
Sid Meier's Civilization VII
- PlataformaPC9NSWPS4XBOPS5XBS
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorFiraxis Games
- Lanzamiento11/02/2025
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- Editor2K Games
Review
Análisis de Civilization VII, el referente de la estrategia por turnos vuelve con una entrega soberbia
Casi 9 años después, la saga vuelve con uno de los juegos más rompedores de su historia.
Los amantes de la estrategia están de enhorabuena. Una de las sagas más importantes del género vuelve con energías renovadas y un marcado espíritu transgresor, ofreciéndonos una entrega soberbia que nos ha conquistado por completo. La serie de culto creada por Sid Meier y Bruce Shelley en 1991, entonces bajo el sello de Microprose, ha marcado desde entonces las pautas de la estrategia por turnos y ha sentado las bases de lo que se conoce como juegos 4X, ya que las premisas de esta clase de juegos se sustentan sobre cuatro pilares: explorar los mundos virtuales que nos presentan, expandir nuestros imperios, explotar los recursos a nuestro alcance para que nuestra civilización florezca y, en última instancia, exterminar a quien ose interponerse en nuestra ascensión a la gloria.
El objetivo final en todos los títulos de la saga es el mismo: guiar a una incipiente civilización virtual desde los albores de su nacimiento hasta ser la nación más dominante sobre la faz de la Tierra, bien sea convirtiéndola en una cuna de saber y tecnología que conquiste las estrellas antes que las naciones rivales, o barriendo a las mismas del mapa al frente de una súper potencia bélica si optamos por un planteamiento más agresivo. Hay mil y una formas de jugar a Civilization, todas ellas plenamente satisfactorias y de lo más divertidas. La profundidad de los juegos y la abrumadora cantidad de opciones y posibilidades que brindan para gestionar nuestro imperio bien daría para dedicarle una tesis doctoral a cada una de las entregas de la serie, y pese a ello esta siempre ha ofrecido títulos accesibles para todo tipo de jugadores sin importar su nivel de experiencia con el género o la propia saga.

Han transcurrido casi 9 años desde el lanzamiento de Civilization VI, el mayor lapso de tiempo entre dos entregas de la saga, lo cual ya nos da pistas de lo ambicioso de esta entrega. El propio Sid Meier ha declarado que una de las premisas innegociables para la saga es evitar que esta siga el camino de títulos deportivos como Madden o series como Call of Duty con sus respectivas entregas anuales. Cada nueva entrega de Civilization debe estar plenamente justificada más allá del pertinente avance visual y técnico. Y lo cierto es que con Civilization VII han cumplido con creces con dicha premisa, ofreciendo una entrega muy innovadora, llena de cambios de gran calado y que se ha atrevido a arriesgar con varias nuevas premisas que sorprenderán a los seguidores más acérrimos de la serie. Todo ello para ofrecer un juego que nos ha encantado y que se convierte por derecho propio en un nuevo referente del género, un título casi infinito que brindará miles de horas de diversión a quien busque un juego de estrategia y gestión lleno de posibilidades y enfoques para todo tipo de jugadores.

Lleva las riendas de tu civilización
La premisa básica se mantiene con respecto a lo visto en otros títulos de la saga: debemos gestionar nuestro imperio para obtener la victoria frente a un número aleatorio de naciones rivales, pudiendo lograr dicha victoria por cuatro métodos: el científico, el cultural, el económico o el bélico. Deberemos fundar ciudades y asentamientos, y mejorarlos con construcciones y modificaciones del entorno que nos permitan obtener recursos como son oro, producción de ciencia, cultura, felicidad para nuestros ciudadanos y diplomacia. Todo ello en base a infinidad de decisiones, siendo la primera la elección del lugar adecuado para fundar cada una de nuestras ciudades, que se aprovecharán de diversas bonificaciones de entorno en función de su ubicación. A continuación habrá que ir eligiendo la producción de dichas urbes, entre diversas construcciones que reportarán beneficios en distintos campos, o unidades como colonos que permiten fundar nuevos asentamientos o destacamentos militares para defensa o conquista. Incluso podemos embarcarnos en la construcciones de grandes maravillas de la humanidad, como el Coloso de Rodas o Los Jardines colgantes, las cuales nos proporcionarán grandes beneficios y abrirán paso a una época de esplendor cultural.

También habrá que elegir qué avances tecnológicos y conocimientos decidimos estudiar , y seleccionar entre distintos tipos de gobierno y avances culturales. La cantidad de variables a las que hay que prestar atención es enorme, y siempre estamos descubriendo elementos interesantes y nuevas vías para que nuestra civilización florezca. También habrá que prestar especial atención a la diplomacia y las relaciones con los demás imperios presentes en nuestras partidas, así como prepararse para defender nuestras urbes o incluso lanzarnos a despiadadas campañas bélicas en pos de la dominación mundial. Pese a lo abrumador de su propuesta en un inicio, estamos ante un título amigable que fomenta la experimentación y resulta satisfactorio en todo momento y que además nos ofrece 6 niveles de dificultad que hacen que la experiencia resulte placentera para todos los niveles de pericia con el género. Civilization VII es uno de esos títulos donde las horas pasan volando sin darnos cuenta, no en vano esta saga es la principal culpable de que se acuñara la popular expresión “un turno más y lo dejo” hasta que nos percatamos que nos han dado las tantas al frente de nuestro imperio virtual.
Multitud de novedades
Como ya hemos comentado, estamos ante una de las entregas más transgresoras e innovadoras en la historia de la saga. Los cambios comienzan incluso antes de lanzarnos al ruedo, ya que por primera vez, el líder o figura histórica que elijamos al frente de nuestro imperio no está ligado a una civilización en concreto, debiendo elegir ambos por separado. Tenemos a figuras históricas como Isabel la Católica, Napoleón, Benjamin Franklin y muchas más, y podremos ponerlos al frente de distintas dinastías como la griega, la romana y otras tantas. Tanto los dirigentes como las distintas civilizaciones tienen características únicas y bonificaciones propias, por lo que juntando unos con otros obtendremos diversas sinergias a explotar en las partidas, ofreciendo esta novedad infinidad de combinaciones y posibilidades.
La otra novedad rompedora es la división de las partidas en tres eras, la era antigua, la era de los descubrimientos y la era moderna. El progreso de la era lo indica un marcador en la esquina superior izquierda de la partida, y se va llenando a medida que las distintas civilizaciones consiguen unos determinados hitos. El avance del indicador de progreso es común para todos los imperios presentes en la partida y todos ellos realizan la transición a la siguiente era de manera simultánea. Dentro de cada era podemos optar por seguir alguna de las cuatro rutas de legado, la científica, la cultural, la económica o la militar. Se nos pedirán diferentes objetivos, como estudiar la escritura y construir una biblioteca en la ruta científica, o construir un determinado número de maravillas del mundo en la ruta cultural, y al alcanzarnos obtendremos una serie de puntos de legado que podremos canjear por diversas mejoras en la siguiente era. Las victorias al completar alguna de las rutas de legado en las dos primeras era serán parciales, debiendo completar alguna de dichas rutas en la última era para alzarnos con la victoria definitiva.

Esto abre la posibilidad de grandes remontadas, y nos permite diversificar nuestros esfuerzos en distintas rutas en las era previas para centrarnos en una concreta en la última para alcanzar la victoria definitiva. Por si este planteamiento no fuera suficientemente rompedor, cuando realizamos la transición de era deberemos elegir una nueva civilización para nuestro imperio, de entre las disponibles para dicha era, por lo que la cosa cambiará por completo. Esto exige una alta capacidad de adaptación y planificación a largo plazo, e incluso las civilizaciones disponibles en la nueva era se desbloquearán en algunos casos en función de nuestras acciones en la previa. Los períodos previos a la transición estarán marcados por épocas de crisis donde se aplicarán diferentes penalizaciones a nuestro imperio, y varias de las construcciones y unidades quedarán obsoletas al realizar el cambio de era y las perderemos con sus respectivas bonificaciones. Todo ello supone un cambio radical para la serie, y lo cierto es que a nosotros este nuevo planteamiento nos ha gustado mucho y nos ha convencido.

No se quedan ahí las novedades: siguiendo con la política iniciada en la anterior entrega, la gestión de las urbes es más directa, y se han eliminado por completo la figura de los constructores, debiendo gestionar los núcleos urbanos directamente, teniendo en cuenta que las construcciones ocupan espacio en las mismas, y que las casillas de las ciudades pueden ser suelo urbano donde ubicar mejoras, o terreno mejorado directamente a granjas o serrerías, por poner un ejemplo. También podremos asignar especialistas a las casillas urbanas, que proporcionan recursos pero también los consumen, e incluso construir barrios específicos para cada cultura ubicando dos construcciones especiales en la misma casilla. Los nuevos asentamientos se fundarán como pueblos y no como ciudades, funcionando de manera diferente a estas, aunque siempre podremos convertirlos en ciudades pagando un peaje económico.
La diplomacia también ha sido fuertemente potenciada, debiendo estar muy atentos si queremos mantener buenas relaciones con los demás imperios, ofreciéndoles distintos intercambios o aperturas de fronteras, aunque también dispondremos de muchas opciones para espiarlos o hacerles la puñeta si queremos optar por esta vía. Esta rama del juego ha ganado mucho peso, y deberemos prestarle mucha importancia si no queremos que las cosas se salgan de madre. La vertiente bélica del juego también se ha potencia, incluyendo la figura de comandantes que pueden agrupar varias unidades bajo su mando, siendo más sencilla su gestión y disposición en el campo de batalla. Junto a todo ello, hay multitud de pequeños cambios aquí y allí, que en general mejoran la experiencia, y o cierto es que hay que aplaudir fuertemente el afán del señor Meier y su equipo de Firaxis por huir del previsible estancamiento que podría sufrir la séptima entrega de una saga de tanto peso y tan largo recorrido.
Lo menos bueno
Poco hay que reprochar a esta nueva entrega de la saga. Quizá lo más grave sea la ausencia de un tutorial de verdadera entidad, algún escenario de prueba donde se guíe de manera efectiva a los jugadores noveles en los muchos entresijos de esta nueva entrega. Cierto es que contamos con diversos mensajes de ayuda y recomendaciones en los inicios de las partidas, pero se antojan un tanto escasos. En cualquier caso, siempre podremos acceder a la Civilopedia, un compendio de todo lo que ofrece el juego a modo de enciclopedia sobre el mismo que hace verdadero honor a dicho término. Creemos que también se deberían mejorar los tiempos de carga, demasiado extensos en algunos casos cuando comenzamos o cargamos partida, y quizá la inteligencia artificial enemiga necesite algún pequeño ajuste, cosa habitual en los lanzamientos de los diferentes títulos de la saga. Y la verdad es que el precio de la edición más completa del juego, la Founder´s Edition, nos parece muy elevado, nada menos que 129,99 euros.

Una era dorada para la estrategia por turnos
Por lo demás, estamos ante un lanzamiento sumamente pulido, hasta el punto de que no hemos sufrido ni un solo bug en más de 40 horas de partida, siendo la estabilidad del título fantástica, pudiéndose decir lo mismo del rendimiento y optimización del mismo, estando verificado el título para su perfecto desempeño en la Steam Deck. Las partidas multijugador online también funcionan a las mil maravillas, aunque es cierto que tampoco hemos profundizado excesivamente en este punto, pero nuestra experiencia resultó satisfactoria mientras la probamos.
Para rematar una entrega soberbia, Firaxis la ha engalanado con un apartado audiovisual magnífico. Se ha abandonado el acabado gráfico excesivamente cartoon de la sexta entrega para apostar por un acercamiento más sobrio, luciendo el título estupendamente en pantalla. El detalle de las construcciones y unidades es muy alto, y nuestras ciudades y grandes urbes lucen como bellísimos dioramas llenos de detalles, color y vida. La banda sonora resulta plenamente satisfactoria, acompañando a la perfección a lo que acontece en pantalla, épica por momentos y ofreciendo composiciones de genial factura. El trabajo de doblaje al castellano es totalmente profesional, perfecto en la dicción y los tiempos, completando un trabajo de localización a nuestro idioma perfecto.

Conclusión
Uno de los grandes nombres del sector vuelve con nuevos bríos, ampliando horizontes y ofreciendo una nueva entrega arriesgada y fresca. Civilization VII es un soberbio juego de estrategia por turnos 4x, lleno de opciones y posibilidades, ofreciendo una profundidad descomunal, pero a la vez sabiendo ser accesible para todo tipo de públicos. Su propuesta de guiar a nuestra propia civilización virtual desde los albores de su creación hasta las mismísimas estrellas es una de las más divertidas y adictivas. Las horas vuelan casi sin darnos cuenta turno tras turno, y el título posibilita infinidad de acercamientos, tácticas y formas de jugarlo en base a multitud de parámetros. Conservando todo lo bueno de la saga, Sid Meier ha apostado por ofrecer una entrega muy renovada, con muchos cambios de gran calado, que le dan nuevos aires a la saga y en nuestra opinión le sientan de maravilla. Un título casi infinito, que requiere de la dedicación de una tesis doctoral para dominar todo lo que ofrece, pero a la vez resulta satisfactorio si nos lo tomamos con calma y simplemente nos dejamos llevar a ver a dónde conducen nuestras decisiones al imperio que elijamos. Un imprescindible de la estrategia, y sin la menor duda uno de los mejores títulos de este año que acaba de comenzar.
Lo mejor
- Una entrega muy arriesgada y rompedora, con multitud de cambios importantes que le sientan de maravilla a la fórmula tradicional de la saga.
- Sistema de juego profundo y con infinitas posibilidades y opciones, y que a la vez resulta accesible y satisfactorio para todos los niveles de experiencia.
- Uno de los títulos con mayor capacidad de atrapar al jugador del mercado. Las horas con él pasan literalmente volando, y si nos gusta su propuesta ofrece diversión prácticamente infinita.
Lo peor
- Se echa de menos un tutorial de mayor envergadura y profundidad.
- Tiempos de carga excesivos.
- El precio de la edición de lanzamiento más completa es demasiado elevado.
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Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.