Disco Elysium, el detective que quieres ser

Los amantes del RPG llevan bastante tiempo siguiendo con interés el proyecto conocido anteriormente como No Truce with the Furries. No es fácil encontrar juegos de rol con premisas distintas a la magia y espada tradicional, y es todavía más difícil encontrar juegos que no basan su progresión forzosamente en un sistema de combate. Disco Elysium crea su propio espacio, ofreciendo un mundo ficticio pero humano, atado a ideas, conflictos e instintos que recuerdan al nuestro, pero con otros nombres y planteamientos. Un mundo podrido en el que, como detective, deberemos abrirnos paso para encontrar la verdad, aunque suponga hundirnos en el fango que nos envuelve.

La singularidad de este juego se hace patente nada más comenzar, con un sistema de creación de personaje único que se aleja de las clásicas estadísticas y habilidades para centrarse en los elementos fundamentales del ser humano. Disco Elysium es un juego de texto y diálogo, en el que sólo veremos el mundo según la forma en la que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras sensaciones han sido desarrollados. Somos un personaje único siguiendo una historia concreta, con muchas ramificaciones eso sí, pero la forma en la que lo desarrollamos al comienzo cambia drásticamente nuestra relación con los personajes y el mundo que nos rodea.

Un personaje, un mundo

Hay cuatro áreas principales: inteligencia, psique, físico, motor, cada una compuesta en seis facetas muy diversas. Tendremos ocho puntos que repartir entre las cuatro, lo que nos permitirá crear bien un personaje equilibrado, bien un personaje más fuerte en dos facetas, o bien un “genio” en una de las cuatro áreas, lo que nos obligará a poner pocos puntos en las otras tres, o a tener una decente y dos en los niveles más bajos posibles. Esta decisión será sumamente importante ya que no veremos el mundo igual según lo que seleccionemos, ni tendremos las mismas opciones, ni podremos aplicar las mismas soluciones en nuestra investigación -bueno para la rejugabilidad, aunque malo para los que van continuamente pensando si han elegido bien su personaje y no se están perdiendo uno mejor-.

Por ejemplo, pongamos que elegimos a un genio en psique, alguien especialmente sensible y emocionalmente inteligente. La psique está formada por Voluntad, Reino Interior, Empatía, Autoridad, Conciencia de Grupo y Sugestión. Al poner 6 puntos de base en psique, tenemos una base de 6 en cada una de estas áreas, que se pueden aumentar, por lo que tenemos garantizada una competencia alta en todos estos aspectos. Esto nos permitirá, de base, recibir toda clase de impresiones de las personas o de nuestro entorno. Podremos ponernos en el lugar de nuestro interlocutor y sentir lo que siente, mantener la moral alta ante posibles ataques verbales, ver cosas que otros no pueden ver o tener habilidad para manipular a los demás. Pero también hay que tener en cuenta que estas facetas no son islas y que hay interrelaciones entre ellas. Tu empatía te puede permitir captar la clase de persona con la que estás hablando y entenderla mejor, pero sin dotes de retórica o drama, que están en el área de inteligencia, quizás no tengas las herramientas necesarias para aprovechar ese conocimiento.

Hay elementos muy divertidos con los que jugar. El hecho de tener valores bajos en ciertas áreas no implica que no tengas capacidad en ellas, simplemente es que serás muy malo en ello y por tanto se te dará mala información cuando entren en juego. Un personaje con poca psique puede estar hablando con alguien y el texto nos indicará que le gustamos, cuando en realidad nos odia, lo que se traduce en la clase de preguntas y respuestas que podemos dar u obtener. Además, incluso con valores altos no es que cada área tenga el mejor de nuestros intereses en mente, cada una son diferentes aspectos de nuestra persona y van a lo suyo. Electroquímica, situado en el aspecto físico, en valores altos no dejará de sugerir malos consejos e intentará que consumamos toda clase de drogas para sentirnos mejor, lo que nos permitirá llegar a nuevas cotas físicas y mentales, a costa de dejarnos la salud en ello. Las combinaciones de arquetipos que podemos crear es muy alta, y es interesante ver lo efectivo que es intentar recrear algunos de ellos en el juego -un detective genial pero sin dotes sociales, un polícia rudo que deja que sus puños hablen por él, un mentalista capaz de convencer a cualquiera de lo más inverosimil...-.

La riqueza de matices del sistema de generación de personaje en Disco Elysium es enorme, y resulta muy satisfactorio cuando comprobamos las grandes diferencias que hay de jugar con un tipo de personaje u otro. No llega a extremos de juegos como Arcanum o Fallout en el que un personaje de baja inteligencia no podía apenas a hablar, pero a cambio propone más ramificaciones en los diálogos y en los textos en los que interactuamos con nuestras personalidades interiores. Hay que tener en cuenta que el valor base no es absoluto a la hora determinar nuestro éxito en una tarea, ya que hay toda clase de condicionantes que pueden mejorar o empeorar nuestras posibilidades, a lo que hay que sumar que el juego funciona con un sistema de dados internos en el que hay posibilidad de fallo crítico -dos unos- o acierto seguro -dos seises-, por lo que nunca hay certeza de que nos vayamos a salir con la nuestra.

Disco Elysium saldrá el próximo 15 de octubre, y después de jugar a una demo que nos permitía vivir el primer día, podemos decir con seguridad que estamos ante algo muy especial y diferente para los amantes del rol. La invocación de Planescape Torment como gran influencia en el desarrollo del juego no se ha hecho en vano, presentando un sistema de diálogos que promete hacer las delicias de todos los amantes del rol de mesa y de las historias interactivas. Nos atrevemos a afirmar, a falta de jugar a la versión final, que podemos estar ante uno de los tapados de este 2019.