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FACEAPP

FaceApp: tus datos privados pueden acabar en manos de terceros

La app rusa de moda pide acceso a datos de usuario que pueden acabar en manos ajenas sin tu consentimiento.

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FaceApp: tus datos privados pueden acabar en manos de terceros

Conceder permisos a una aplicación a la hora de instalarla en el móvil es algo obligado. Hay apps que tienen lógica -si instalamos una cámara o retoque de imagen es normal que la aplicación necesite acceso a la cámara y galería del teléfono-, pero otras no tanto. Y que una app que es sólo para jugar el enésimo clon de Candy Crush o filtros AR de Snapchat te pida tener acceso a hacer llamadas, a los mensajes de texto/SMS o a la agenda de contactos, es cuanto menos sospechoso. Lo mismo que sucede con FaceApp, la app viral del momento.

Ser parte de lo trending

Y es que es divertido ver cómo algo que ya existe se vuelve a poner de moda. FaceApp ya hizo ruido en su momento en 2017, año en que se convirtió en la aplicación más popular de la Google Play Store de Android. 2 años después, la app se ha vuelto a poner de moda y desde la semana pasada es el trending en la Red: si no la usas es que no formas parte de la tendencia. La gracia de la aplicación es el uso que hace de sus algoritmos y “un tipo de Inteligencia Artificial conocida como red neural”, que partiendo de un selfie que te haces modifica la imagen y te la enseña como si fueras más joven o como si ya fueras una persona de 60-80 años -esto último el TT de estos días.

Pero FaceApp es el ejemplo perfecto de lo que comentábamos más arriba, porque es el tipo de aplicación que, como está de moda, te bajas corriendo para posturear muy fuerte y estar a la moda en Twitter, Instagram, Facebook… Y la instalas sin mirar los permisos, y ojo porque FaceApp tiene unas de esas letras pequeñas que se deberían mirar y meditar bien. Una Política de Privacidad que chirría.

Los permisos que concedes a FaceApp

¿Por qué decimos que chirría? Porque como muchas otras apps, los postulados de FaceApp son mostrados de forma ambigua, aunque dejan claro que FaceApp puede “compartir tu información así como datos de las cookies, archivos de registro, identificadores del dispositivos y datos de localización con organizaciones de terceros”. A ver, ¿por qué una app que sirve para hacer la gracia de mostrarnos más jóvenes, viejos o con otro sexo debe saber dónde estamos exactamente, siguiendo los datos del GPS?

Y más aún: ¿Por qué los servidores de FaceApp puedengrabar cierto tipo de información de archivos de registro, incluyendo tu petición web, dirección IP, tipo de navegador usado, webs visitados, número de clicks y la forma en que interactúas con enlaces en el servicio, nombres de dominio, páginas vistas y otro tipo de información”? Esto es el permiso que le das a FaceApp y lo que saca de ti y de tu móvil por la gracia de verte más viejo en el post de la semana. Lo grave es que como esta hay muchas apps así.

¿Entrenar algoritmos de Reconocimiento Facial?

Creada por un pequeño equipo con sede en San Petersburgo, Rusia, desde su estreno en 2017 muchas voces críticas señalaron que FaceApp forma parte de todas esas aplicaciones que están saliendo y tienen como objetivo entrenar diferentes algoritmos de reconocimiento facial, y enviar todos esos datos a multinacionales tecnológicas, ya sea con motivos de campañas publicitarias o de otro tipo -por ejemplo la vigilancia ciudadana como ocurre en China. Hay quien no se cree esto, hay quien sí, nosotros simplemente hacemos constar un detalle de FaceApp:

Dado que la modificación facial de la foto Selfie de un usuario/a requiere el uso de algoritmos tecnológicamente complejos para editar la foto, estos algoritmos no se instalan junto al resto de ‘assets’ cuando bajas e instalas la app, no los tienes en el móvil, por lo que todas y cada una de las imágenes procesadas en la app deben subirse al servidor de FaceApp para ser procesadas. O sea: que una copia de tu foto es enviada al equipo de FaceApp, y, como señala su Política, puede ser compartida con un montón de empresas subsidiarias o Third Parties.