Tripwire Interactive nos propone alejarnos de las frías calles de Stalingrado para pasar un agradable verano en las bonitas playas del pacifico sur. Agradable si te gusta pasearte con el diablo por el infierno que supuso los combates por un puñado de arena entre las fuerzas norteamericanas y el imperio japonés.
Cuesta imaginar cuando alguien observa una foto de una isla idílica en el pacifico sur, con esas aguas cristalinas y el viento meciendo las palmeras sobre una suave arena blanca, que hubo un tiempo que esos mismos lugares estaban más cerca del infierno de lo que miles de jóvenes desearían haber estado. Okinawa, Guadalcanal, Iwo Jima, no son capítulos de la infravalorada serie de la HBO “The Pacific” (cierto que salía perdiendo comparada a Hermanos de Sangre, pero aún así es de altísima calidad), si no que son islas donde se libraron algunas de las batallas más encarnizadas de la segunda guerra mundial. Un pequeño dato: en una isla de 13km cuadrados llamada Peleliu, se libró una batalla donde perdieron la vida más de 20.000 soldados, o en una isla un poco más grande que Ibiza, Okinawa, se estima que perdieron la vida cerca de 200.000 soldados y más de 100.000 civiles. Cuesta imaginar cuando paseamos por las alegres calles de la tropical isla japonesa en Yakuza 3 lo que debió ser un autentico infierno en la tierra. Jamás podremos alcanzar a entender lo que sufrieron los protagonistas.
Rising Storm busca acercarnos a la contienda desde la seguridad de nuestras casas. Compartir unos momentos de agonía dejando que la adrenalina fluya sin complejos por nuestro cuerpo mientras agazapados, observamos como el compañero a nuestro lado acaba de caer de un balazo en el pecho entre gritos y sollozos, y los soldados enemigos corren camuflados entre la espesura de la jungla dispuestos a rodearnos. Rising Storm es implacable, y es una de las mejores experiencias multijugador que hay ahí fuera sin duda alguna; la mejor en cuanto al escenario de la segunda guerra mundial, pero, y hay un pero, se echa muchísimo de menos una campaña para un jugador, o cooperativa, pero algo que añada emotividad a una contienda ya de por sí extremadamente realista.
En medio de la batalla, cuando un compañero cae a nuestro lado, o estamos recibiendo fuego de artillería, podemos quedar totalmente inutilizados por el pánico, en esos casos el bando japonés es mucho más resistente a perder el control. Además incluye el famoso grito de guerra “Banzai” (que traducido literalmente significa diez mil años, pero si tuviéramos que amoldarlo a occidente, se podría traducir como larga vida al emperador) que consigue disminuir la moral y dificulta el combate en las filas aliadas. El caso es que se han recreado a la perfección más de una veintena de armas que tuvieron protagonismo en la contienda. Se han incluido algunas especiales, como ese lanzallamas utilizado por los aliados para sacar al enemigo de trincheras y búnkeres. Es un juego, pero resulta inquietante cuando un compañero tuyo fríe un bunker repleto de enemigos que chillan como corderos en el matadero. Esta asimetría es sin duda el cambio más relevante respecto a Red Orchestra 2.
A parte de estos estilos de juego como “acción”, mucho más cercano al multijugador de COD o de Battlefield y el “realista” tenemos los modos que triunfaron en RO2 como “Territorio” probablemente el más interesante, donde tendremos que conquistar o defender territorios asignados o el clásico modo de Deathmatch. Era difícil competir con la excelente banda sonora que creó Sam Hulick para Red orchestra 2 y aquí nos encontramos con una música más cerca de la épica de películas de acción que algo más realista como lo que busca Rising Storm, pero tiene un nivel excelente. Igualmente el sabor oriental, las flautas, y tambores hacen del trabajo de Chris Rickwood y Lennie Moore una muy banda sonora que invita a escucharse incluso fuera del juego. Aunque sinceramente sabemos lo que suele pasar en los juegos de acción, y la mayoría preferirá desactivarla en el fragor de la batalla. En cambio, todo los sonidos característicos de cada arma, las explosiones, y los gritos, están al servicio de la atmosfera consiguiendo un resultado espectacular.
8.6
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.