[E3] Driver: San Francisco
La franquicia Driver vuelve a la acción con una nueva entrega que añade un elemento fantástico a la mezcla a la par que pretende volver a las raíces de los primeros juegos. John Tanner sigue dando guerra incluso en estado comatoso.
En la época de la primera PlayStation, hubo un juego que sorprendió muy positivamente a los jugadores de todo el mundo: Driver. En una época en la que GTA empezaba a dar sus primeros pasos, la obra de Reflections sorprendió a propios y extraños por su gran calidad y sus abundantes opciones de juego. Un título que marcó una época y se hizo un importante hueco en un mercado en el que no suele ser fácil destacar. La segunda parte mantuvo bastante bien el nivel del original, pero la tercera y cuarta entregas no dieron la talla y provocaron que el interés y el carisma de Driver cayesen en picado entre los usuarios. Una losa que muchos creían que no se iba a poder sacar de encima la franquicia.
Pero ahora llega Driver: San Francisco, un título que pretende devolver a la serie al lugar al que le corresponde. Por eso mismo, se promete como un regreso a los orígenes, a ese Driver original que encandiló a críticos y usuarios por igual; una declaración de intenciones que vimos ya desde el vídeo de presentación del título, una recreación en imagen real del tutorial de la obra original. Pero, ¿qué es lo que ofrece realmente esta nueva entrega de Driver? Ubisoft ha empezado a desvelar los primeros detalles de este nuevo capítulo, que nos lleva a un nivel espectral que puede parecer desconcertante al principio, pero que también puede ser capaz de ofrecer muchas opciones de juego.
La acción se sitúa pocos meses después del final de Driver 3. Al final de aquella entrega, el némesis de nuestro protagonista John Tanner le disparaba a nuestro héroe y este caía en coma. En este punto nos encontramos en este nuevo Driver: San Francisco, con Tanner en coma y con Jericho suelto por la ciudad. Nuestro objetivo será superar misiones para conseguir despertar a Tanner y detener la amenaza de Jericho. Son muchas las incógnitas en torno al desarrollo argumental, o cuál será el objetivo último de ambos personajes, pero el particular planteamiento dará pie a muchas posibilidades.
Volviendo a los orígenes, estaremos todo el tiempo dentro de vehículos, recuperando así las sensaciones tradicionales. El juego, como el propio título desvela, se desarrolla en San Francisco, pero la ciudad no será una recreación fiel de su homónima real, sino que tan solo se recrean los edificios más carismáticos. Esto no quita que podamos recorrerla a nuestro gusto y destrozar todo cuando nos encontremos por delante. ¿Cómo lo haremos, estando en coma? Pues muy fácil: traspasando nuestro espíritu de cuerpo en cuerpo, gracias a la nueva habilidad de Tanner, el Shift.
Dicha habilidad le permitirá cambiar de cuerpo, y así es como cambiaremos de vehículos. Por ejemplo, si vamos en una dirección y queremos cambiar de sentido, bastará con usar el Shift para salir de ese coche y seleccionar otro que vaya en dirección contraria. Obviamente, el tiempo se ralentiza para que podamos decidir con calma y precisión. La mayoría de los coches, como es lógico, serán genéricos y no aportarán gran cosa más allá de las características propias de todo vehículo normal; pero habrá algunos que nos ofrecerán misiones y con los que podremos avanzar en el desarrollo de la historia.
Para distinguir estos vehículos, podremos salir al mapa y subir hacia el cielo, alejando la vista de la ciudad (según parece, hay tres niveles de). Desde allí veremos caras de personajes, es decir, las misiones que podremos aceptar; en una, por ejemplo, Tanner se apoderaba del cuerpo de un policía en plena persecución de un sospechoso, y su objetivo sería el de sacar de la carretera al infractor. El coche perseguido deja un rastro, para no perderlo en la gran ciudad, y en caso de sufrir daños se podrá cambiar a otro coche policía para seguir la persecución. Todo esto con una jugabilidad propia del estilo de los juegos clásicos, ya que por ejemplo no podremos atropellar a los peatones.
Son muchas las incógnitas que giran en torno a este título todavía, pero sí se sabe ya, por ejemplo, que los coches son reales: más de 100 vehículos entre los que destaca el Dodge Challenger. Y no faltarán los modos multijugador para hasta ocho participantes, en los que se promete que el Shift jugará un papel crucial. No se puede negar que la propuesta de esta nueva entrega de Driver es muy peculiar, pero a la par se antoja bastante interesante, ya que si consigue sus propósitos podría devolver a la franquicia a su puesto de honor. Habrá que esperar para ver de qué es capaz John Tanner desde el hospital.
