Telefónica, obligada a mantener las 15.000 cabinas telefónicas en España
Aunque el Supremo le da la razón en su demanda contra el Real Decreto Ley, Telefónica no podrá retirar las cabinas.
Iconos urbanos en sí mismas, una de las señas de identidad de Reino Unido son sus particulares cabinas rojas. Y sin una cabina a mano, ¿dónde se cambiaría Superman de traje? Incluso han protagonizado obras maestras del terror patrio como la desasosegante La Cabina. Pero desde que la telefonía móvil se impuso, las cabinas (y las guías telefónicas) han caído en desuso, y el Gobierno intenta librarse del gasto anual de 2 millones de euros que cuesta mantenerlas, con beneficios demasiado bajos como para que salgan rentables.
Una cabina por cada 1.000 habitantes
Echando un vistazo a los números, en 1999, el año en que marcas como Nokia empezaban a hacerse fuertes con los teléfonos móviles, el número de cabinas en España era de 55.000 operativas. En 2019 quedaban 15.500 cabinas, ya que Telefónica debe ofrecer una cabina en cada municipio de más de 1.000 habitantes y una adicional cada cada 3.000 habitantes más.
De esas 15.500, unas 12.000 ya no son rentables, y en la mitad de ellas no se realizó ninguna llamada en todo 2018. Las cifras hablan por sí solas, y la duda es porqué el gobierno español sigue empeñado en mantenerlas.
Las cabinas seguirán en 2020 en España
Implementadas dentro del servicio básico universal que ha de garantizarse a los ciudadanos, cada año el gobierno organiza un concurso para traspasar su gestión y mantenimiento, demasiado altos y por tanto demasiado poco rentables. Pero sucede una cosa: nadie se presenta al concurso, siempre queda desierto. Y ello provoca que el gobierno español designe a Telefónica para que se haga cargo de todas las cabinas telefónicas que quedan en España. Así constaba en el Boletín Oficial del Estado publicado a finales de 2019.
Tras el informe publicado en 2018, la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Valores) volvió a publicar otro en octubre de 2019 en el que recomendaba suprimir las cabinas como parte del servicio universal, basándose en motivos como la cantidad que hay en desuso, la poca rentabilidad y que otros países de la UE como Francia, Bélgica, Dinamarca o Estonia ya habían adoptado esta decisión.
Gana el recurso, pero no puede retirar las cabinas
Nada contenta con esto de tener que cargar con el servicio que nadie quiere, Telefónica decidió poner un recurso contencioso-administrativo contra este real decreto aprobado por el Gobierno, que obligaba a Telefónica a encargarse de las 15.000 cabinas en España hasta el 31 de diciembre de 2019. Lo bueno para Telefónica es que el Tribunal Supremo le ha dado la razón en una sentencia anunciada el pasado 24 de junio, aunque solo en la actividad de mantenimiento de 2019.
El ejecutivo estableció posteriormente que Telefónica se tendrá que seguir haciendo cargo de las cabinas en 2020 y en 2021, por lo que la operadora técnicamente ha ganado el recurso, pero se ve atada de manos y no puede retirar de momento ninguna de las cabinas teléfonicas del país, que siguen siendo competencia suya.
En la próxima Ley General de Telecomunicaciones, que está en trámite parlamentario, se prevé la desaparición de las 15.000 cabinas. Pero la verdad es que mientras por Ley no se haya aprobado su retirada, le toca a Telefónica seguir lidiando con ellas.