‘El primer Dumas’: la fascinante historia del primer general negro francés y padre del célebre escritor

Alejandro Dumas es uno de los autores más leídos de todos los tiempos. ‘Los tres mosqueteros’, ‘El conde de Montecristo’, ‘El tulipán negro’… sus novelas han pasado de generación en generación. Pero lo que pocos saben es que su padre vivió una vida tan o más fascinante que cualquiera de sus personajes. ‘El primer Dumas’, el último trabajo de Salva Rubio y Rubén del Rincón, recupera esa historia real con una gran ambición narrativa y un metódico rigor histórico.

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De Saint-Domingue a la Revolución

Thomas-Alexandre Dumas nació en Saint-Domingue (actual Haití), una colonia francesa que antes había sido española. Su padre, un noble blanco, vendió a su esposa negra y a sus hijos —incluido el propio Alex— para costear su regreso a Francia. Poco después, el joven Dumas fue llevado a la metrópoli, donde descubrió que su padre era un aristócrata que lo reconoció como hijo legítimo y recibió una educación propia de su nueva clase social.

Con casi dos metros de altura, una fuerza física imponente y un talento natural para las armas, ingresó en la escuela de oficiales. Mientras tanto, en Francia se aprobaban leyes que restringían la llegada de personas negras desde las colonias y promovían su repatriación. A pesar de su estatus, Dumas sufrió discriminación y conflictos con las autoridades. Tras una fuerte discusión con su padre, renunció a su apellido paterno y a los privilegios de su clase.

Un ascenso meteórico en tiempos convulsos

Se alistó en el ejército como dragón y, con el estallido de la Revolución, fue destinado a Villers-Cotterêts, donde conoció a Marie-Louise, su futura esposa y madre del escritor. En 1791 participó en la llamada “jornada de sangre” en París, donde su intervención evitó una masacre civil, ganándose la enemistad de Lafayette.

Su carrera militar fue fulgurante: de soldado a general en apenas dos años. En 1792 rechazó un puesto en los Húsares para liderar la Legión Negra, un cuerpo de voluntarios afrodescendientes. En 1793, sin apenas caballos ni armamento, derrotó a los austriacos en Malde. A finales de ese año, en pleno Terror, fue nombrado general del Ejército del Norte, con 45.000 hombres a su cargo.

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El “diablo negro” y su caída en desgracia

En 1794 protagonizó una de sus gestas más legendarias: la toma del paso de San Bernardo, escalando una pared de hielo. Los austriacos lo apodaron “el diablo negro”. Pero su popularidad y su integridad moral le granjearon enemigos. Robespierre pidió su cabeza por su origen noble, aunque su caída salvó a Dumas de la guillotina.

Fue enviado a pacificar la región de la Vendée, donde sus medidas reformistas chocaron con el nuevo rumbo autoritario del gobierno revolucionario. En 1795, junto al general Kléber, inició una campaña contra Austria. Su estilo de liderazgo —siempre en primera línea— despertó la envidia de otros oficiales. En Italia volvió a enfrentarse a Napoleón, al que criticó por permitir el saqueo de las tropas. En una acción suicida, tomó un puente en el Tirol él solo, tras perder a su hija. Napoleón, impresionado, intentó reconciliarse con él y le ofreció un puesto de mando en su plana mayor, ofrecimiento que declinó.

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Egipto, prisión y olvido

En 1798 participó en la desastrosa campaña de Egipto. Tras la victoria en El Cairo, Dumas se enfrentó abiertamente a Napoleón por su autoritarismo y por permitir la esclavitud en territorios franceses, algo contrario a la Constitución de 1791. Cuando la flota británica de Nelson destruyó la armada francesa, Napoleón huyó a Francia dejando a sus generales y tropas atrás. Dumas logró embarcarse de vuelta, pero fue capturado en Nápoles y encarcelado durante dos años, envenenado lentamente. Nunca recibió respuesta a sus cartas a Napoleón pidiendo que mediara en su liberación, quien lo condenó al ostracismo.

Arruinado y enfermo, murió sin reconocimiento oficial. Su hijo Alejandro se encargó de mantener viva su memoria, aunque muchas de sus hazañas fueron puestas en duda por venir del novelista.

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Un cómic que reivindica y emociona

‘El primer Dumas’ fue publicado originalmente por Glénat en tres álbumes entre 2022 y 2024. Norma Editorial lo recupera ahora en una edición integral de lujo que incluye las tres entregas, bocetos, ilustraciones y un extenso artículo de Salva Rubio sobre el personaje y su contexto histórico.

El dibujo de Rubén del Rincón puede sorprender al principio: alejado del realismo clásico, apuesta por la expresividad y el trazo suelto. Pero funciona. La expresividad de los rostros, la energía de las escenas de acción y la fidelidad en los detalles históricos compensan con creces. La estructura de página se adapta a la densidad del texto, con pocas viñetas grandes y mucho contenido narrativo, lo que exige una lectura atenta.

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Conclusión

‘El primer Dumas’ es una obra ambiciosa, documentada y profundamente humana. Recupera una figura olvidada por la historia oficial y la presenta con emoción, rigor y sentido del espectáculo. Un cómic que demuestra el excelente momento del cómic español, tanto por parte de sus autores como de sus editoriales.

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Ficha

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