Análisis de MLB The Show 25, San Diego sigue impulsando bases para los fans del béisbol

Como cada primavera, San Diego Studios es fiel a su cita con las Mayores, y aunque ha habido algunos altibajos a lo largo de los últimos años, es garantía de muchas horas entretenimiento para los fieles al béisbol. Aunque en España no sea un deporte especialmente popular, sí lo es en Latinoamérica y Japón, país del que es oriundo el actualmente mejor jugador del momento y con el contrato más alto de la historia del deporte (700 millones por 10 años), Shohei Ohtani. Lejos de mantenerse inamovibles cada temporada, los californianos demuestran escuchar a su comunidad con cambios claramente basados en el feedback de esta, aunque una vez más se echa en falta un paso adelante que, a pesar de haber dejado atrás la pasada generación, aún está por darse. A pesar de ello, MLB The Show 25 la manda fuera del estadio con una de las mejores entregas recientes.

Y lo hace sin implementar grandes cambios sobre el verde, y es que la base jugable lleva ya sentada desde hace mucho tiempo, habiéndose mostrado sobradamente solvente, y sobre la que tan solo es necesario añadir unos pocos detalles cada temporada. No es que sea necesario para que el juego mejore per se, sino para que el jugador sienta que al menos sí hay cierto esfuerzo porque se sienta, aunque sea un poco, diferente respecto a la temporada anterior. En esta ocasión, seguramente la principal novedad -al menos cuando jugamos como equipo- sea el Ambush Hitting, una suerte de pronóstico sobre hacia qué lado de la zona de strike irá el pitcheo: si acertamos, lograremos un push en contacto y fuerza, si fallamos, evidentemente será al contrario. No es imprescindible hacer uso de ello, ya que al fin y al cabo no deja de ser jugar a las adivinanzas, y todo dependerá de la decisión del pitcher.

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Como siempre, San Diego vuelve a ofrecer un montón de opciones de control para cada uno de los aspectos del juego -pitcheo, bateo, fielding...-, haciendo que el juego sea completamente accesible para todo aquel que esté dispuesto a darle una oportunidad. Así, por opciones de personalización no va a ser, el único límite está en el punto en que queramos descubrir un deporte tremendamente popular en otras partes del globo, pero que por el momento no lo es en España. De igual manera, y aunque sea ya una seña de identidad de la saga, hay que destacar que la dificultad dinámica, basada en tiempo real en nuestra actuación, cambia de manera automática para que sea constantemente un desafío, pero nunca hasta llegar a un momento en que sea algo frustrante para nuestra experiencia.

Sí que vamos a descubrir un montón de novedades jugables cuando controlemos a un solo jugador, eminentemente en Road to the Show. Aquí se han añadido un buen puñado de cambios a modo de quick time events que dan más empaque a un modo que ha recibido un empujón más que interesante.

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Conviértete en leyenda desde los barrizales

Como decíamos poco más arriba, nos encontramos ante el mejor Road to the Show de la historia de la saga, siendo este un modo que necesitaba cambios, ya que llevaba ya varias temporadas estancado. En esta edición además comenzaremos antes que nunca, ya que partiremos nuestra carrera desde los campos más modestos, hasta que una universidad se interese por nosotros. Tras fichar por el college que deseemos, y tras solo un año, podemos elegir entre continuar nuestra carrera universitaria o dar el salto a las Mayores, aunque evidentemente va a ser como mera comparsa. A partir de aquí, nuestras actuaciones y nuestras decisiones nos llevarán por un camino u otro, pero con una cantidad de funciones inédita hasta ahora.

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Bien es cierto que como cabía esperar, una carrera completa va a constar de miles de partidos -cada temporada regular de la MLB son 162-, pero también hay que destacar que solo vamos a jugar nuestras apariciones en cada uno, con lo que se trata de un modo bastante más ligero de lo que podríamos pensar en un principio. RTTS se presenta como un modo con más opciones que nunca para ser disfrutado, justo cuando pensábamos que podría llegar a pasar al olvido, y es una gran noticia que en San Diego no lo hayan defenestrado definitivamente.

Además, cada partido es tremendamente dinámico no solo por jugar nuestras presencias, sino porque antes de algunas de ellas se nos plantean desafíos que cumplir, pero siempre bajo nuestra elección, cumpliendo la máxima de que a mayor riesgo, mayor recompensa. Por ejemplo, antes de un turno de bateo decidimos: ¿vamos a por un single? ¿Apostamos por un double? ¿O nos atrevemos y vamos con todo a por un home run? Sea cual sea nuestra decisión, obtendremos una mejora en forma de tokens -para incrementar nuestras estadísticas-.

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Diamond Dynasty vuelve a ser lo que era: el espejo donde mirarse para el género

Los habituales ya lo saben: Diamond Dynasty es el equivalente en MLB The Show a Ultimate Team en EA Sports FC o My Team en NBA 2K, es decir: el modo de coleccionismo y apertura de sobres plagador de micropagos... o no. Y es que una vez más, San Diego Studios presume de generosidad en un modo que debería ser el ejemplo para todas las sagas deportivas, demostrando que es posible hacerlo sin convertirlo en un pay to win descarado. Es tremendamente sencillo conseguir sobres y nuevas cartas constantemente, con un montón de desafíos y submodos, y prácticamente tras cada partido vamos a tener alguna recompensa esperándonos. Sin embargo, es difícil equilibrar esta generosidad con la sensación a medio plazo de que ya tenemos todo lo que podríamos conseguir, con lo que como siempre, habrá que esperar a ver cómo evoluciona DD en el largo plazo.

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Hay que hablar de dos novedades principalmente: una, dar marcha atrás en las temporadas estándar, y como ocurre en algunos juegos de cartas online tradicionales, retirar algunas de ellas de cara al juego competitivo. Esto hacía que por una parte, tuviéramos que renovar nuestro equipo constantemente, pero por otro lado, nos obligaba a desechar algunas de nuestras favoritas porque ya no eran válidas. Esto no convenció a la comunidad, y afortunadamente, se ha revertido en esta edición.

Por otro lado, Diamond Dynasty presume de tener una cantidad de submodos abrumadora: Conquest, Showdown, Mini-Seasons... a los que hay que sumar los múltiples multijugador y una novedad divertidísima como es Diamond Quest. Se trata de un modo roguelike disputado en un tablero en el que hay múltiples casillas con desafíos, recompensas y en el que de tanto en cuanto vamos a tener que decidir si vamos a por más o nos quedamos con lo conseguido hasta el momento. Para ser una primera toma de contacto y un nuevo añadido funciona bastante bien si no queremos meternos de lleno en un Conquest o jugar uno de esos larguísimos partidos de multijugador con rango a 9 entradas.

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NOTA FINAL: 8,4/10

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