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Just Dance 2018

Just Dance 2018

  • PlataformaPS48.5PS3XBOWiiWiiUNSW360
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorUbisoft Paris
  • Lanzamiento26/10/2017
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol
  • EditorUbisoft

Just Dance, análisis

¿Quién dijo que los videojuegos promueven el sedentarismo? Ubisoft vuelve a conseguir que utilicemos todo nuestro cuerpo en Just Dance 2018, la última entrega de la célebre saga de títulos musicales que debe su nombre al archiconocido tema de Lady Gaga. Con vistas a la campaña de Navidad, el 25 de octubre llegó a todas las plataformas esta última entrega que asegura divertidas sesiones de baile.

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Los orígenes de Just Dance se remontan a 2009, donde se estrenó en exclusiva para Wii, la plataforma idónea para un videojuego basado en el movimiento corporal y destinado a un público familiar. El concepto estaba inspirado en un minijuego musical de Rayman Raving Rabbids 2 que consistía en agitar el Wii Remote o el Nunchuck para tocar instrumentos, mecánica que se recuperó para este videojuego en el que se replicaban pasos de baile imitando a un instructor. No obstante, la acogida de Just Dance no fue la esperada, puesto que la crítica condenó su extrema simpleza y la poca precisión de sus controles. Su posterior versión, Just Dance 2, llegó un año más tarde y aprendió de los errores de su predecesor; había mejorado su jugabilidad y presentaba nuevos modos de juego, entre los cuales destacaba un multijugador local más completo. En 2011, con la popularización de Kinect y Move, Just Dance 3 llegó a PlayStation 3 y Xbox 360, además de Wii, e incorporaba una función karaoke para las consolas de Microsoft y Sony. La saga ya era una habitual de cada campaña navideña y Just Dance 4 no faltó a la misma en 2012, con nuevos y más numerosos modos de juego. 

Estos populares videojuegos de baile llegaron a la nueva generación con Just Dance 2014, que también se publicó en las anteriores consolas e introdujo el World Dance Floor, un modo multijugador online en el que jugadores de todo el planeta competían por lograr la puntuación más alta en la misma canción. Just Dance 2015 fue el primero en incluir la posibilidad de utilizar el smartphone como periférico para la partida gracias a la aplicación Just Dance Controller, y agregaba un tablón en el que el jugador podía leer las noticias relativas al juego y lanzar y recibir desafíos de otros jugadores. Just Dance 2016 añadió Just Dance Unlimited, un programa de suscripción mediante el cual acceder a un catálogo de canciones mucho más amplio, en el que se incluían temas de ediciones pasadas. Just Dance 2017 aterrizó a Nintendo Switch, además de acudir a su cita anual con las consolas de última generación, y trajo un nuevo modo de juego llamado “Just Dance Machine”, en el que los jugadores cargaban el combustible de una nave espacial completando secuencias de baile.

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El baile como actividad lúdica 

Just Dance 2018 ofrece el espíritu básico de la saga: un título musical con un ambiente muy festivo, con un catálogo de exitosas canciones de diferentes géneros y llenas de ritmo al son de las cuales podemos bailar, imitando a un instructor en pantalla cuyos movimientos debemos replicar como si nos miráramos en un espejo. Los modos principales de juego son Kids, Just Dance y World Dance Floor. En Kids, tenemos una serie de canciones y coreografías destinadas a los más pequeños, entre las cuales está How Far I’ll Go, de la película Moana. Aquí, los bailes son muy sencillos y las calificaciones son mucho más genéricas, pues se basan en “haha!” para los pasos aceptables y “wow!” y “yeah!” para los pasos ejecutados con mayor precisión. 

En el modo Just Dance, accedemos a un catálogo limitado al que se suman nuevos temas a medida que subimos de nivel. Disponemos de canciones dance, pop, J-Pop, rock, clásicas, tradicionales, latinas y fitness. Si deseamos incorporar el baile a nuestra rutina de ejercicio físico, podemos activar el modo sweat, en el que se contabilizan las calorías quemadas y la duración de la sesión de danza. Varios de los temas ofrecen coreografías alternativas, como Waka Waka, del que tenemos su versión original o futbolística. Algunas canciones disponen de su versión extreme, en la que la coreografía es mucho más exigente en cuanto a ritmo. Asimismo, podemos activar el modo mezcla, en el que representaremos una secuencia compuesta por fragmentos de distintas canciones, y también podemos crear nuestra propia de reproducción y marcar nuestras favoritas. 

Dentro de Just Dance, tenemos el Dance Lab, un modo campaña compuesto por episodios que consisten en una secuencia de coreografías inspiradas en profesiones estereotipadas —como un árbitro o un policía—, géneros cinematográficos —como el baile del ninja—, animales —como la mosca huyendo de ser cazada— o en danzas regionales —como la kalinka—. Aquí sumamos puntos en función de los pasos que hemos sido capaces de imitar mientras dura el evento, sin entrar en calificaciones de calidad, y al final se calcula el resultado final. 

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Tres formas de bailar

En Just Dance 2018 para PlayStation 4, que es la versión que hemos jugado para el presente análisis, podemos usar tres tipos de controles: el Move, la PlayStation camera o el smartphone, que mediante la aplicación Just Dance Controller podemos convertirlo en un periférico para el baile. En cada canción, debemos imitar los movimientos del bailarín como si nos miráramos en un espejo. En la parte inferior de la pantalla visualizaremos un avance de los siguientes movimientos, que deberemos representar en el momento exacto. El juego se guiará por la posición en la que tengamos el mando o el móvil para validar el gesto, y la cámara usará la función de detección de movimiento. Cabe recordar que, para que la jugabilidad sea óptima, es necesario disponer de un salón amplio y bien iluminado, en el que haya una distancia mínima de 1,60 metros entre el televisor y nosotros, espacio que además conviene tener despejado, en especial para los pasos de baile que se ejecutarán tumbados. En cuanto a los periféricos que podemos utilizar, la captura de movimiento del móvil es correcta, aunque este dispositivo no sea el más cómodo para bailar debido a la falta de ergonomía de su diseño. En cuanto al Move, supone el control más idóneo, puesto que la detección de movimiento es casi perfecta y su diseño favorece la comodidad mientras bailamos agarrados a él. Si deseamos una mayor libertad de movimiento, el uso de la PlayStation camera es el más indicado, aunque su precisión necesita ser pulida, en especial si no jugamos con luz natural o llevamos prendas oscuras. 

Las coreografías que se presentan son para 1, 2, 3 y 4 jugadores. Si somos menos bailarines de los que requiere la propia canción, podemos representarla igualmente, aunque la experiencia es mucho más enriquecedora al tener alguien con quien complementar los pasos de bailes cooperativos, donde las interacciones favorecen la comunicación corporal sin llegar a ser invasivas, si bien hay pasos complejos como el alzar entre dos a una bailarina en brazos, construir un mini castillo humano entre cuatro. 

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Según la precisión con la que ejecutemos cada paso, obtendremos una calificación que va desde “X” —para los pasos no detectados o fallidos—, “OK”, “Good”, “Yeah”, “Super” y “Perfect”. Éstas van rellenando una barra que asciende de 0 a 5 estrellas y que al final se traduce en puntos de experiencia y mojo, una moneda virtual que podemos invertir en una máquina de bolas para conseguir nuevos avatares, pegatinas, coreografías y episodios del Dance Lab. Las pegatinas mencionadas se suman a sendos álbumes que, una vez completados, desbloquean una canción secreta. En definitiva, la idea de desbloquear nuevas canciones incentiva el componente adictivo del juego, y nuestra capacidad de autosuperación.

Durante cada partida, si disponemos de cámara y tenemos activada la función Autodance, el juego nos graba un fragmento de nuestra actuación y nos la muestra al terminar, con una edición acelerada de nuestros movimientos, y podremos guardar dicho clip y/o compartirlo en nuestras redes sociales y en la comunidad Just Dance TV, donde además podemos ver vídeos de otros jugadores y votarlos si nos han gustado.

Por otro lado, no falta el programa Just Dance Unlimited, del cual disponemos de tres meses gratuitos al instalar el juego. Aquí se incluyen más de trescientas canciones al que se irán añadiendo nuevas. Si somos muy asiduos a este juego, puede que las más de cuarenta canciones que incluye nos acaben aburriendo con el tiempo y nos planteemos la suscripción.

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La pista de baile mundial

En World Dance Floor, entramos en una pista de baile a nivel mundial con otros jugadores y en la que participamos automáticamente en cualquier evento que esté en marcha. Además de torneos breves en el que debemos bailar una serie de canciones para posicionarnos en una lista de clasificación, podemos cooperar juntos para derrotar a un rey de la pista que requiere una ambiciosa puntuación que sólo puede ser lograda mediante la suma de decenas de bailarines, o enfrentarnos en una batalla entre dos equipos masivos. En todos estos eventos, la experiencia online es muy gratificante e incita a la autosuperación, además de fomentar tanto la idea de la competitividad como de colaboración, y siempre desde la deportividad. Como punto negativo, es posible incorporarse a un evento que está a medias, o incluso terminando, con lo que la puntuación que sacaremos no será justa al habernos perdido media canción. 

Just Dance 2018 ofrece una experiencia muy divertida en la que recordamos lo estimulante y saludable que es la propia actividad de baile y de la que disfrutaremos sin tener la presión de ser bailarines profesionales. El hecho de contar con temas cargados de ritmo y muchos de los cuales son éxitos y temas muy reconocidos en el panorama musical internacional —Another One Bites the Dust, de Queen; o Blue (Da Ba Dee), de Eiifel 65, versionada por Hit The Electro Beat— invitan a poner todo nuestro cuerpo en marcha. Dichos temas se oyen con una nitidez perfecta y los vídeos en los que se representan lucen una estética psicodélica, llena de colores vivos y contrastados, con bailarines ataviados con el estilo que evoca cada canción o género musical, lo cual facilita que el jugador se sumerja en el ambiente festivo que ofrece el juego. 

8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.