Total War Battles: Shogun

Ahora llega el turno de una nueva plataforma para la serie que a priori puede favorecer y mucho la jugabilidad de Total War. Y para ello Sega a decidido ambientar su Total War Battles para dispositivos iOS en la exitosa entrega Total War: Shogun 2 –uno de los mejores títulos de estrategia del año pasado–, donde nos encontraremos con una profunda campaña de unas quince horas de duración. El desarrollo de las partidas mantiene la calidad que ha hecho de la serie Total War todo un éxito, aunque eso sí, se ha adaptado convenientemente a las características de dichas plataformas. Por ello, uno de los aspectos más trabajados es el nuevo sistema de combate en tiempo real.

Tablero de batalla
Para facilitar una jugabilidad basada en el control táctil se han diseñado los campos de batalla como si de tableros de mesa se trataran, con casillas hexagonales que favorecen el desplazamiento de nuestras unidades; eso sí, debemos tener en cuenta que nuestros luchadores siguen el estricto código “Bushido”, lo que les impide dar media vuelta. De esta manera, debemos pensar muy bien nuestra estrategia, ya que no podemos dar vuelta atrás en nuestras decisiones. El posicionamiento de nuestras tropas es esencial, así como poseer el tipo de armadura y armas adecuado. Aunque no sólo debemos preocuparnos de nuestras fuerzas de ataque; la gestión de nuestros recursos se vuelve esencial para reclutar las unidades necesarias para cada tipo de situación.

A pesar de ello, Total War Battles: Shogun se centra más en el ataque que en la gestión de recursos. A nuestra disposición tenemos samuráis, arqueros, ninjas y caballería; si jugamos bien nuestras cartas y logramos salir victoriosos de las batallas, ganaremos puntos de experiencia que podremos emplear en nuevos edificios y mejoras para nuestras unidades. Pero, ¿la jugabilidad de Total War Battles: Shogun consigue satisfacer las exigencias de los estrategas más exigentes? En gran parte sí, aunque debemos adaptarnos a las particularidades de la plataforma; tenemos buenas oportunidades de asedio al rival, aunque no podemos dejar de esperar el momento ideal para lanzar ese ataque que logre decantar la balanza a nuestro favor.

Mezcla acertada
El modo en que se desarrollan los combates recuerda en parte al género del tower defense, tanto en el aspecto visual del título como en la forma de interactuar con él. A medida que vayamos construyendo edificios que nos permitan acceder a nuevas clases de unidades, dichas construcciones generarán ingresos que nos permitirán seguir aumentando nuestras tropas. Aunque debemos tener presente que hay un límite de unidades con las que interactuar en cada momento, lo que nos obliga a diseñar una buena estrategia y pensar muy bien qué tipos de unidades debemos poner en el campo de batalla. Una vez que las situemos en el tablero, actuarán por su cuenta. Si se encuentran con tropas enemigas en casillas colindantes, atacarán; aunque también se defenderán si son atacadas.

Para mover a nuestras tropas a lo largo del campo de batalla tenemos que seleccionarlas mediante una sencilla selección táctil. Podemos adelantar unidades o detener su avance, ya sea hacia arriba o hacia abajo, aunque nunca retroceder; si una tropa enemiga logra superar nuestras defensas, poco podremos hacer para proteger nuestros edificios. Como es lógico, cada tipo de unidad tiene sus ventajas y puntos débiles contra otro tipo de unidad enemiga; por ejemplo, los arqueros son muy efectivos contra la infantería a larga distancia. Por otro lado, la caballería suele salir muy mal parada contra los samuráis armados con lanzas. Y así con varias combinaciones que añaden algo más de estrategia; los chicos de The Creative Assembly han conseguido una variedad de situaciones suficiente como para no recurrir una y otra vez a las mismas mecánicas para ganar las batallas.

Regreso al Japón medieval
A nivel de presentación general, Total War Battles: Shogun brilla especialmente en su apartado sonoro, ofreciendo una inmersión total gracias a sus efectos de sonido y a unas melodías muy bien escogidas. Durante las batallas oiremos toda clase de sonidos que irremediablemente evocan a la época de un Japón feudal convulso y agitado. El apartado gráfico quizás quede en un segundo plano, con un aspecto colorido y con mucha personalidad pero que no resulta tan vistoso como otras entregas de la franquicia. Creemos que se podría sacar mucho más rendimiento a las últimas versiones de los dispositivos para los que se ha desarrollado el título. A nivel de guión y de presentación de personajes estamos más que satisfechos; los diálogos se suceden a través de viñetas estáticas que nos informan de los acontecimientos y de las diferentes tramas.