Un Fidget Spinner ruso de 14.500 euros, ¿joya o estupidez suprema?
La firma rusa de joyas Caviar lo vuelve a hacer tras el Nokia 3310 dorado con Donald Trump y Putin.

Hablamos de él por primera vez hace dos meses, en mayo, y por aquél entonces estaba convirtiéndose rápidamente en un fenómeno aquí en España. Pero el Fidget Spinner llevaba ya meses pegando fuerte en Estados Unidos, sitio de origen en el que empezó a ser moda a finales del pasado 2016. Y sigue siéndolo, ya que no hay más que echarle un vistazo a Instagram, YouTube y otras redes sociales para ver lo mucho que los contenidos dedicados al Spinner siguen teniendo.
Un Fidget Spinner ruso de 14.500 euros
De hecho ya hemos visto que el siguiente nivel es implementarles Bluetooth para poder conectarlos al móvil y jugar de forma online con usuarios de todo el mundo, aunque algunos están teniendo problemas tan graves como explotar y salir ardiendo en mitad de la recarga. Pero aún no lo hemos visto todo, ya que una moda imperante a nivel global trae consigo todo tipo de versiones, ediciones, etc. Y para aquellos ‘pobres’ hijos de millonarios que deben conformarse con un Spinner de 20 dólares, la firma rusa de joyas Caviar les trae un modelo a su altura con el que presumir: Un fidget de oro puro.
Basado en el diseño original en forma de triángulo con puntas redondeadas, el Spinner de Caviar tiene una cubierta exterior de 100 gramos de oro puro que le hace valer 1 millón de rublos, lo que al cambio son 14.500 euros nada menos. Casi 15000€ por un Spinner sólo porque está repujado de oro… ¿una joya en la que invertir o un caso de estupidez suprema para sacarle el dinero a esos millonarios rusos aburridos que no saben en qué gastarlo, como sus cuentas de Instagram demuestran? Porque en sí el cacharro es exactamente el mismo que hay en tiendas a 3 euros en cuanto a funcionamiento.

Un Nokia 3310 de oro
Si el oro es muy exagerado, hay variantes en fibra de carbono o con cristales de Swarvoski que también se venden en Caviar, una firma que ha hecho del lujo su lema, ya que coge productos actuales de éxito y les añade oro, plata, titanio y joyas para simplemente hacerlos más caros y atractivos a la élite con pasta. ¿Quién si no compraría un Nokia 3310 que vale 50 euros a un precio de 2500 dólares sólo porque está decorado con oro y con una medalla de Donald Trump y Vladimir Putin en plan ‘amiguitos’? O un iPhone modelo Putin o un Huawei P9 dorado de la República Popular China.