Kirby’s Dream Buffet, análisis: un rico y ligero bocadito jugable

Decía el famoso chef estadounidense Edward Lee que “los postres son como una canción que te hace sentir bien, y los mejores incluso te hacen bailar”. Y la mítica Julia Child que “una fiesta sin pastel es sólo una reunión”. Y es que eso son los postres, las tartas, los dulces, las chuches, los helados, los gofres… Son pequeñas píldoras comestibles de pura felicidad que siempre hacen evadirte aunque sea unos instantes, para luego volver a la realidad que te rodea. Eso es, básicamente, este Kirby’s Dream Buffet: un pequeño bocadito de felicidad pasajera.

El nuevo título del encantador personaje de Nintendo y HAL tras el estupendo Kirby y la Tierra Olvidada, Kirby's Dream Buffet busca ser una divertida propuesta claramente enfocada al multijugador y más casual que su anterior aventura en Switch, una especie de Fall Guys pero al estilo Nintendo que arranca con Kirby a punto de zamparse un pastelazo de fresas y nata, pero algo pasa y el tenedor que sujeta lo encoge, haciendo que el pastelazo sea literalmente una montaña.

El juego arranca justo en esta mesa con un banquete preparado, y Kirby sobre una tostada de mantequilla. Este Hub acoge el menú principal, pero lo curioso es que está al fondo, y antes vemos los apartados de los coleccionables, como colección de dulces, los disfraces y colores para el personaje, y un apartado para entrenar en los controles del juego y familiarizarte con los ítems y power-ups. E incluso uno en el que puedes saber qué juegos de Kirby hay para Switch y para 3DS, por si te falta jugar alguno o es la primera vez que pruebas algo de la bolita rosa.

El menú principal ya te muestra lo que Dream Buffet incluye, que por su precio no es poco: tenemos Competición, en Línea y Juego Local. En competición puedes jugar solo contra tres bots o a pantalla partida en local con alguien, cada uno con un joycon, y dos bots. En Línea es el modo online para hasta 4 jugadores -aunque según los disponibles también puede haber algún bot.

Por último, el juego local es para jugar hasta 4 usuarios, cada uno con su Switch. El juego, como buen título de Nintendo, es absolutamente accesible, portando un control bien sencillo. Y en caso de jugar solo y/o que haya bots en tu partida, puedes elegir el nivel de la CPU entre estos:

Grand Prix Gourmet, el plato principal

En cuanto a modos de juego, Kirby’s Dream Buffet te ofrece carreras, minijuegos y enfrentamientos Vs. Puedes jugar cada modo por separado en Carrera Suelta, Minijuego suelto o Contienda suelta, o disputar el Grand Prix Gourmet, en el que tienes 2 carreras + 1 minijuego + 1 contienda.

La imaginación Nintendo se pone en marcha en cuanto saltamos a jugar. Cada escenario temático forma parte de un menú. A lo mejor te toca correr en un circuito formado por gofres y crepes mientras trepas laderas de gelatina y rompes paredes de galleta, y luego enfrentarte en una contienda dentro de una mesa de té, debiendo saltar dentro de las tazas para coger las fresas. O quizás estás en una fondue de queso y toca saltar entre vegetales y pan para coger las bolitas de queso.

Tanto si juegas solo como si lo haces en multi, lo más divertido es el Grand Prix, ya que no termina tras cada evento, sino que te transportan al final de la carrera al escenario del minijuego, y luego al de la contienda, siempre con el tamaño que hayas adquirido del evento anterior, por lo que puedes acabar hecho una auténtica bola. Lo divertido es que al final se dan pequeños extras por ser quien más muros de galleta ha roto, o quien más ha flotado evitando caer, por lo que la victoria no está del todo asegurada. Su fórmula de carrera - minijuego - carrera - contienda funciona muy bien. 

¿Cuál es el objetivo? Ganar la carrera, aunque ello no implica necesariamente llegar el primero. Lo malo es que tu Kirby por defecto corre -más bien rueda- muy lento, sobre todo cuando está en un suelo de crema de algún tipo. Por ello debes hacer lo que más le gusta a Kirby: comer, porque cuanto más comas las fresas que hay en el recorrido, más aumenta el tamaño de tu personaje y más rápido corres, a lo que ayuda los power-ups que te irás encontrando. Al final, gana quien más fresas se ha zampado.

Donuts, tabletas y guindillas

Dado el diseño de los escenarios corres el riesgo de caer al vacío, aunque pulsando el botón A podrás flotar para evitarlo. El truco es que cuanto más pequeño seas, más flotarás pero más lento irás, cuanto más grande menos flotarás y más carreras. El objetivo es llegar a lo alto de la cima o al final del trayecto y zamparse una ‘montaña’ en forma de tarta de nata, fresa y galletas, habiendo siempre tres al final de cada recorrido, cada una con un número diferente de fresas.

Lo bueno de los potenciadores es que algunos dan skills ofensivas para atacar a tus enemigos, hacerles soltar las fresas y comértelas tú. Y aunque las carreras son divertidas, a la larga les pesa que no haya más variedad de obstáculos y retos en ellos.

Los controles son bien sencillos: rodar con el stick en 360º, saltar y usar potenciadores con el botón R, punto. Luego hay un puñado de acciones contextuales que hacer, como saltar y empujar a tus rivales fuera del escenario, o flotar si te echan para volver al ruedo sin caer -lo que conlleva perder fresas. Durante la carrera puedes encontrarte pastelitos que te darán ítems como la piruleta de invencibilidad, que aumenta tu velocidad y te encierra en un escudo temporal que daña a tus enemigos si los tocas. Y también estos:

Cada uno es útil a su manera, y cuando sepas sacarles partidos podrás ganar una ventaja enorme. Por ejemplo la zanahoria o la gelatina son ideales para cuando te encuentras un muro de galletas, ya que puedes sortearlo sin tener que perder tiempo rompiéndolo.

Ganar las carreras te da coleccionables como galletas y otros elementos comestibles para ir decorando una tarta, nuevos disfraces y colores para Kirby, todo ello basado en las anteriores aventuras del personaje desde sus primeros títulos hasta ahora. Lo guay es que el juego, si detecta que has jugado a otros Kirbies en esa consola, te dará bonificaciones, como por ejemplo tres temas musicales del Kirby Star Allies si ve que lo jugaste.

Visualmente para comérselo

Y ya está, porque el juego es el típico que dura hasta que te aburras. En cada evento te dan más o menos puntos para ir subiendo de rango, y hay 135 rangos en total en Dream Buffet. El juego está compuesto por 16 escenarios que se van alternando, y aunque es divertido jugar solo -cuidado, que en modo Normal los bots ya te dan guerra en las contiendas y minijuegos-, su auténtica gracia es jugarlo con más gente, ya sea en local con alguien o en multi. Cuanto más avanzas en los rangos, más minijuegos, elementos de adorno, disfraces, canciones y colores para el personaje desbloqueas, nada mal por el precio del juego.

En cuanto al online, el código podría funcionar un poco mejor. Hemos encontrado partidas y ya bastante gente jugando, pero se nota algo de lag en las carreras, que aunque plenamente jugables, lo serían más si no hubiese.

Visualmente, Kirby’s Dream Buffet es literalmente una delicia, porque el mimo en cada escenario recreando pasajes hechos con tiras de bacon, huevos fritos sobre los que saltar, laderas de crema con fresas y chuches sobre las que deslizarte o quesos que zampar hace que te entre hambre todo el rato. Gráficamente es bonito, es simpático, muy ‘kawai’ y con el encanto Kirby, corriendo todo el conjunto a 30fps en modo portátil y 50fps en modo Dock. Como decimos puedes encontrarte algo de lag en las carreras online, pero en el modo pantalla dividida del multi local va igual de bien que jugando solo.

La música, con temas orquestales y otros más electrónicos, tienen el mismo carácter ‘feel good’ de las bsos que llevan acompañando a la bolita rosa desde la Game Boy, y además con tempos que se adaptan muy bien a un juego de carreras como es este. Eficaz, bonita, variada y que pega totalmente con la acción en pantalla.