Cine
Dirigió ‘American History X’ pero nadie quiere volver a trabajar con él y su historia de redención está por escribirse
De haber sido el director de una película de culto, a la lista negra de Hollywood.

En el otoño de 1998, American History X llegó a los cines estadounidenses con un torbellino de elogios, impulsada por la impactante actuación de Edward Norton en el papel de un violento supremacista blanco que busca redención. Sin embargo, el viaje de la película hasta la pantalla grande fue tan turbulento como su trama, marcado por un conflicto feroz entre su director, Tony Kaye, el estudio New Line Cinema y el propio Norton. El enfrentamiento no solo afectó el lanzamiento de la película, sino que también destrozó la prometedora carrera cinematográfica de Kaye antes incluso de que pudiera despegar.
Un inicio prometedor y un ascenso truncado
Tony Kaye, un cineasta británico aclamado en el mundo de la publicidad y los videoclips, había sido considerado una apuesta arriesgada pero visionaria para dirigir ‘American History X’. Aunque ya tenía una bien ganada fama de “extravagante”, lo cierto es que nadie podía negar su talento: 23 premios en los Design and Art Directions británicos por sus potentes campañas repletas de estilo e identidad audiovidual (Dunlop- Tested for the Unexpected, y “Relax” para British Rail son buenos ejemplos). Más un Grammy por el inolvidable vídeo músical God’s Gonna Cut You Down de Johnny Cash. Todos cimientos perfectos para saltar a las grandes ligas.
Con una estética potente y una sensibilidad artística peculiar, Kaye parecía preparado para realizar una transición triunfal al cine. Durante su primer rodaje, sin embargo, comenzaron a surgir señales de alarma: asistentes y productores describieron su comportamiento como errático desde el primer día, tanto en actitudes como en solicitudes incomprensibles como grabar horas de metraje improvisado.
A pesar de las tensiones, Kaye completó el rodaje en plazo. Fue en la sala de edición donde estalló la verdadera batalla.
La disputa por el montaje
Tony Kaye entregó un primer corte de ‘American History X’ de aproximadamente 95 minutos que definió como “una joya en bruto”. Este montaje, más crudo y fragmentario, reflejaba la visión original del director, enfocada en un retrato sombrío de la violencia y el odio, sin ofrecer un atisbo de luz al final del camino.

Nota: aquí hablaremos de detalles importantes de ‘American History X’ valga como aviso para quienes no la hayan visto y tengan el deseo de hacerlo.
El corte del director daba un giro siniestro al tristísimo final. En la cinta que vimos en el cine, el hermano pequeño del protagonista, Danny, es tiroteado en su colegio y la película acaba con su cuerpo ensangrentado en manos del personaje que interpreta Norton, Derek. Aun así, la cinta cierra con una nota para la esperanza, con la cita de Abraham Lincoln con la que Danny había terminado su trabajo de clase en donde quería mostrar públicamente su cambio de rumbo vital: “No somos enemigos, sino amigos. No debemos ser enemigos. Aunque la pasión nos tense, no debe romper nuestros lazos de afecto”.
En cambio, en el corte de Kaye, el final tras la muerte de Danny es Derek rapándose de nuevo la cabeza y sonriendo al espejo, la misma sonrisa estremecedora del día de su detención. Su historia de redención quedaba truncada por la muerte de su hermano y sólo quedaba el odio, y la venganza, parte de un ciclo interminable al que sus propios protagonistas no querían poner fin.

Edward Norton no estaba dispuesto a pasar por eso
Para Edward Norton, ‘American History X’ era también su gran oportunidad. Ya había dejado muestras de lo gran actor que era en ‘Las dos caras de la verdad’, que le valió una nominación al Oscar como actor de reparto, y la película de New Line Cinema era su trampolín a ser la estrella que quería ser. Sin embargo, su bien conocido perfeccionismo y tendencia a meterse en el trabajo de directores y guionistas chocaron de inmediato con Kaye, hasta el punto que libró una guerra abierta con el director que terminó de estallar con el montaje.
Con el apoyo de la productora, Edward Norton reclutó para la causa al premiado editor de ‘Apocalypse Now’, Jerry Greenberg,y lideró un nuevo montaje que extendió la duración de la película hasta los 119 minutos. Esta nueva versión desarrollaba más ampliamente la transformación moral de su personaje y aportaba una estructura narrativa más convencional. Recuperaba toda la historia de Derek en la cárcel, que Hayes había descartado casi en su totalidad, convirtiéndola en un pilar central de su historia de redención. También ponía el foco en su protagonismo, dado que en el montaje del director su papel quedaba más difuminado, como un peón más en el círculo del odio. Además, a Norton le horrorizaba el final de Hayes y lo que implicaba para su figura.
Kaye consideró esta intervención como una traición a su visión artística. Furioso, protagonizó una ristra de episodios que valdrían para escribir un libro: hizo un agujero en una pared de un puñetazo para no pegar al propio Norton; reclamó que se le tratara con la misma deferencia que se le daría a Stanley Kubrick pese a que era su primera película como director; solicitó retirar su nombre de la película y ser acreditado como “Humpty Dumpty”; trajo a una reunión con el productor a un cura, un rabino y un monje budista para que fueran testigos de sus exigencias y dieran su visión espiritual; invirtió más de 100.000 dólares de su dinero en anuncios de página completa en publicaciones como Variety y The Hollywood Reporter, en los que atacaba públicamente a Norton, al estudio, y al propio sistema de Hollywood, citando a figuras como John Lennon, Abraham Lincoln y Jesucristo. Todo un circo que no impidió que la película saliera a la luz, con su nombre como director.
Consecuencias devastadoras
El enfrentamiento terminó con Kaye demandando a New Line Cinema y al Sindicato de Directores por 200 millones de dólares, acusándolos de dañar su reputación y de incumplir su control creativo. La demanda fue finalmente desestimada. ‘American History X’ se estrenó en octubre de 1998 con el montaje impulsado por Norton, recibiendo críticas en su mayoría positivas. Edward Norton fue nominado al Óscar como Mejor Actor y la película se consolidó como un clásico moderno.
Para Tony Kaye, sin embargo, el daño fue irreversible. Su reputación de ser incontrolable le cerró las puertas de los grandes estudios durante años. Su siguiente película, ‘Lake of Fire (2006)‘, un documental sobre el aborto, fue aclamada por la crítica, pero Kaye nunca recuperó el nivel de influencia que pudo haber alcanzado tras su primer largometraje.
En entrevistas posteriores, el director admitió su responsabilidad en el conflicto, reconociendo que: “Hay que decirlo, fui un espectacular grano en el culo“. Sin embargo, puede que su propia historia de redención esté no tan lejos: en 2024 estrenó en el festival de Roma The Trainer, que también formará parte del festival de Tribeca el próximo junio. Y en su lista de trabajos en desarrollo está la película que puede volver a ponerle en el foco: ‘African History Y’ con el actor de ‘Amistad’, Djimon Hounsou, como protagonista.
Suscríbete al canal de MeriStation en YouTube, tu web de videojuegos y entretenimiento para conocer todas las noticias y novedades sobre el mundo del videojuego, cine, series, manga y anime. Análisis, entrevistas, tráileres, gameplays, pódcast y mucho más. También te animamos a seguir nuestra cuenta de TikTok.
¡Síguenos en ambas y, si estás interesado en licenciar este contenido, pincha aquí!