The Division 2, un imprescindible énfasis en el end game

The Division presume de ser la nueva IP más vendida de la historia, y a pesar de no tener un lanzamiento del todo plácido, a lo largo de su recorrido logró reunir a su alrededor una comunidad dedicada y muy activa. Pero como decimos, la genial recreación de una ciudad de Manhattan devastada por un virus y unas mecánicas de third person shooter geniales no fueron suficientes, ya que una vez terminada la campaña principal, el jugador se encontraba con que no tenía mucho más que hacer. Afortunadamente, en Massive, el estudio a cargo de esta licencia, han tomado buena nota, y como pudimos comprobar en el pasado E3, implementarán una serie de actividades end game disponibles ya desde el mismo lanzamiento, sin DLC ni actualizaciones de por medio.

Llenar Washington de actividades, prioridad para The Division 2

La repetición de misiones de la historia era todo lo que podíamos hacer tras terminar la campaña en la primera entrega, y por ello, la llegada de la primera expansión de pago, Subsuelo, fue recibida como agua de mayo en The Division. Pero lamentablemente, era de pago, otro de los grandes cambios en esta secuela, ya que el estudio sueco ha anunciado que a lo largo del año 1 recibiremos tres grandes packs gratuitos de contenido con misiones de la historia, actividades y lo que es mejor, nuevas áreas que explorar. Sin embargo, toca hablar de lo que vamos a encontrar cuando nos hagamos con el juego de lanzamiento, durante la próxima primavera de 2019.

El mapa de Washington será un 20% mayor que el de Manhattan, y The Division 2 ofrecerá algunas novedades como las especializaciones, con clases muy definidas que permitirán a los jugadores tomar el papel que mejor se ajuste a su manera de jugar, así como también ser versátiles en cualquier situación del tiroteo. Pero todos estos aspectos no significan nada si el juego se siente vacío, sin contenido, y por ejemplo las raids deben cumplir un papel importante en el end game. Estas ya estaban presentes en el original, pero esta vez llegarán de manera más frecuente y lo que es más importante, serán más largas y desafiantes, ya que en el primer juego se sentían como una misión más, y alguna podía completarse en apenas 15 o 20 minutos con equipo de buen nivel.

Massive ha tomado una filosofía que ha tenido a bien llamar end game first, y según aseguran, lo mejor del juego llegará tras completarlo. No es que vayan a dejar de lado la campaña principal, y es que de alguna manera hay que explicar cómo hemos pasado a un entorno completamente invadido por la vegetación, lo que nos lleva a pensar que el contexto temporal es notablemente superior. La Zona Oscura también será clave en esta labor de oferta de contenido, ya que se trata del aspecto más original de la franquicia, y el estudio ha prometido formas diferentes de disfrutarla, incluidos nuevos modos de juego. Aquí hay que mencionar que casi con toda seguridad, contaremos con un modo battle royale, algo que de cierta manera ya existía gracias al DLC Survival, aunque con un número reducido de jugadores -en contraste con los 100 que encontramos en Battlegrounds o Fortnite-, y donde las condiciones extremas del entorno eran una amenaza aún mayor que los propios rivales o enemigos controlados por la IA. Era esta una idea fantástica con un gran potencial por explotar, y una combinación de Zona Oscura y Supervivencia es algo tan tentador y prometedor que sería incomprensible que Massive no lo aprovechara.

También se ha hablado de otras novedades, como algo llamado Settlements -Asentamientos-, los cuales son actividades relacionadas con los NPC que pueblan la ciudad de Washington, aunque Massive no ha dado muchos detalles al respecto, con lo cual solo cabe especular acerca de qué se puede tratar. ¿Hablamos de liberar zonas de enemigos como es habitual en muchos juegos de Ubisoft? ¿O incluso, puestos a soñar, en construir refugios a través del crafteo? Seguramente conozcamos más acerca de esto a medida que se acerque el lanzamiento de The Division 2, el próximo 15 de mayo de 2019.