otras de nuestra mano, significa que esas cartas podemos jugarlas combinándolas, obteniendo un bonus especial al colocarlas juntas en el tapete de cinco ranuras. Ahora nos toca elegir de un montón puesto boca abajo una carta de Fortuna, categoría dividida en Tesoro, Artefacto y Botín. Cada carta de estas tiene un valor distinto, en función del tipo de fortuna que contenga. Podemos, o bien depositarla directamente en el cofre situado debajo de la pantalla para obtener en el instante cinco puntos de fortuna, o colocarla sobre la carta de facción para sumar el valor total a obtener en la siguiente ronda. A más fortuna acumulada, más recursos disponibles en la próxima fase de juego dentro de nuestro turno. Venciendo a la carta del adversario, acumularemos las cartas de fortuna que este haya jugado en su mano. El tercer paso es escoger Carta de Recurso, que servirán o bien para mejorar a nuestras facciones, o bien para preparar el ataque contra facciones enemigas o para dejarnos de estrategias varias y realizar un golpe de daño directo al enemigo. En función del tipo de recurso proporcionado, estos naipes pueden servir como valor de ataque o de salud.

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Repóker
Las cartas de recurso también tienen un coste asociado que vemos en la parte superior de esta. Solamente podremos jugar las cartas que la fortuna que hayamos ido acumulado hasta esa fase de juego nos permita. Si por ejemplo tenemos una carta de recurso en nuestra mano que no queramos o cuyo coste sea demasiado alto, podemos barajarla en el mazo, recibiendo así un naipe de reemplazo en el próximo turno. Ahora que ya hemos seleccionado todas las cartas necesarias -Fortuna, Facción y Recurso-, es el momento de lanzar nuestro ataque. Si vemos un reloj de arena sobre la carta de facción, quiere decir que no podemos atacar hasta el siguiente turno. Durante la fase de ataque, las cartas de facción que tengamos activas atacarán a las de nuestro adversario. Pensad en las facciones como las tropas que se interponen entre el ataque directo contra el enemigo: En caso de que no haya ninguna, el ataque se producirá directamente contra el rival, pero si este va colocando cartas en cada una de las cinco ranuras del tapete, se cubrirá totalmente ante nuestros ataques directos, debiendo de derrotar antes sus cartas hasta poder llegar a él. Los ataques reducirán la salud o de las facciones opuestas que nuestro adversario ha colocado contra nosotros o la suya propia en la forma de su avatar. Reduciendo a cero la salud de la facción o facciones que hay ante las nuestras, retiraremos esa o esas cartas del juego y lograremos la fortuna que tengan asociadas. Tras eso solo queda golpear al rival desprotegido hasta reducir su vitalidad a Cero.

Esta, y solamente esta, es toda la jugabilidad que Lucha por el Tesoro ofrece, pero, al igual que el citado Magic, es en esta donde radica su fuerza, pues no solo desbloquearemos trofeos, sino también nuevos ítems, incluyendo personajes, armas y armaduras, cartas de artefactos y avatares de jugadores, y fondos. A esto hay que añadirle las ventajas que brindan el tener una partida de Golden Abyss en la tarjeta de memoria, pues muchos de los tesoros, artefactos y botines del mazo de cartas de Fortuna son objetos que podemos descubrir en el primer juego de PS Vita. Todos aquellos usuarios que hayan jugado al Uncharted portátil podrán empezar a potenciar y coleccionar cartas para utilizarlas inmediatamente en Lucha por el Tesoro, puesto que al mazo de naipes con personajes y objetos pertenecientes al Abismo de Oro se les aplicará desde bonificaciones adicionales a condiciones especiales. Y aquí encontramos un elemento de desequilibrio importante en forma de arma de doble filo, puesto que si bien el tener una partida de Golden Abyss no es necesario para terminarse las varias horas que el modo Cazador de Tesoros dura, al enfrentarnos con rivales en su multijugador local u online que sí disfruten de las ventajas obtenidas en la anterior aventura portátil de Nathan Drake, se hará patente el desequilibrio entre nuestro mazo y el de nuestro rival físico, siendo esto una recompensa en caso de que le hayamos dedicado tiempo a localizar los objetos ocultos de Golden Abyss, aunque otros usuarios que no hayan jugado aún a El Abismo de Oro lo verán como una especie de ventaja innecesaria que afecta al equilibrio del juego multijugador.

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Escalera
Al empezar el juego disponemos de varias opciones. Podemos saltar directamente al modo Campaña con Cazador de Tesoros, que gracias a elementos como los packs de Uncharted 2 y 3 aumentará el plantel de personajes a batir en forma de amigos/enemigos de la saga. En este modo no siempre ganaremos de la misma forma, sino que a veces se nos impondrá una forma de obtener la victoria, ya sea obteniendo más puntos que el rival en vez de terminar con su salud; exterminando cartas que estén señaladas; terminando con un naipe en específico del rival o manteniendo una de nuestras cartas con vida, sin que salga de la pelea, en plena mano. En Pelea Rápida elegiremos un rival -o la IA lo escogerá por nosotros- y comenzaremos a lanzar cartas al instante; el Multijugador competitivo local con la opción Pasa y Juega nos permitirá jugar de forma asíncrona en la misma habitación con varios amigos con el tradicional método de pasar la consola de mano en mano, aunque echamos de menos un modo Local entre varios sistemas para aumentar la diversión. Y el Online nos buscará rivales a nuestra altura mediante el sistema de Matchmaking, brindándonos la opción de que, ya que debemos esperar a nuestro rival para que realice su jugada, cada uno se tome su tiempo para planear la estrategia, pudiendo disputar una partida o varias simultáneas -como una partida de ajedrez contra varios adversarios- que duren incluso días entre turno y turno.

Pero seguro que los más fans de este género se pasarán más tiempo en la Biblioteca de Cartas, el lugar donde podremos observar con tranquilidad todas las cartas de Facción, Fortuna y Recursos, comprobar sus valores en las distintas categorías y hast sub-categorías que hay dentro de ella, y preparar uno de esos mazos con los que doblegaremos a cualquier rival, escogiendo entre una vasta cantidad de naipes que se dividen al inicio en 48 cartas de Facción entre Héroes, Villanos y Mercenarios; 297 de Fortuna entre Tesoro, Artefacto y Botín y 75 de Recursos subdivididas en cinco categorías: Trampa, Peligro, Ataque, Defensa y Acción, algunas de estas divididas a su vez en apartados como Armas,Cobertura o Vehículos. A la hora del manejo, será la pantalla táctil en donde recaerá el peso del control del juego. Tanto la interfaz como los submenús o a la hora de seleccionar y poner cartas en juego -arrastrándolas de cada lado al tapete-, todo se puede controlar con un sólo dedo. Podemos desde ampliar la parte de las cartas en juego hasta ver las que nuestro rival saca en su tapete. Implementado de forma sencilla e intuitiva, el problema es que no se ha puesto el mismo detalle a la hora de construir nuestra baraja dentro de la Biblioteca de Cartas, ya que solamente aparecen en forma de línea horizontal, algo que nos obliga a ir pasando una a una siempre que queramos seleccionar/retirar un naipe de nuestro mazo. Un detalle que debería haberse cuidado como el resto, implementando otra forma menos tediosa y más atractiva visualmente para la crucial tarea de escoger nuestra ronda de héroes, armas y artefactos para la siguiente contienda.

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Visualmente, el estilo en fuentes y menús de la saga Uncharted se mantienen en Lucha por el Tesoro sin cambios. Las partidas están llenas de pequeñas animaciones, pero nunca más allá de cartas que se caen o manchurrones de sangre cuando uno de los dos contendientes o sus facciones caen. Ni escenas de video, ni intros, ni cinemáticas ni nada. Solamente la efigie de los personajes como Avatar y los dibujos de cada naipe es lo más destacado a nivel visual dentro de un juego que se mueve mediante pantallas estáticas con ligeros cuadros de animaciones, y que cumple con su objetivo de reproducir una partida de cartas, aunque, al igual que el multijugador de Assassin's Creed III Liberation, más animaciones hubieran ayudado a que a nivel visual el juego no fuese tan sobrio. Otro tanto podemos decir del apartado sonoro, del que se ha prescindido de cualquier rastro de voces -sin duda que escuchar a personajes como Sully o Chloe quejarse o meterse con nosotros durante un combate hubiese sido todo un acierto-, quedándose meramente en música con los samplers habituales de la saga para cuando estamos navegando por los modos, galerías de cartas y menús, y recayendo este en los efectos de sonido cuando estamos en plena mano de juego.

7.2

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.