Tecnología
Prácticamente nadie lo sabe pero puedes conectar tu disco duro al router WiFi y descubrir funcionalidades más que interesantes
Convierte tu red doméstica en un centro de almacenamiento privado sin coste extra ni configuraciones complicadas.

En la mayoría de los hogares, el router WiFi es un dispositivo silencioso que rara vez recibe atención, más allá de cuando falla la conexión a internet. Sin embargo, pocos saben que, si tu router cuenta con un puerto USB, podrías estar dejando pasar una funcionalidad extremadamente útil y, en muchos casos, desaprovechada: la posibilidad de convertir tu red doméstica en una verdadera nube privada.
Un “extra” con potencial de oro
Aunque muchos lo ven como un simple conector más, el puerto USB que incorporan algunos routers WiFi modernos es, en realidad, una puerta a funcionalidades avanzadas que van mucho más allá de cargar tu teléfono o conectar una impresora. Si tienes a mano un disco duro externo (ya sea HDD o SSD), podrías estar a unos pasos de habilitar un sistema de almacenamiento compartido, sin costos mensuales, sin registros y sin depender de servicios externos.
La lógica es sencilla: al conectar un disco duro al router, puedes transformarlo en una especie de NAS (Network Attached Storage), o lo que es lo mismo, una nube personal accesible desde cualquier dispositivo conectado a tu red local. Este sistema te permite guardar, compartir y mover archivos desde tu PC, smartphone o tablet, como si estuvieras trabajando con Google Drive o OneDrive, pero sin salir de tu red privada.

¿Cómo se activa esta función?
Lejos de ser un proceso complicado, habilitar esta utilidad solo requiere unos minutos. Todo comienza accediendo a la interfaz del router, habitualmente desde una de las direcciones IP “192.168.1.1” o “192.168.0.1”. Una vez dentro, basta con conectar el disco duro al puerto USB del router y dirigirse al apartado que suele llamarse Almacenamiento USB, Servidor de Archivos o similar.
Aquí es donde se encuentran los modos Samba (SMB) y FTP, que permiten compartir archivos en red local o acceder a ellos remotamente desde otro equipo. A través de esta configuración, puedes establecer qué dispositivos y usuarios pueden acceder al contenido del disco, así como definir las carpetas compartidas.
Una nube casera
Con esta configuración, todos los dispositivos conectados a la red WiFi podrán ver el disco duro como una unidad de red, permitiéndote mover archivos, ver vídeos, guardar fotos o incluso imprimir documentos de forma inalámbrica. Todo esto, sin necesidad de tener conectado el disco directamente a tu ordenador o móvil.

Este sistema no solo ofrece comodidad, sino también ahorro. No dependes de servicios en la nube con suscripciones mensuales ni necesitas modificar el hardware de tu PC para aumentar su almacenamiento. Además, puedes centralizar archivos importantes, realizar copias de seguridad e incluso actualizar el firmware del router de manera más eficiente.
Una función práctica y poco conocida
En una era donde la gestión de datos y almacenamiento se vuelve cada vez más esencial, esta función del router pasa casi inadvertida para la mayoría de los usuarios. Y, sin embargo, tiene un potencial enorme: actúa como un pequeño servidor doméstico que puede simplificar tu vida digital.
Si tienes un router con puerto USB y un disco duro disponible, no lo dudes. Este pequeño cambio puede transformar por completo tu manera de gestionar archivos, ahorrarte dolores de cabeza y darte un control total sobre tu información. Todo, sin salir de casa.

Sigue el canal de MeriStation en Twitter. Tu web de videojuegos y de entretenimiento, para conocer todas las noticias, novedades y última hora sobre el mundo del videojuego, cine, series, manga y anime. Avances, análisis, entrevistas, tráileres, gameplays, podcasts y mucho más.
¡Suscríbete! Si estás interesado en licenciar este contenido, pincha aquí.