Tecnología
Gasta casi 2.700 euros en el PC de sus sueños y años después el gamer recibe una cruda lección: “No son una inversión”
Un jugador polaco comparte una interesante reflexión sobre el valor de comprar ordenadores de última generación.
¿Quién no ha soñado con montar el PC definitivo? Gráfica top, procesador de infarto, LEDs por todas partes y, por qué no, refrigeración líquida personalizada. Eso fue justo lo que hizo un jugador durante la pandemia: invirtió cerca de 2.700 euros (unos 13.000 zlotys polacos) en su máquina ideal. Pero solo unos años después, la realidad le golpeó de frente: “los ordenadores no son una inversión”.
La confesión, compartida en Reddit por el usuario de Polonia Slash_rage, no tardó en hacerse viral y en generar reacciones entre otros jugadores. Y no es para menos: aquel equipo de ensueño, con los mejores componentes del momento y un sistema de refrigeración hecho a medida, hoy apenas alcanzaría a tener un valor de 800 dólares en el mercado de segunda mano. Menos de una cuarta parte de su precio original. Y no es un caso aislado. Otro usuario contaba cómo su torre, equipada con una RTX 3080 Ti y un Ryzen 5900X, le costó 1.800 dólares hace no tanto. Ahora, con suerte, podría venderla por alrededor de 1.000. Y eso que en su día era una auténtica bestia tecnológica.
¿Por qué el valor de los ordenadores baja tanto?
La respuesta es sencilla: la tecnología avanza a toda velocidad. Nuevas gráficas, nuevos procesadores, nuevos estándares como DDR5... Y claro, lo que era puntero hace tres años, hoy puede quedarse corto o ser incompatible con las últimas funciones de muchos juegos. Además, tecnologías como DLSS 4.0 de NVIDIA o FSR 4.0 de AMD solo funcionan en las gráficas más modernas, lo que hace que incluso modelos muy potentes pierdan atractivo. Y en el mercado de segunda mano, eso se traduce en menos interés y, por supuesto, precios más bajos.
Como señalaba otro usuario del foro: “Dentro de cinco años, alguien comprará un PC con una RTX 4090 por una fracción de lo que pagó su primer dueño. Así funciona esto”. Así pues, la conclusión es clara: si te compras un PC gamer, hazlo para disfrutarlo, no para revenderlo. Exprime cada partida, sácale el jugo a cada frame, y cuando toque renovarlo, al menos tendrás el consuelo de haberlo aprovechado al máximo.
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