Cine
Nuevo revés para ‘Horizon’ de Kevin Costner: el actor y director ha sido demandado por una controvertida escena sexual
Kevin Costner se enfrenta a una nueva batalla legal por ‘Horizon: An American Saga’: una especialista denuncia que no se tomaron las medidas oportunas para asegurar su dignidad en una escena de violencia sexual.

La ambiciosa saga wéstern ‘Horizon’ de Kevin Costner no consigue levantar cabeza. Tras el batacazo de taquilla que sufrió la primera entrega, el proyecto vuelve a estar en el centro de la polémica: el actor y director de este proyecto ha sido demandado por una especialista que denuncia su supuesta participación en una escena sexual ficticia sin garantías de seguridad mínimas al no haber un coordinador de escenas de sexo. Todo esto mientras Costner ya libra otra cruda batalla legal, mediante su empresa Horizon Series, contra la distribuidora New Line Cinema y el banco City National Bank de EEUU.
Kevin Costner es demandado por una actriz de ‘Horizon: An American Saga - Capítulo 2′ por, supuestamente, rodar una escena de sexo forzado sin garantías mínimas
El 27 de mayo, el medio Rolling Stone se hacía eco de la noticia: Kevin Costner había sido demandado por Devyn LaBella, una especialista de cine que presuntamente participó en una escena de violación que no constaba en el guion. En la demanda, LaBella acusa a los responsables de la película de no proporcionarle un aviso con la suficiente antelación o un coordinador de intimidad para la escenas de esta índole, y también afirma que no otorgó su consentimiento para grabar la secuencia en cuestión. Por estos motivos, la intérprete demanda tanto a Costner como a las compañías de producción por discriminación sexual, acoso, y crear un ambiente de trabajo hostil.

LaBella fue contratada como la doble de la actriz Ella Hunt; en la demanda se destaca que Hunt negoció la obligatoriedad de un coordinador de intimidad para las secuencias que requiriesen desnudos. “Ese día me sentí completamente expuesta, sin protección y traicionada por un sistema que prometía seguridad y profesionalidad”, contaba LaBella en una entrevista de The Hollywood Reporter. “Lo que me ha pasado ha quebrantado mi confianza y hará que a partir de ahora me mueva con pies de plomo en esta industria”, concluía. Por otra parte, Marty Singer, el abogado de Kevin Costner, reveló a Rolling Stone que “la demanda no se sostiene”, y que “hay contradicciones” entre los actos y las palabras de LaBella.
LaBella afirma que, mientras que participó en otra escena que sí constaba en el guion en la que el personaje de Hunt era víctima de violencia sexual, al día siguiente, Kevin Costner supuestamente le solicitó participar en otra escena similar con el personaje del actor Roger Ivens que no estaba en el guion, y en la que Hunt se negó a participar. “El señor Ivens levantó la falda de LaBella de forma violenta, como si intentase penetrarla contra su voluntad”, se indica en la demanda, añadiendo que esta escena no fue ensayada ni había un coordinador de intimidad presente, y tuvo lugar en un set abierto en lugar de ser grabada a puerta cerrada y con el personal mínimo.

Singer respondió a las alegaciones, argumentando que la actriz sí dio su consentimiento explícito en todo momento. “Ensayó la escena con otro actor, y le dio el visto bueno al coordinador de especialistas”. En la demanda, LaBella afirma que la experiencia fue “terrorífica”, mientras que Singer defiende a su cliente afirmando que “no se quejó en su momento, y no había nada que indicase que había problemas de ningún tipo”, añadiendo que “todos los especialistas cenaron juntos la noche del supuesto incidente”.
Todo apunta a que LaBella no busca una mera compensación económica, sino una sentencia ejemplarizante que derive en una mejora de las condiciones de los actores y actrices. Muchos intérpretes y especialistas se ven expuestos a escenas controvertidas no solo por su contenido sexual, sino porque también representan actos forzados —fingidos, evidentemente— en los que la seguridad, comodidad y dignidad de sus participantes es algo primordial. El sindicato de intérpretes SAG-AFTRA requiere que este tipo de secuencias sigan unas reglas muy estrictas, entre las que se incluye el consentimiento explícito y la grabación en un set cerrado.
El futuro de ‘Horizon: An American Saga’ de Kevin Costner y sus numerosos problemas legales y económicos
Aunque se trata de una disputa legal en desarrollo, las acusaciones contra la película de Kevin Costner son muy serias, y no son para tomarlas a la ligera. Pese a que no se trate de un caso de presunto abuso sexual, refleja una problemática que tristemente se da en muchas superproducciones de Hollywood: el escaso cuidado que se pone a la hora de proteger la dignidad de los intérpretes cuando hay que rodar escenas de carácter íntimo o sexual. Solo el tiempo dirá si las acusaciones de LaBella se sostienen y si el caso va a los tribunales.
La única certeza es que el futuro ambicioso proyecto ‘Horizon: An American Saga’ pende de un hilo. Concebido como una antología de cuatro películas del oeste, la primera de ellas, estrenada en 2024, solo recaudó 38 millones de dólares partiendo de un presupuesto de 50, convirtiéndose en un fracaso de taquilla severo que puso en peligro al resto de películas. Este fiasco ha derivado en una disputa en los tribunales entre la empresa de Kevin Costner y New Line Cinema, distribuidora de la película en algunos territorios. Aun así, la segunda película, que costó otros 50 millones, se estrenó también en 2024 pero solo en Venecia, mientras que la tercera está en desarrollo.
En cualquier caso, Kevin Costner está decidido a hacer que su visión se haga realidad, luchando contra viento y marea, llegando a poner 38 millones de dólares de su propio bolsillo para la primera entrega. Tras el traspiés de la primera parte, y sin fecha de estreno internacional para el segundo capítulo, así como los numerosos litigios en activo y el escándalo más reciente, sigue habiendo muchas dudas sobre la viabilidad de estas películas. En última instancia, no se sabe a ciencia cierta cuál es el plan de Costner para hacer que los largometrajes restantes lleguen a buen puerto.