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NBA 2K18

NBA 2K18

  • PlataformaPS3PC9.5PS49.5XBO9.5NSW360
  • GéneroDeportes
  • DesarrolladorVisual Concepts
  • Lanzamiento15/09/2017
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol
  • Editor2K Sports

Análisis de NBA 2K18, un antes y un después en el deporte

2K Sports remodela su modo Mi Carrera ofreciendo una experiencia social y más interactiva que nunca, sirviendo de referente a todos los juegos deportivos a partir de ahora.

Actualizado a

Los aficionados al baloncesto son -somos- los más afortunados cuando hablamos de recreación en consolas y PC, ya que pocos simuladores han llegado a lo largo de la historia, por no decir ninguno, al nivel de realismo de NBA 2K, que lleva cerca de una década de prácticamente monopolio en el deporte de la canasta. Precisamente, justo esta temporada la franquicia cumple la mayoría de edad, siendo editada por primera vez por Sega en 1999 solo para Dreamcast, y representando cada cierto tiempo, un referente absoluto en el género.

En estos 18 años hemos visto entregas de todo tipo: algunas conservadoras-evidente, el margen de mejora cada vez es menor- y otras que simplemente marcan un punto de inflexión en el género deportivo. Por ejemplo, NBA 2K17 se encontraría entre el primer tipo, siendo como siempre un simulador fantástico, pero que para nada ofrecía un salto cualitativo respecto a su entrega anterior, pero afortunadamente, no podemos decir lo mismo del juego que hoy nos ocupa: NBA 2K18.

Personalmente, sentía que a NBA 2K17 le faltaba algo para dejar esa sensación de diferencia con NBA 2K16 pero no sabía el qué. ¿Qué más puedes añadir cuando tienes absolutamente todas las vertientes del baloncesto en un videojuego? Lo único que queda es imaginar y dejarlo todo en manos de quien ha hecho las delicias de los fans del baloncesto en los últimos años, quienes esta temporada se han sacado un as de la manga realmente sorprendente: el Barrio, un antes y un después en los videojuegos deportivos.

Un Barrio donde se respira basket

Tradicionalmente, el modo Mi Carrera es el más jugado de NBA 2K, estando hasta ahora dividido en dos vertientes: el baloncesto callejero y la carrera profesional en la NBA, varios menús y pantallas de carga mediante. Esto no hacía sino disuadir a muchos jugadores de probar alguna de ambas y centrarse tan solo en la otra, dejando así de disfrutar de un aspecto de un videojuego que muchas veces peca -si se puede decir así- de inabarcable. La solución a eso seguramente era inimaginable, y no es sino el Barrio, un entorno social que integra todos los apartados de Mi Carrera y en el que interactuar con decenas de jugadores, amén de poder llevar a cabo todas las actividades propias de este modo.

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El Barrio es un pequeño entorno abierto del que no necesitaremos salir -salvo casos puntuales- para poder llevar a cabo todas las tareas a las que Mi Carrera nos ha acostumbrado, prácticamente sin tiempos de carga. En un mapa en forma de U inversa disponemos de la oficina de nuestro agente y tiendas para adquirir items de customización, siendo posible comprar zapatillas en Foot Locker o la camiseta oficial de nuestro equipo favorito en la NBA Store, además de poder cortarnos el pelo o hacernos un nuevo tatuaje. Sin embargo, no todo lo que nos vamos a encontrar está dedicado a la personalización de nuestro jugador, y entre tantos locales en los que gastar los VC -la moneda virtual del juego- también hay varios donde ganarlos.

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Podemos participar en un concurso de mates o tiro, jugar a una app de preguntas y respuestas sobre la NBA, apostar en los partidos reales de la liga -disponible cuando esta comience, obviamente-, ejercitar nuestro físico en el gimnasio con minijuegos y por supuesto, disputar partidos de baloncesto en las muchas canchas entre 2, 6 o 10 jugadores. Estos nuevos partidos callejeros tienen un defecto inherente, y es que al jugar con y contra jugadores desconocidos, el comportamiento de estos es en ocasiones errático, máxime cuando el partido está decidido. Afortunadamente, se ha añadido una característica que hasta ahora solo habíamos visto en los partidos oficiales, como es la calificación de nuestra actuación según una gran variedad de acciones durante el tiempo de juego. Cualquier aportación, ya sea un buen bloqueo o un rebote ofensivo concedido a nuestro par, suma para conseguir la mejor puntuación posible, con lo que se enfatiza más en el juego en equipo, ya que pueden hacerse más cosas además de anotar para obtener los tan ansiados VC.

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Lo que también ha cambiado radicalmente es el aspecto argumental de Mi Carrera, que abandona el tono serio y relevante de las dos entregas anteriores para ofrecer una narrativa desenfadada, casi paródica, en la que el protagonista es una estrella que abandona el baloncesto para dedicarse a la música, para después regresar al deporte. De esta manera, evitamos la incertidumbre de no saber en qué equipo acabaremos tras el Draft de la NBA y comenzaremos directamente en nuestro equipo favorito. Puede que esta nueva forma de contar los principios de nuestro jugador no guste a muchos fans, pero honestamente, tampoco las anteriores han destacado especialmente, y al fin y al cabo y este año más que nunca, no dejan de ser un preludio casi sin importancia ante lo que está por venir.

En definitiva, el Barrio no es sino una genialidad que representa un antes y un después en el género deportivo. Cuando pensábamos que el modo Mi Carrera no podía mejorar, 2K Sports y Visual Concepts han sido capaces de crear un punto de encuentro entre todos los jugadores de NBA 2K18 que por sí mismo ya supondría contenido para toda una temporada. Aún así y como siempre, hay aún más.

Novedades en todos los modos

Una de las grandes sorpresas de esta edición es la presencia también de una historia en el modo Mi General Manager, en el que encarnamos a un exjugador retirado forzosamente tras una grave lesión de rodilla. Convertidos ahora en el mánager del equipo que elijamos, somos testigos de las vicisitudes interiores de una franquicia de la NBA, con conversaciones -no dobladas- con propietario, jugadores y otros miembros del cuerpo técnico en las que tomar decisiones. No es una novedad que vayamos a recordar, y de hecho, le sigue faltando mordiente y valor a 2K Sports para mostrar una cara del deporte a veces más cruda, como la que ofrece la película Un domingo cualquiera de Oliver Stone, algo que ni siquiera Spike Lee se atrevió a hacer. Pero seamos justos, estamos hablando de un videojuego deportivo y cualquier añadido narrativo no puede ser del todo relevante para juzgarlo como tal.

Es cuando nos adentramos en las opciones de Mi GM cuando descubrimos que tiene muy poco que envidiar a cualquier videojuego que esté tan solo centrado en la vertiente en los despachos, excepto, evidentemente, la franquicia Football Manager de Sega. Hay que estar al tanto de todos los aspectos de la franquicia: el estado de forma y anímico de nuestros jugadores, su situación contractual, la química en el equipo, y si es necesario, habrá que tomar decisiones como traspasar a alguna de nuestras estrellas o despedir a algún empleado. Además, esta temporada se han añadido algunas de las peculiares reglas de la NBA respecto a los contratos, con lo que no hace sino ganar en profundidad y complejidad.

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Lo que no es imprescindible es jugar los partidos de Mi GM, pudiendo simularlos habiéndolos planificado previamente en la pizarra. Como novedad, esta temporada contamos con una característica llamada Pericia con el Sistema -también presente en Mi Equipo-, a través de la cual podemos cambiar el estilo de juego en relación con la plantilla con la que contamos. Así, si en determinado momento hacemos un gran cambio en el plantel, será también menester cambiar nuestra manera de jugar para que se adecue lo mejor posible a nuestros jugadores.

Otra de las grandes estrellas de NBA 2K18, como es tradición, es el modo Mi Equipo, el equivalente al Ultimate Team de FIFA. El fan del deporte es coleccionista por naturaleza, y es eso precisamente lo que ofrece este modo, en el que también es importante elegir tanto el estilo de juego como el entrenador a cargo del equipo, que será un ferviente defensor del mismo. Este aspecto no es trivial, ya que los jugadores que formen nuestra plantilla deberán acoplarse bien al sistema, para de esta manera, aumentar su rendimiento o como decíamos antes, Pericia con el sistema.

Sabemos que Mi Equipo cuenta con una colección inmensa que para colmo va aumentando conforme avanza la temporada, pero por suerte este año contamos con más contenido que nunca, sobre todo offline. El modo Dominación sigue siendo el mejor y más seguro modo de conseguir nuevas cartas, habiéndose rebajado la dificultad notablemente de los primeros partidos, siendo sencillo dar verdaderas palizas frente a equipos flojos como Philadelphia, Chicago o Brooklyn, aumentado el reto progresivamente hasta llegar a la Dominación Histórica. También regresan los Desafíos Semanales, los cuales al ser completados nos otorgan fichas para canjear por cartas especiales, pero como principal novedad nos encontramos con los Desafíos del Calendario.

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Estos son retos en los que se nos enfrenta a situaciones especiales en las que en ocasiones estaremos varios puntos por debajo en el marcador, u otras serán partidos completos, y cuya dificultad dependerá, evidentemente, de la recompensa en juego, pudiendo ser esta una carta de contrato o una de jugador. Concretamente vamos a tener 30 desafíos por equipo, con lo cual nos vamos a un total de nada menos que 900 retos para completar y dotar de contenido más que de sobra para el jugador que no se atreva a adentrarse en las modalidades online, que dicho sea de paso, también han cambiado.

Por volver a comparar con un sistema ya conocido, Mi Equipo incorpora este año Paquetes y Playoffs, similar al FUT Draft de FIFA. Este modo consiste en elegir una carta de entre cinco para completar un quinteto con el que competir frente a otros, aunque al tratarse siempre de cartas de jugadores de élite, no siempre cuenta la habilidad del jugador, algo que sí queda resuelto en cierto modo en Supermáximo, que sustituye esta temporada a Camino a los Playoff. En realidad la estructura no ha cambiado, pero en esta ocasión sí tenemos un límite para configurar nuestra plantilla en relación con el valor de cada carta, determinada por el uso que le demos los jugadores de NBA 2K18. Lo que esto consigue es aportar cierta estrategia a la hora de crear nuestro equipo, no dejándolo solo al hecho de gastar VC -y con ello, dinero real- y enfrentándonos a equipos repletos de grandes estrellas.

Sigue siendo el rey en la cancha

El nivel de simulación al que ha llegado esta franquicia hace ya tiempo que roza, si no alcanza, la excelencia, añadiendo cada temporada pequeños retoques que no hacen sino mejorarlo. Esta generación comenzó muy fuerte, siendo considerado NBA 2K14 uno de los mejores juegos, si no el mejor, del estreno de las consolas actuales, pero poco a poco se han podido implementar novedades que han cambiado en cierto modo la jugabilidad. Tras el paso atrás en defensa que supuso NBA 2K17, esta temporada es más exigente a la hora de proteger nuestro aro.

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Uno de los aspectos más criticados el año pasado era la facilidad para robar balones en el bote, que posteriormente fue corregido vía parche. Afortunadamente esta temporada no es así, y la defensa al balón es importante para frenar a jugadores con talento en el 1 contra 1, pero no a la hora de forzar pérdidas. Por contra, se ha trabajado mejor la defensa en el bloqueo y continuación -jugada rota en anteriores ediciones-, sobre todo el comportamiento del defensor del jugador que bloquea, algo que se ve reforzado por uno de los aspectos que más me llamaron la atención en las primeras partidas hace unas semanas: la comunicación. Esta es clave en defensa en el baloncesto real, y se ha sabido plasmar en el videojuego, apareciendo en ocasiones algunas frases sobre la cabeza de los jugadores que nos avisan de la acción que van a llevar a cabo a continuación. Cambiar en un bloqueo, pasarlo por delante, parar el balón o hacer balance en un contraataque rival… en todo momento vamos a saber qué intención tienen nuestros compañeros manejados por la IA, con lo que no deja al azar nuestro siguiente movimiento. Sin duda, una novedad que parece baladí, pero no es tal.

La defensa tampoco se verá perjudicada esta vez por los bloqueos indirectos, en los que el jugador bloqueado tardaba demasiado en recuperar con su par, dejándolo completamente abierto para un tiro fácil, así como por las ayudas demasiado largas. En general, cuesta más encontrar el aro que en ediciones anteriores, y esto se ha visto reforzado por un medidor de tiro que también ha sufrido algunos cambios importantes.

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Esta vez no hay una barra bajo cada jugador cuando este hace un lanzamiento, sino que aparece a su  izquierda -o derecha, si así lo queremos-, además de contar con una notificación en la parte superior de la pantalla que nos indica el timing del tiro. Si hemos soltado el botón demasiado pronto o tarde se nos hará saber, algo imprescindible para conocer a fondo la mecánica de tiro de cada uno de nuestros jugadores habituales, que ya sabemos que en algunos casos es muy peculiar. La presencia del medidor no ha sido del gusto de todos, ya que no hace sino aportar un toque casual, pero es comprensible que haga falta una referencia cuando fallamos lanzamientos con grandes tiradores históricos como Larry Bird o Dirk Nowitzki por culpa de su mecánica nada ortodoxa.

También se notan cambios notables en los tiros cercanos al aro, más exigentes que nunca. Fintar cerca del aro para hacer saltar a nuestro par o rectificar en el aire van a ser acciones más usuales que nunca, y la cantidad de animaciones a la hora de encarar la canasta es realmente variada. Esto es sin duda imprescindible, ya que de alguna manera hay que representar la habilidad de jugadores pequeños como Kyrie Irving o Isaiah Thomas para anotar en la zona frente a otros mucho más grandes.

Es sobresaliente de la misma manera la forma en que los esquemas de cada equipo están recreados en el juego. Por ejemplo, cómo los Houston Rockets juegan con tres tiradores abiertos esperando el pase de James Harden, más Clint Capela rondando la zona, o cómo los Memphis Grizzlies juegan cortes y bloqueos a partir del pase a Marc Gasol en el poste alto, y es que uno de los aspectos fruto de obsesión de todo desarrollador, la inteligencia artificial, está fantásticamente trabajado.  También los jugadores buscan siempre la mejor posición cuando corren el contraataque, respetando perfectamente los espacios.

Sin Euroliga, pero con más equipos que nunca

La ausencia de los equipos de la Euroliga provocará polémmica entre algunos, pero siendo realistas, tenían una presencia testimonial en el juego. Por contra, tenemos más equipos históricos que nunca, con novedades como los Knicks de finales de los 90 con Allan Houston o Larry Johnson o los Grizzlies de los primeros años de Gasol en la NBA, además de contar con estrellas hasta ahora ausentes, como Chris Webber.

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A estos se suman los equipos All-Time, que reúnen los mejores jugadores de la historia de cada franquicia. Así, será posible jugar con unos Chicago Bulls que además de con Jordan y Pippen, contarán con un base de la categoría del Derrick Rose que fue capaz de ser MVP de la temporada2010-11, o por qué no, juntar a los hermanos Gasol en el equipo ideal de Memphis. De esta forma, no solo tenemos más posibilidades a la hora de elegir equipo para partida rápida, sino también más jugadores para el modo Mi Equipo y dicho sea de paso, un pedazo de la historia de la NBA en nuestra consola o PC.

¿Ha llegado al techo técnico?

El New Motion Engine ha conseguido mejorar esta temporada lo que parecía casi imposible de mejorar: el apartado visual de NBA 2K18. El modelo de los jugadores es notablemente superior, haciendo palidecer al de entregas anteriores y sobresaliendo en escenas de transición tras canasta o repeticiones, pareciendo mucho más reales y reconocibles. Alguno hay, pero no son muchos los jugadores con una recreación con una fidelidad por debajo de la media, notablemente alta. Lo que no parece tener mucho margen son aspectos como el público o la iluminación de la cancha, que lleva ya años alcanzando un gran nivel.

En el apartado sonoro tampoco es posible poner muchas pegas, ya que la banda sonora, más extensa que nunca aunque le falte variedad, siempre será cuestión de gustos, pero lo que es incontestable es el trabajo en el doblaje. Shaquille O’Neal, Kenny Smith, Kobe Bryant y Kevin Garnett forman un equipo de comentaristas fabuloso que hacen que, si se tienen nociones de inglés, sea la opción más recomendable. No queremos desmerecer el trabajo de Jorge Quiroga, Antoni Daimiel y Sixto Miguel Serrano, pero una vez más se reciclan muchos de sus comentarios, los cuales no siempre aportan. Probablemente haya llegado el momento de dar un giro en este sentido y juntar a la pareja que nos acompaña en las madrugadas de NBA: el propio Daimiel y el peculiar Guille Giménez.

Hemos analizado NBA 2K18 gracias a un código de su versión digital para PS4 facilitado por 2K.

9.5

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.