Tecnología
Adiós a Bizum: este es el plan de los bancos europeos para obtener mayor libertad tras la guerra de aranceles
La aplicación de transferencias instantáneas, tal y como se conoce, podría estar viviendo sus últimos días como líder indiscutido.

En un contexto marcado por la incertidumbre geopolítica y las crecientes tensiones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos, la independencia financiera se ha convertido en una prioridad estratégica para el continente. Hasta ahora, la mayoría de las transacciones internacionales de los europeos pasaban inevitablemente por manos estadounidenses, concretamente a través de Visa y Mastercard. Sin embargo, esta dependencia comienza a resquebrajarse. Europa ha puesto en marcha un plan para tomar el control de sus sistemas de pago y lo hace con una nueva herramienta sobre la mesa.
El nacimiento de una alternativa europea
Europa está escribiendo un nuevo capítulo en su historia financiera. La creciente tensión comercial con Estados Unidos ha empujado a la Unión Europea a acelerar un ambicioso proyecto: la creación de una infraestructura de pagos propia, segura y unificada. Su nombre es Wero, y ya es considerada por muchos como el “Bizum europeo”.

Actualmente, cada país europeo cuenta con su propia solución de pagos instantáneos. Bizum en España, Bancomat en Italia, MB Way en Portugal, son algunos ejemplos. Si bien resultan eficaces a nivel local, estas plataformas no permiten transferencias directas entre ciudadanos de distintos países. La falta de una herramienta común se ha vuelto un cuello de botella para una Europa que avanza hacia la integración digital y financiera.
Bizum, de hecho, ha comenzado su internacionalización, operando ya en países como Italia y Portugal. Pero este movimiento, lejos de unir, podría agravar la fragmentación si no se integra adecuadamente con Wero.
Una respuesta estratégica a un nuevo orden global
El detonante que ha propiciado este cambio no es solo tecnológico, sino geopolítico. El aumento de aranceles de Trump ha evidenciado un riesgo que hasta ahora parecía invisible, la vulnerabilidad de Europa frente a sanciones que puedan limitar el uso de sistemas de pago como Visa y Mastercard.

Wero no es simplemente una innovación, también es una apuesta estratégica por la soberanía financiera europea. Su objetivo es claro: crear una plataforma única, vanguardista y con capacidades transfronterizas que funcione en todo el continente, tanto para pagos locales como internacionales.
El reto de coordinar a toda Europa
Aunque la visión es compartida, la realidad es compleja. Integrar a decenas de bancos, reguladores y sistemas nacionales bajo un mismo sistema operativo es un desafío logístico y político. Sin embargo, la presión del contexto global está agilizando las conversaciones.
Para que Wero triunfe, será clave alinear intereses, establecer estándares comunes y garantizar la compatibilidad con las soluciones actuales. Si lo consigue, Europa no solo dará un paso adelante en su integración digital, sino que enviará un mensaje claro al mundo. Está lista para decidir su propio destino financiero.

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