Oddworld: Soulstorm, jugamos al regreso de Abe en el E3 2019

Oddworld es una saga muy querida para quienes crecimos con PSX. La historia de Abe y su lucha para salvar a los esclavos de las malas manos se tradujo en forma de aventura 2D repleta de puzles y estrategias para salir con vida de ese infernal lugar. Su personal estilo visual hizo el resto. La saga tuvo varias entregas y acercamientos diversos, como ese divertidísimo Stranger’s Wrath. Con New and Nasty se dejó claro que había hueco para un juego y un mundo como este. En el E3 2019 hemos podido jugar a Soulstorm, la nueva entrega, y charlar con su creador, Lorne Lanning.

La propuesta inicial de Oddworld: Soulstorm nos invita a controlar a Abe para poder salvar a todo tipo de esclavos en un mundo industrial repleto de peligros. El formato de avance y desarrollo 2D se mantiene, aunque con muchas variantes ya que podemos usar un telescopio para explorar las zonas que tenemos al fondo del escenario y hay algunas secuencias, como cuando vamos en una carretilla, que cambian la perspectiva totalmente. Pero lo más interesante del juego es la gran cantidad de opciones que tenemos para solventar las fases.

El objetivo, más allá de llegar al final del capítulo, es poder hacerlo con el mayor número de trabajadores liberados… Y vivos. Las capacidades para reclutar a aliados con nuestras dotes telequinéticas han aumentado, y en el estudio hablan de tres cifras para controlar a la vez. Pero antes de entrar en ellos, vayamos a por las opciones jugables de Abe. El personaje tiene la capacidad de hacer doble salto, colgarse a salientes, caminar de manera sigilosa y usar todo tipo de objetos. No es tanto los ítems en sí como el crafteo lo que marca la diferencia. Tenemos una especie de bola que puede dejar aturdido a los enemigos, pero si queremos colarlo por un hueco para que llegue a un guardia que está custodiando una palanca, seguramente se romperá al tocar una pared.

Es aquí donde podemos usar chicles que compramos en máquinas expendedoras para rellenar esa bola, hacer que pueda rebotar y, ahora sí, tirarla y que llegue de carambola al lugar enemigo. Este pequeño ejemplo se aplica absolutamente a todo. Combinaciones para crear un soplete de fuego, o un extintor (necesario si nos quemamos nosotros mismos o los esclavos rescatados), un cóctel molotov que se hace con cuatro ingredientes para ver el mundo arder y mucho más.

Por eso es tan importante explorar cada rincón e ir salvando esclavos, para conseguir dinero que nos sirve para comprar en máquinas los objetos que luego necesitamos para crear armas. Los niveles están repletos de alarmas, que saltan cuando un esclavo deja de hacer su trabajo, de zonas donde aparecen guardias con pistolas y de estructuras rompibles que permiten crear nuevos caminos y trampas. Tanto las físicas a la hora de lanzar objetos (algo muy potente es que podemos lanzar y disparar colgados desde un saliente) como la interacción con el escenario dan la sensación de estar muy cuidados. La versatilidad de Unity tiene aquí un enorme exponente.

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Una de las mecánicas a tener en cuenta es que según el número de esclavos que nos están siguiendo, tenemos más poder telequinético, y éste nos sirve para poder controlar a enemigos, hacer que se disparen entre ellos y acabar explotando. Hay herramientas para parar un tren, y se van acumulando a medida que vamos avanzando, conocemos nuevos crafteos posibles y tenemos nuevos objetos.

Otro elemento jugable a tener en cuenta es el karma. Rescatar personajes nos da karma bueno, pero que mueran o incluso matar a los enemigos nos juega en contra. Encontrar el equilibrio es bueno, pero sobre todo un desafío: intentar jugar sin matar a nadie ni que te maten a nadie de los que rescatas es increíblemente más complicado, pero también satisfactorio, que ir con el soplete en mano quemando a diestro y siniestro. Y, de hecho, lo primero tiene más sentido en la odisea de Abe.

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Los esclavos que rescatamos pueden ayudarnos si les pedimos que tengan una posición agresiva. Se les asignan unos objetos y por ejemplo, cuando vamos en una carretilla en medio de torretas y enemigos, disparan y atacan con nosotros para mantenerse con vida. Eso sí, son personajes más limitados y por ejemplo, no pueden hacer doble salto. Esto obliga a Abe a buscar caminos alternativos para acabar reclutando a todo el mundo y no dejando nadie atrás, mostrando un muy buen diseño de niveles durante la demo.

El nuevo Oddworld: Soulstorm sale a la venta en 2020, aunque todavía no tiene fecha concreta. El trabajo está bastante avanzado y luce especialmente bien tanto en animaciones como en efectos y construcción de un mundo que ya vimos luciendo genial en New and Tasty pero que ahora está todavía más vivo y repleto de detalles.