Blaster Master Zero, análisis

Blaster Master Zero, análisis

Si te gusta vivir aventuras e ir en busca de una princesa, vas a disfrutar con Blaster Master Zero, con el que volvemos a la edad de oro de los videojuegos.  En este caso no vamos en busca de una princesa sino de una rana que puede atravesar dimensiones, pero, ¿que hay más bonito que el amor de un chico por su mascota?. En los últimos años estamos viviendo una vuelta a los ochenta con remakes de juegos, películas e incluso consolas como las NES Mini. Inti Creates nos da una lección de cómo hacer un buen Remake manteniendo la esencia del juego con el que disfrutamos entonces con las mejoras que permiten que jugarlo sea mucho más grato ahora.  

En el clásico de NES, Jason Frudnick  era un chico normal y Fred una rana corriente. Ahora es un genio de la ingeniería robótica y la rana una especie desconocida que salta a un agujero negro en lugar de cavar un hoyo como hizo su predecesora. ¿Qué les hará Jason que todas quieren escapar? Jason va tras ella y se encuentra la civilización que los humanos construyeron para huir de la glaciación que devastó la tierra cientos de años atrás. Y allí encontramos el vehículo SOPHIA III con el que recorreremos los distintos espacios de este submundo repleto de enemigos y mutantes. 

Nuestro pequeño vehículo es capaz de dar saltos enormes, disparar en todas direcciones y lanzar todo tipo de misiles para deshacernos de todos los mutantes que se interpongan en nuestro camino. En algunos momentos será necesario dejar atrás el SHOPHIA III y explorar la zona a pié, siguiendo las indicaciones del radar en busca de Fred. Hay que tener en cuenta que una vez bajamos del vehículo somos más vulnerables y podemos morir al caer de una pequeña altura. Por el contrario, podemos explorar zonas más pequeñas a las que no podemos acceder con el tanque. Allí encontraremos mejoras para poder avanzar, normalmente después de derrotar algún  jefe de nivel, que además de necesarias no son las típicas que sólo te sirven para derrotar al jefe de turno sino que se integran muy bien en la aventura. Dentro de uno de estos niveles a los que no podemos acceder con nuestro vehículo encontramos una compañera de viaje: Eve, con la que uniremos fuerzas en la lucha contra los mutantes y que nos ayudará con las reparaciones y mejoras del SOPHIA III.

En la parte de exploración principal, mientras vamos por la zona de bosque, la zona residencial, la zona idustrial… la vista es lateral como podemos ver en otros juegos clásicos como Metroid, al que nos recuerda por su ambientación y su sistema de juego. Pero en otras zonas, sobre todo en las que vamos a pie,  la vista es más cenital como podíamos ver en los The Legend of Zelda clásicos. 

La mecánica del juego es muy sencilla, mezclando dosis de plataformas y exploración como eje principal del juego. Saltamos y usamos dos tipos de armas; las principales, tipo laser, y las secundarias que pueden ser misiles o bombas. Las armas las podemos cambiar por sus mejoras en el menú de pausa y donde, si navegamos con los botones L y R, accedemos a las opciones del piloto, del SOPHIA III y el mapa de la zona en la que nos encontramos. Éste lo conseguimos en una de nuestras exploraciones o lo vamos desbloqueando por módulos a medida que avanzamos por el área que peinemos para encontrar a nuestro querido Fred. El mapa también nos permite escanear nuestros alrededores en busca de tesoros que hayamos pasado por alto, un extra que Inti Creates ha añadido para esta versión y que es de agradecer. Sobre todo cuando estamos llegando al final de la aventura, si recogemos todas las mejoras nos sentiremos imparables y seremos los amos de las zonas que atravesemos, o por lo menos, así me sentí yo. 

Blaster Master Zero, a diferencia del original, nos deja guardar la partida haciendo nuestra experiencia de juego mucho menos frustrante. El nivel de dificultad aumenta progresivamente y está en ese punto en el que no es demasiado difícil pero nos invita al desafío. A medida que nos acercamos al final del juego encontramos más y más retos a nuestra capacidad como jugador y los puntos de guardado están estratégicamente colocados para no tener que volver a recorrer grandes zonas, o como es habitual, justo antes de un Jefe.  Es en estos puntos de guardado donde podemos volver al SOPHIA III en caso de que lo hayamos dejado en un punto muy alejado o incluso no sepamos donde está.

El juego con el que pasamos horas pegados a nuestra Nes vuelve con un renovado aspecto pero con las mecánicas de siempre para deleitarnos a todos los amantes del retrogaming. La apariencia de los personajes ha cambiado radicalmente dándole un aspecto más cercano a la animación japonesa. Al igual que los enemigos y niveles han sido maquillados de manera que nos resulten más atractivos a las nuevas generaciones, sin perder el encanto que hace revivir su infancia a los jugadores más veteranos. Para ellos se han rediseñado niveles, añadido armas y cambiado el patrón de ataque de los enemigos, renovando el título y haciéndolo rejugable para todos aquellos que lo disfrutaron en su día.

Blaster Master Zero es una aventura llena de acción y de jugabilidad sencilla, pero que engancha desde el primer momento. La recuperación de la tierra tras las guerras y la destrucción de los ecosistemas sigue siendo un tema con el que nos podemos identificar hoy en día y que está muy presente debido a la contaminación y el cambio climático. Aunque la historia esta ahí se nos muestra apenas con pequeños vistazos o interacciones entre los personajes, lo que hace que no se vea interrumpida la acción ni el dinamismo.