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RPM Tuning

RPM Tuning

  • PlataformaPS27
  • GéneroConducción, Simulación
  • DesarrolladorMicroids
  • Lanzamiento06/05/2004
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

El arte de la modificación

Alerones, faldones, luces de xeon, neones, llantas de aleación, óxido nitroso... Tras otras incursiones, el mundo del tuning llega en su máximo exponente a PlayStation 2. Si crees que eres capaz de convertir un coche en una obra de arte sobre ruedas, sigue leyendo, RPM tuning te puede interesar...

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Alerones, faldones, luces de xeon, neones, llantas de aleación, óxido nitroso... Tras otras incursiones, el mundo del tuning llega en su máximo exponente a PlayStation 2. Si crees que eres capaz de convertir un coche en una obra de arte sobre ruedas, sigue leyendo, RPM tuning te puede interesar... El tuning RPM Tuning (PlayStation 2) El tuning, la modificación y personalización de los coches, es una práctica que se ha extendido mucho en los últimos años. Un arte para algunos, o un simple hobby para otros, pero en todo caso un mercado que mueve mucho dinero y del que era previsible que tarde o temprano, los videojuegos se vieran reflejados. Y con un título como RPM tuning queda claro que si algo podemos hacer en el juego es modificar los coches. RPM Tuning (PlayStation 2) Para empezar el aspecto visual, quedaros con esta cifra: 1.382.976 combinaciones de piezas por cada coche. Esto se consigue gracias a poder escoger entre los 7 kits frontales y 7 traseros, 6 alerones, 7 capos, 4 tubos de escape, 4 luces delanteras y 4 traseras, 3 retrovisores, 7 llantas, un neón de color a elegir y hasta 2 equipos de música. Todas las piezas son específicas para cada coche y realizadas a medida por así decirlo, por lo que la modificación de cada coche es diferente. Además se pueden añadir una serie de pegatinas y se puede modificar el color separado de las partes de la carrocería como el techo, puertas, spoilers o el capó. RPM Tuning (PlayStation 2) A nivel mecánico, tampoco se queda corto con sus 221.184 combinaciones de piezas del motor, refrigeración, turbo, frenos, etc. Y evidentemente el óxido nitroso, elemento indispensable en las carreras de medianoche. Las modificaciones afectaran tanto a la reputación como al comportamiento del coche. Las mejoras visuales pueden ayudarnos a mejorar la aerodinámica, pero también influyen en el peso. Cada pieza tendrá un diferente efecto al coche al que tendremos que acostumbrarnos. RPM Tuning (PlayStation 2) RPM Tuning (PlayStation 2) RPM Tuning (PlayStation 2) Aunque eso sí, coches no tenemos muchos. Sin licencias oficiales para poner los nombres, encontramos una serie de coches bien modelados y reconocibles a primera vista. Éstos son el compacto Honda Civic, el gran BMW 325, la pickup Ford F150, el coupé de Toyota Celica, el deportivo Ford Mustang, el moderno New Beetle, el clásico Camaro del 69, y el imparable GTS-R. Como podemos cambiarle el nombre al coche, el tema licencia queda solucionado. g  r  á  f  i  c  o  s RPM Tuning (PlayStation 2) El apartado gráfico quizás no impresione a primera vista, sobretodo comparado con algunos títulos de hoy en día. Sin embargo, tiene sus razones que hay que saber entender. Por un lado tenemos que no competimos en circuitos cerrados, sino en una ciudad abierta. Esto implica libertad para ir por las calles que queramos durante las carreras. Podemos ir por las calles que nos indican las flechas, por las calles que mirando el mapa puedan parecer que acorten camino o por los callejones y todo tipo de atajos que no salen en el mapa pero aprenderemos a localizar por el bien de nuestra victoria. RPM Tuning (PlayStation 2) La ciudad es aproximadamente 3 veces más grande que las islas de GTA, con un total de 80 km por donde circular. Por el otro lado tenemos que los coches además de ser totalmente personalizables, tienen deformaciones durante la carrera. Cualquiera de la decenas de piezas se puede romper, y cada una lo hará de una forma diferente y dependiendo de los golpes que reciban. Con la excusa de que a la luz del día no se pueden organizar carreras ilegales, las carreras se celebran por la noche, aunque no siempre tengamos las mismas iluminaciones. Los reflejos sobre los vehículos son simples, pero efectivos teniendo en cuenta que cada pieza actúa de diferente forma. s  o  n  i  d  o RPM Tuning (PlayStation 2) Música roquera y contundente, sin ningún título que sobresalga. No es un apartado que sobresalga mucho pero tampoco nos obligará a bajar el volumen para poner nuestra propia música. Se incluye la opción de Dolby ProLogic II que como siempre se notará bastante en la música. El único problema quizás es que durante las carreras largas se nos haga repetitiva, pero así tenemos una excusa para intentar acabar lo antes posible. RPM Tuning (PlayStation 2) Todas las escenas intermedias del modo aventura están dobladas, pero en un perfecto ingles. Aún así tenemos subtítulos en español para no perdernos ni un comentario del guión. Los efectos sonoros son cuanto menos curiosos. El ruido del motor no se asemeja mucho a un motor real, más bien es un zumbido que molesta más que otra cosa. El sonido de las ruedas derrapando es bastante irreal y en RPM tuning, los coches se dejan los neumáticos acelerando. j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d RPM Tuning (PlayStation 2) Como comienza a ser habitual en los últimos títulos de carreras, se incorpora un modo con historia. Éste será llamado con el original nombre de 'Aventura' y en él tomaremos el papel de Vince, que contacta con un taller de tuning en busca de su coche robado. A lo largo de 25 misiones conoceremos a diferentes personajes como la voluptuosa Carmen gracias a una serie de videos que explican la historia. Sin embargo, existe otro modo, el 'Tune&Race' en que podremos comprar un coche y irlo modificando a medida que ganemos las carreras que realicemos. RPM Tuning (PlayStation 2) No existe final para este modo. A más carreras ganadas más dinero y mas posibilidades de modificar el coche o comprar otros. Las carreras pueden ser de 5 tipos. Las más normales son las carreras contra contrincantes en medio de la ciudad. En las huidas deberemos despistar a la policía u otros coches. En las persecuciones deberemos seguir y conseguir parar a nuestro contrincante. Las contrarrelojes batirán nuestros nervios contra en crono y los torneos, ya sean de ¼ de milla (estilo Drag), circuitos cerrados o abiertos, nos permitirán enfrentarnos a varias carreras seguidas. RPM Tuning (PlayStation 2) Hay una cosa que es innegable: el juego es difícil como el solo. Algunas carreras de contrarreloj están ajustadas al segundo. O se hace perfecta o no llegas. Algunas carreras con contrincantes pasa lo mismo, un choque implica que te adelanten de largo ya que nuestro coche le cuesta acelerar bastante. RPM Tuning (PlayStation 2) Si esto ya de por si es exasperante, el punto culminante es cuando tras 3 carreras de un torneo, con 15 minutos de carrera en la espalda en el último momento un contrincante tras un leve toque con nuestro coche nos deja aparcado en la cuneta, perdiendo la carrera, el torneo y de paso, nuestros nervios. Y esto pasa más a menudo de lo que quisiéramos, obligándonos a repetir una y otra vez cada misión hasta hacerla perfecta. Si alguien consigue pasarse el modo aventura sin repetir una misión, que tiemble Michael Schumacher. El control RPM Tuning (PlayStation 2) RPM tuning es uno de esos títulos de carreras en lo que da lo mismo lo bueno que seamos, que siempre podemos perder una carrera. En parte es debido a un control difícil de adaptarse y en parte a que competimos en contra  varios contrincantes en medio de una ciudad con tráfico. Que el control es arcade a estas alturas del análisis cualquiera lo da por sentado. Es un control brusco, con lo que el coche da bandazos a nada que movamos el mando y sin embargo cuando tomamos curvas abiertas da la sensación de que tiene menos radio de giro que un trailer de 18 ruedas. RPM Tuning (PlayStation 2) El freno también es difícil de usar. Olvidaros de frenar en las curvas si no queréis estamparos de frente contra un edificio. Se frena con antelación, se entra dejando que la inercia nos mueva hasta pasar el punto medio y luego aceleramos a tope. La primera ley de la conducción deportiva nos basta y nos sobra para tomar cualquier curva. Todo intento de salirse de esa norma tiene altas posibilidades de acabar con un primer plano de una pared. RPM Tuning (PlayStation 2) Y las paredes son nuestras enemigas mortales. Si el coche toca una ni que sea en un ángulo de 45 grados, por mucho que aceleremos no se moverá del sitio. Tendremos que meter marcha atrás, retroceder unos metros, meter primera y pisar a fondo para recuperar la gran cantidad de tiempo desperdiciada. Y por último pero no por ello menos molesto, están los bordillos. Pisar con una sola rueda un bordillo a más de 100Km/h implicará en el mejor de los casos que hagamos un trompo de 360 grados perfectos. Y digo perfectos por la tendencia del coche en colocarse alineadamente al sufrir un coche, cosa que dicho sea de paso nos favorece así que tampoco nos quejaremos mucho. RPM Tuning (PlayStation 2) El óxido nitroso juega como suele ocurrir en este tipo de títulos un papel bastante importante. Si tenemos las botellas más grandes podremos usarlo durante mucho tiempo durante las carreras. Sin embargo, hay que aprender a dosificarlo. Si lo usamos durante unos segundos seguidos, el indicador de temperatura subirá a una velocidad realmente alta. Si la temperatura sobrepasa los límites nuestro motor pedirá una jubilación anticipada con lo que perderemos mucha potencia. RPM Tuning (PlayStation 2) La temperatura baja sola a medida que pasa el tiempo sin usar el oxido nitroso. Y aquí es donde juega un poco la tácita de la carrera. Si la usamos continuamente, es muy posible que cuando la necesitemos tras un accidente por ejemplo, no la podamos usar. Y sin embargo, si la reservamos demasiado puede que acabé la carrera con un decepcionante segundo puesto y con el oxido nitroso lleno. c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n RPM Tuning (PlayStation 2) RPM tuning es un juego basado en la conducción. Todas las modificaciones que hagamos sobre los coches afectaran al comportamiento, así como los golpes que reciba el vehículo durante la carrera. Seguramente no será un juego que estará entre el top ten de los juegos de carreras, pero aunque a nivel técnico no han podido llegar mas allá, han demostrado tener buenas ideas. RPM Tuning (PlayStation 2) El papel del óxido nitroso durante la carrera es magistral, y demuestra que es posible modificar completamente el exterior de un coche y aún así tener daños bastante espectaculares durante la carrera. Seguramente algún amante del tuning encontrará suficientes incentivos en este título para contrarrestar el control y la dificultad del mismo. Y más mirando el precio de salida que tiene. l  o    m  e  j  o  r La capacidad de modificar los coches. Tan largo como el jugador quiera. Relación calidad/precio. l  o    p  e  o  r Exasperante en su dificultad. Un control poco depurado. Loadings muy largos.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.