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Nioh: Honor sublevado

Nioh: Honor sublevado

  • PlataformaPS48
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorTeam Ninja
  • Lanzamiento25/07/2017
  • TextoEspañol
  • VocesInglés, Japonés
  • EditorKoei Tecmo

Análisis de Nioh: Honor sublevado

El segundo DLC de Nioh ya está a la venta y prosigue la nueva aventura de William, que en esta ocasión se verá participando en el asalto al castillo de Osaka.

Actualizado a

Continuación directa de El Dragón del Norte, Honor sublevado retoma el arco argumental estrenado en el primer DLC durante el pasado mes de mayo. Tras enfrentarse a Masamune Date y convertirlo en su aliado, William ahora pone rumbo a la región de Osaka. El clan de los Toyotomi se encuentra en plena refriega mientras que María, una misteriosa mujer española también presentada en el capítulo anterior, sigue conspirando para manipular a los líderes locales, así que el grupo idea un plan para asaltar la fortaleza custodiada por el guerrero legendario Yukimura Sanada y pararle los pies. Como era de esperar, dado que además de como parte del Season Pass cualquiera de estas tres expansiones se pueden comprar por separado, jugar a El Dragón del Norte no es necesario para empezar Honor sublevado. No obstante, sí es algo altamente recomendable, ya que no sólo las historias se encadenan de forma natural, sino que la dificultad también se retoma a partir del punto en el que lo dejó el DLC previo: el juego aconseja nivel 180 para la primera misión y sigue escalando a partir de ahí.

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Asalto al Sanada Maru

Aunque las influencias de la saga Souls se hicieron evidentes desde la primera demo, Nioh ha conseguido crear su propia identidad tomando también notas de los Ninja Gaiden que años atrás desarrollara este mismo estudio, así como utilizando una mezcla entre historia y folclore japonés para construir su detallado mundo. Además de enfrentamientos exigentes contra adversarios formidables, el juego del Team Ninja se caracteriza por ofrecer ciertas dosis de drama político que reescribe el pasado de su país natal con algunas licencias. Honor sublevado no es una excepción, y usa como punto de partida el asedio de Osaka, evento real de principios del siglo XVII que luego se ve aderezado por la presencia de espíritus, demonios y demás criaturas omnipresentes en la mitología nipona. Es una buena forma de introducir a William en un conflicto en el que, si bien desempeña un papel decisivo, cuenta con muchos más elementos desplegándose a su alrededor, algo que rara vez hemos visto en los juegos de From Software (la caza en The Old Hunters, expansión de Bloodborne, podría contar como excepción).

Dada la naturaleza jugable de Nioh, centrada en el combate contra uno o pocos enemigos a la vez, se abstiene de incluirnos en peleas multitudinarias que requerirían un sistema más en línea con los Samurai Warriors (también de Tecmo) para funcionar. Pero, al igual que ya sucediera en la región de Sekigahara durante el transcurso del juego principal, esto no le impide usar algunos trucos para mostrar la cara más fea de la guerra. La primera misión transcurre en pleno campo de batalla, y si bien William tiende a luchar y explorar en solitario, una serie de sucesos reflejan la crueldad del conflicto: un grupo de aliados cae delante de nuestras narices nada más empezar, otros sobreviven a duras penas en las trincheras que serpentean a lo largo del terreno, los cadáveres llenan algunas de las fosas, y la lluvia de flechas en llamas que cae cada pocos segundos hiere tanto a los miembros de uno como de otro bando. Incluso llegando con buen nivel y experiencia en el juego, la misión sube la tensión al rodearnos de peligros y forzarnos a buscar refugio de forma constante.

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Sobrevivir a esta incursión no es tarea sencilla, y eso que apenas representa la mitad del plan: el castillo como tal es prácticamente inexpugnable porque se encuentra protegido por la fortaleza de Sanada Maru, objetivo real de este DLC. Tras la batalla en la llanura, nos toca acompañar a William hasta la boca del lobo, entrando en el complejo que sirve como refugio y campamento del ejército rival. Entonces el diseño cambia de un escenario abierto a una gran construcción con múltiples atajos y pisos, incluyendo pasadizos subterráneos que recorren toda la base de la fortaleza. Aquí se vuelve algo más tradicional en el sentido de que deja paso a una estructura más cerrada y concentrada, pero también más intrincada. Como en tantas otras misiones del juego original, hace falta una buena capacidad de orientación para peinar la zona, encontrar a los kodama, reclamar el botín de los cofres y abrirse paso hasta el jefe de la fase, que también actúa como jefe final del Honor sublevado y prepara el terreno para el tercer y último DLC que recibiremos en el futuro.

Contenido extra y secundarias: Subiendo al monte Inari

Puede sonar decepcionante contar con sólo dos misiones principales, ya que el número tanto en El Dragón del Norte como en la mayoría de las regiones del juego base era de tres, aunque Honor sublevado antepone calidad a cantidad y logra que ambas se hagan valer gracias al contraste en el planteamiento, así como su generoso tamaño y los nuevos enemigos (a destacar perros armados, unos yokai con barriles explosivos a la espalda y varios tipos de soldado). Eso sin olvidar los objetivos opcionales, que van asociados a sus propios trofeos e incentivan todavía más la exploración (buscar y usar unos cañones durante la batalla, o derrotar a los guerreros de confianza de Yukimura Sanada en la fortaleza). Del mismo modo, y de nuevo como venía siendo habitual en el resto del juego, ambos escenarios después se reutilizan en misiones secundarias, donde se modifica algo la ambientación, la disposición de enemigos y los objetivos a cumplir. No es igual de estimulante, pero se mantiene divertido gracias al siempre fantástico sistema de combate, y hacerlo todo puede llevar varias horas.

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Otra de las tradiciones que por suerte repite es incluir también un nivel inédito como parte de las misiones secundarias, y en el caso de Honor sublevado es de hecho uno de sus puntos fuertes. Lejos del bullicio de la guerra nos espera el monte Inari, lugar sagrado de gran belleza donde incontables farolillos rojos llenan de color los edificios en medio de la noche, creando una atmósfera de ciudad fantasmal que puede recordar a la genial película de Studio Ghibli, El Viaje de Chihiro. Por supuesto, los peligros tampoco faltan, y la localización aprovecha para estrenar otro tipo de yokai con forma de zorro blanco, pero por lo general se caracteriza más por esa clase de majestuosidad que complementa al tono más cruento y mundano de las misiones principales. Su tamaño también tiene poco que envidiarles, y el diseño, aunque algo menos enrevesado, hace gala de sus propias ideas. Algunas estatuas aparecen y desaparecen según la dirección desde la que las encaramos, y unas esculturas permiten insertar los orbes que dejan caer los zorros, anulando así el poder de los hechiceros cercanos. Pequeños destellos que consiguen hacer de él un nivel tan memorable como bonito.

Lamentablemente, esta misión carece de un jefe al uso, pero cierto combate que desbloqueamos en otra de las secundarias le ayuda a equilibrar las cosas y lograr que, si bien puede dejar con ganas de más, Honor sublevado no quede a la zaga de El Dragón del Norte en lo que a cantidad de contenido se refiere. Por 10€, un poco menos si lo compramos como parte del Season Pass, el DLC ofrece una experiencia sólida, continuista por definición, pero lo suficientemente diferenciada y atractiva para los que aún tengan más ganas de Nioh. Incluso con intención de volver a regiones anteriores, la descarga también aporta novedades de peso, como un nuevo tipo de arma (las tonfas, pequeños bastones que se empuñan a lo largo de cada antebrazo), dos espíritus guardianes (que, como de costumbre, primero debemos ganar en duelo contra sus poseedores), y un modo de dificultad adicional llamado senda del sabio (equivalente al NG+++) que trae sus correspondientes retoques y nuevos objetos. Otra forma de alargar la vida de un título que a estas alturas ya casi es eterno.

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8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.