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Opinión

El nuevo precio de PS5, la inflación selectiva y una generación aletargada

El anuncio del aumento de precio a 550 euros por culpa de la inflación (pero no en Estados Unidos) es inaudito; Xbox y Switch descartan realizar el mismo movimiento.

El nuevo precio de PS5, la inflación selectiva y una generación aletargada

La noticia de la semana cayó de forma inesperada, como pasa con las grandes noticias (buenas y malas). PS5 sube de precio de los 500 euros a los 550 por la difícil situación económica a nivel global y con la inflación, entre otros motivos, como telón de fondo. Que la inflación nos está castigando en el día a día lo sabemos de hace tiempo a cada carro de compra que hacemos. Que la decisión tiene muchos ‘peros’ es evidente. El primero y más claro: en Estados Unidos la inflación no importa aunque escala por encima del 9% (con un dólar más fuerte que hace un año, cierto) como pasa en Europa Ahí no hay subida de precio. ¿Por qué?

Naturalmente, es una pregunta retórica. Es evidente que los costes de producir una consola se han encarecido como lo ha hecho todo, pero como apuntan muchos, Estados Unidos es, además del mercado más grande de todos, un territorio en el que la competencia con Xbox Series está siendo feroz y no se puede perder la pista. Antes de la llegada de PS5 se especuló muchísimo sobre si la consola sería capaz de aguantar los 500 euros de tope. Superarlos habría sido, como con PS3, romper una barrera psicológica que podría haber arrastrado un desinterés en la máquina. No pasó.

Ahora, el movimiento es inaudito: una consola que sube de precio un 10% dos años después de salir a la venta. Ya en julio pasó con Meta Quest 2, pero el impacto de que lo haga la reina del hardware sobremesa es mucho mayor y es un nuevo torpedo a una generación que no arranca ni consigue emocionar.

Sony se escuda en la inflación que afecta a sus costes de producción, pero no piensa en que la inflación ya afecta a su consumidor, con menos poder adquisitivo para comprarla a su precio original. La división PlayStation, por cierto, cerró el año fiscal facturando 20.000 millones de euros y obteniendo beneficios por 2.500 millones.

Una nueva generación repleta de líneas rojas

No es el primer movimiento que va a contracorriente del consumidor. Cuando empezaron los anuncios de los juegos de lanzamiento en PS5, nos encontramos un PVP sorprendente: 79,99 euros. Y sí, tan cierto es que es fácil encontrar los juegos de lanzamiento por debajo de este hachazo (en Amazon ahora mismo Ragnarok está a 69,90 euros), como que ese el precio estándar en la tienda digital de PlayStation. El oficial. Es importante recordar dos cosas: uno de los modelos de PS5 es solo digital y las ventas de juegos digitales son superiores (66% del total) a las físicas. A todo esto, hay que sumarle las mejoras de los juegos first party de PS4 a PS5 previo pago de 10 euros (el Smart delivery es gratuito en Xbox) y tenemos un panorama poco alentador.

En resumen, nos encontramos dos años después del lanzamiento de PS5 con una consola que no se ha podido ni se puede comprar en las tiendas físicas, con sobreprecio en la reventa y en la segunda mano (hasta 950 euros en Wallapop) y que (casi) la única vía de adquisición es pasar por packs indivisibles (hace días que esperamos a ver si Carrefour, FNAC, MediaMarkt y el Corte Inglés nos responden a nuestra pregunta de si esto de los packs es cosa suya o no) que superan los 700 euros. Entre otras cosas porque los juegos que meten en los packs, ¿sabéis a qué precio los valoran? Correcto: 80 euros.

Diría que la situación es preocupante, pero la consola sigue vendiendo toda la oferta que saca y el negocio PlayStation es “más rentable ahora que en ningún otro momento de la historia”, se deslizó del último año fiscal.

La competencia no incrementa el precio

Microsoft ya explicó horas después del anuncio que no tenía intención de subir el precio de su consola, aunque se ha dicho de forma liviana, sin bombo ni platillos. Una de las grandes apuestas de Xbox Series fue el precio: no superar los 500 euros y ofrecer una consola netamente superior a la generación actual por solo 300 euros. Hoy, ese movimiento parece más inteligente que nunca y mira que yo tenía dudas.

Por su parte, Nintendo Switch tampoco tiene previsto incrementar el precio. No ha tenido problemas de stock, ha seguido vendiendo como churros (apunta a la más vendida de la historia al final de su ciclo) y tras cinco años, lo suyo sería pensar en una rebaja y no celebrar que no se apuntan a la subida, pero Nintendo es Nintendo.

Y con este panorama nos vamos a los dos años de PS5. Una consola que ha armado un potente 2022 en juegos (Horizon, Gran Turismo, Uncharted Collection, The Last of Us Parte 1, God of War Ragnarok) pero que se esfuerza en ser menos atractiva de lo que realmente es. Supongo que mientras los packs se agoten y la demanda siga cubriendo la oferta, a Jim Ryan ya le parece bien.