Saucer-Like, análisis

Saucer-Like es uno de esos juegos que suelen pasar desapercibidos de cara al gran público, más en un año como este 2017, en el que la marabunta de aspirantes a juegos del año ha copado las portadas y los foros de todo el mundo. Pero, como siempre, hay vida más allá de los grandes bombazos del año y, en concreto, en este caso no tenemos que rebuscar en las profundidades de la red para encontrar esa joyita desconocida. Saucer-Like es un juego hecho en España que lleva ya un tiempo disponible en Steam, y que viene a demostrar que los videojuegos están muy vivos en nuestro país. De hecho, no solo están muy vivos, sino que estas propuestas menores se permiten arriesgar para recordarnos, de vez en cuando, de lo que es capaz este medio a la hora de contar historias.

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A nivel básico de juego, Saucer-Like es una aventura gráfica de corte muy tradicional, sin grandes sorpresas en ese aspecto. Recorreremos diversos escenarios, recogeremos objetos, hablaremos con mucha gente, resolveremos puzles y razonaremos complejos acertijos que nos llevarán a la solución de nuestros problemas. Nada nuevo bajo el sol en el terreno jugable, pero lo que hace que Saucer-Like destaque es su espectacular acabado en casi todos los demás aspectos, empezando por una historia emotiva y profunda como pocas. Nos podremos en la piel de Yanagi y deberemos hacer frente a la gran problemática de la aldea en la que vive, ya que es preciso realizar un ritual sagrado del que dependerá la supervivencia de su propio clan.

En este aspecto es donde Saucer-Like se destapa como un juego de detalles. Hay dos modos sutiles de jugar: centrándose en los puzles y en completar la trama principal, o preocupándose de hablar con todo el mundo, analizar todos los objetos y descubrir todos los detallitos argumentales que se ocultan en cada rincón del juego. Como en la propia vida, nunca se desvelan todos los detalles de una historia si no se investigan a fondo, y en Saucer-Like el jugador ve premiadas su labores investigadoras con información constante, que le permitirá entender mejor el universo del juego, las motivaciones de los personajes, su objetivo e incluso le facilitará el poder entender mejor la posible resolución de los puzles. Este subtexto constante es muy satisfactorio y hace que el juego sea muy envolvente de principio a fin.

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Cierto es que el juego no es muy largo, ya que es posible acabarlo en un par de horas (como en todas las aventuras gráficas, el tiempo de juego varía mucho según el usuario y cuánto se le atasquen los puzles), pero el precio está bien ajustado a su duración y no necesita ni un minuto más para presentarnos la historia que quiere contar. Saucer-Like juega muy bien sus cartas en todo momento y, sobre todo, disimula su sencilla propuesta de juego con un acabado artístico de lujo. Con claras influencias del mundo de la animación japonesa, la obra de Fosfatina nos recuerda constantemente a una fábula nipona (casi de Studio Ghibli) de la que queremos formar parte. Tal es así que, además del estilo artístico general de la aventura, tendremos varias secuencias de animación en momentos clave de la historia, que nos ayudan a sentir que estamos en un universo vivo.

Mención especial en este aspecto requiere el hecho de que todo el juego ha sido dibujado a mano, de tal modo que esa sensación de estar en una fábula se ve potenciada por el acabado artístico de la producción. También es digna de mención la espectacular banda sonora, emotiva a más no poder y perfectamente amoldada a cada situación de la aventura. Dentro de las pegas que se le pueden sacar al juego, podríamos destacar el hecho de no tener ningún tipo de doblaje, las faltas de ortografía que dificultan la lectura de algunos textos concretos (nada que no se pueda arreglar con una actualización) y el ritmo lento que, pese a ser una aventura corta, puede frustrar en exceso a quienes se atasquen en algún puzle concreto. Pero todo lo negativo son detalles para redondear una obra que, en general, deja un grandísimo sabor de boca de principio a fin.