Por qué el villano de metal líquido de ‘Terminator 2’ es también el mayor agujero de guion de la saga

’Terminator 2: el juicio final’ es, para muchos, la mejor entrega de la saga ’Terminator’ y una de las mejores películas de acción y ciencia ficción de la historia. Y es que tras el gran éxito de la primera película de 1984 y aprovechando el mejor momento de toda una superestrella de Hollywood como Arnold Schwarzenegger, James Cameron quiso apostar todo a la que debía ser una de las grandes películas del género de principios de los años 90, sacando partido, además, de algunas de las técnicas más revolucionarias del momento en el sector de los efectos visuales aplicados al cine. El resultado es la magnífica cinta protagonizada por Schwarzenegger junto a Linda Hamilton y Robert Patrick, cuyo villano, el letal T-1000, es considerado como el mejor de la franquicia; y también el causante del mayor agujero de guion de la misma.

¿Cómo viajó en el tiempo el T-1000 ? Ni James Cameron lo sabe

Y es que una de las mayores sorpresas de ‘Terminator 2: el juicio final’ fue la presencia de una nueva clase de Terminator, un robot incluso más peligroso que los vetustos y musculosos T-800 encarnados por Schwarzenegger. Se trata del T-1000, un ciborg formado por una “polialeación mimética” de metal líquido semejante al mercurio a temperatura ambiente junto con nanochips que le permiten autorregenerarse, definido así por el propio Cameron: “Si el T-800 era un Panzer, un tanque dentro de un cuerpo humano, el T-1000 debería parecer mas a un Porsche, un asesino más astuto, un amenazador que no usaría la fuerza bruta como su principal arma sino la imitación e intimidación”.

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Sin embargo, la primera película de la saga estableció una norma clara sobre los viajes en el tiempo, necesarios para llevar los robots asesinos del futuro al pasado para cumplir misiones de asesinato, ya sea sobre Sarah Connor o su hijo, John Connor. Y es que según el canon oficial, los T-800 debían ocultar su imponente esqueleto artificial bajo tejido vivo, razón por la cual parecen humanos a simple vista. Todo ello para permitir su viaje en el tiempo, ya que solo los tejidos vivos pueden sobrevivir a los viajes temporales.

El problema es que el T-1000 no presenta ningún tipo de tejido vivo, ya que, como decimos, es un ciborg compuesto por una aleación de metal líquido. Es por ello que los robots que vienen del futuro viajan completamente desnudos, ya que la ropa, al no ser tejido vivo, no puede viajar en el tiempo. A falta de una justificación oficial por parte de James Cameron, la única forma de explicarlo es asumir, con generosidad, que la capacidad del T-1000 para imitar personas se extiende a la manipulación de las máquinas del tiempo.

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