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SOMA

SOMA

  • PlataformaPC8.2PS48.2XBO
  • GéneroAventura
  • DesarrolladorFrictional Games
  • Lanzamiento22/09/2015 (PC, PS4)01/12/2017 (XBO)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorFrictional Games

SOMA, Análisis

El terror psicológico está de vuelta con SOMA, una oscura y opresiva aventura en primera persona para PC y PlayStation 4 a cargo de Frictional Games ‒creadores de las sagas Penumbra y Amnesia‒ que nos llevará a explorar los límites de la consciencia humana en un mundo subacuático sometido a las aspiraciones terrenales de las máquinas. Tensión y sobresaltos en nuestro análisis.

Actualizado a

"La realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece"

Philip K. Dick

Frictional Games lleva desde 2006 tratando de aportar algo al manido género del terror y el survival horror, un estilo que ha visto estos últimos años como el panorama independiente pretendía y lograba revitalizarlo tras el abandono paulatino por parte de las grandes desarrolladoras y productoras. Y es que sagas propias como Penumbra o Amnesia devolvían el esplendor perdido a un género con un público muy fiel que veían como el concepto se desvanecía a favor de lo comercial o mainstream. Así, con The Dark Descent, el estudio sueco lograba hacerse un hueco entre los grandes, recogiendo el testigo de éxitos pasados y, no si la ayuda de numerosos streamers, convertirse en todo un éxito de ventas, lo que les ha permitido centrar sus esfuerzos durante estos tres últimos años en SOMA, un nuevo concepto de aventura terrorífica que pretende abordar el miedo, la tensión o la incertidumbre desde un punto de vista inédito en su obra. Y todo ello con un marco de ciencia ficción que le sienta estupendamente. Conozcamos más sobre este nuevo pasaje del terror submarino para PC y PlayStation 4 en nuestro análisis.

Muchos han sido los títulos que estos últimos tiempos han tratado de hacerse un hueco en el género, eso sí, con desigual fortuna. A los citados anteriormente de la propia Frictional Games ‒sin olvidarnos del más reciente spin-off A Machine for Pigs a cargo de The Chinese Room‒, se suman propuestas de todo tipo, como los ya lejanos Dead Space o los decepcionantes Silent Hill de la pasada generación ‒incluyendo el frustrado teaser P.T. de PlayStation 4 que prometía recuperar la esencia de la saga con el malogrado Silent Hills‒, pasando por indies más recientes como Slender: The Arrival, Daylight, Hektor o el más interesante de todos, Outlast y su expansión Whistleblower. Ahora, y con el objetivo de sumergirnos en un mundo tan claustrofóbico como aterrador bajo el océano atlántico, llega SOMA, una aventura en primera persona que pretende romper con lo establecido y ofrecer una experiencia de juego basada en la supervivencia, la resolución de rompecabezas y en la búsqueda de lo que realmente une cuerpo y alma con la mejor ciencia ficción como telón de fondo.

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Los inquietantes sucesos de SOMA tienen lugar en unas instalaciones de investigación avanzada situadas en el fondo oceánico conocidas como PATHOS-II, un lugar que antaño reunía las mentes más brillantes de una civilización devastada. Nosotros, como atrevidos jugadores, tomamos el control de Simon Jarrett, un joven canadiense que despierta en una sala fría y tenebrosa sin saber cómo ha llegado hasta allí y la razón por la que se encuentra en dicho lugar. Es evidente que uno de los grandes atractivos de SOMA es su argumento y narrativa, con lo que es vital disfrutar del título sin saber nada más allá de esta ínfima contextualización; os aseguramos que el prólogo previo y los sucesos posteriores os dejarán boquiabiertos. Sin duda, sus creadores han cuidado hasta la última coma de un guión que bien podría pasar por el de un blockbuster hollywoodiense de ciencia ficción.

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Dejando de lado la ambientación gótica de anteriores títulos del estudio sueco, SOMA bebe de todo tipo de referentes, ya sea del cine o los videojuegos, pasando por la literatura futurista o incluso filosófica. Videojuegos como Alien Isolation, Dead Space o BioShock vendrán rápidamente a nuestra mente, largometrajes como Horizonte Final o Virus o citas literarias del propio Philip K. Dick o Isaac Asimov se verán reflejados en varios aspectos de la obra que nos ocupa. ¿Qué significa ser humano? Ésta será la principal cuestión que se nos planteará a lo largo de nuestro sufrido periplo submarino; y empezarán a surgir dudas de todo tipo a medida que avancemos en una trama muy bien construida. Así, y desde los primeros compases del juego, nos encontraremos con despojos robóticos que parecen albergar restos de humanidad en su interior, lo que nos dará la posibilidad de interactuar con ellos de formas muy variadas, algunas totalmente inesperadas y que nos conducirán a depender de nuestros más bajos instintos como seres humanos. Precisamente aquí reside una de las grandezas de SOMA, la forma en la que arremete contra lo que nos hace realmente humanos y las sensaciones encontradas que nos provocará bajo el control de Simon.

   

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Aunque SOMA no vive sólo de cuestiones filosóficas; ya desde el primero momento nos invadirá una sensación de temor constante, miedo a girar una esquina por no saber quién o qué nos espera al otro lado. Y es que a nuestro alrededor sucederán todo tipo de cosas, una evocación al terror más básico de la mano de diferentes engendros mecánicos, biológicos o perturbadoras mezclas de ambos mundos. Y nos sentiremos presas durante toda la aventura gracias a un cuidado equilibrio entre los sectores de investigación y resolución de rompecabezas y los de sigilo con tintes de survival horror; lo mejor de todo es que en muchas ocasiones ambas vertientes de su jugabilidad se fusionarán para dar como resultado un agobio constante que nos acelerará el pulso y nos levantará del asiento en más ocasiones de las que nuestro médico nos recomendaría. Eso sí, dichas secuencias recuerdan poderosamente a A Machine for Pigs debido a sus planteamientos scriptados. Si nos atrapan una vez quedaremos seriamente heridos; si lo hacen dos veces, moriremos.

Por suerte contaremos con numerosos “botiquines” de dudoso origen repartidos por los escenarios que nos ayudarán a revitalizarnos. A decir verdad, la dificultad general no es muy elevada y podremos avanzar sin demasiados problemas; eso sí, siempre dependerá de nuestra predisposición para resolver todos los enigmas y saber más sobre el mundo sumergido de SOMA. A más curiosidad, más exposición a ser víctimas de las atrocidades submarinas del universo creado para la ocasión. Y ya sea en espacios cerrados y laberínticos en los que resolver diferentes enigmas para dar con la vía de escape o en un asolado fondo oceánico con más libertad de movimientos, SOMA logra integrar los constantes rompecabezas ‒muy variados, por cierto‒ en una narrativa que nos atrapará sin remedio sin caer en el error de otros títulos similares. Sólo algunos puzles rompen el ritmo de juego al presentar soluciones tan rebuscadas como incomprensibles.

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Así, uno de los grandes logros de SOMA es que trata de ponernos en la piel de Simon sin ayudas de interfaz o similares; no hay mapa, no hay más inventario que el que podamos equipar en cada zona con objetos clave para seguir avanzando, no hay diario ni asistencias de ningún tipo. Estamos solos ante lo desconocido y será nuestra tarea aprender a sobrevivir y atar los diferentes cabos sueltos para seguir con nuestro objetivo. A pesar de que resulta extremadamente lineal, SOMA nos atrapa por completo desde el inicio hasta su desenlace gracias a un ritmo creciente en todos sus aspectos, especialmente el que atañe al terror puro y duro. Sobre su control poco que añadir; recurre al esquema típico vía WASD con la posibilidad de esprintar, saltar, agacharnos ‒recurriendo así al sigilo‒ o asomarnos por las esquinas. Poco más a excepción de manipular un sinfín de objetos, leer o visionar todo tipo de documentos y abrir y accionar puertas, cajones, botones o palancas, entre otros. En el caso de PlayStation 4, recurre a una combinación de gatillos y joysticks para trasladar la sensación de interactividad con el entorno y los objetos, aunque resulta menos intuitivo que la versión de PC.

A nivel visual sigue delatando su origen indie aunque con cada nuevo título, Frictional Games ha demostrado un avance importante a nivel técnico y SOMA no es la excepción. Texturas en alta definición, modelados más detallados, efectos de iluminación incluso sorprendentes, con la posibilidad de ajustar un buen puñado de parámetros para adaptar la calidad visual a las posibilidades de nuestro equipo. Eso sí, los entornos están muy detallados, casi a un nivel enfermizo; con todo, SOMA demuestra muy buenas maneras aun conociendo sus propias limitaciones. Pero es en el apartado sonoro donde más brilla, tal y como sucede con las anteriores obras del estudio sueco. Los efectos de sonido son brutales, especialmente con el uso de auriculares a todo volumen, lo que aumentará la tensión hasta niveles insospechados para el jugador; golpes, gritos, murmullos, explosiones e incluso nuestros propios pasos... Todo al servicio del efectismo más sobrecogedor. Por otro lado, los continuos diálogos están fantásticamente interpretados, eso sí, con las voces en inglés, aunque contamos con subtítulos y textos en castellano.

8.2

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.