Life is Strange Episodio 2: Out of Time

Polaroids de la Vida

Que Telltale y David Cage han creado su propia versión, evolución si queréis llamarlo así, sobre las aventuras gráficas es un hecho. Y los que no les guste este estilo, estas mecánicas más limitadas, este no es su análisis. Pero para los que sí disfrutan de este nuevo enfoque de contar historias y dejarnos intervenir en ellas, de sumergirnos no sólo en decisiones físicas, sino directamente en las cuestiones sentimentales y morales, Life is Strange es un juego al que no perder de vista. Sobre todo por lo fascinante de su combinación, jugando a mezclar drama adolescente USA con toques de historias más propias del Fantástico y una ambientación en un escenario que parece un Twin Peaks teen, familiar pero lleno de gente extraña con secretos, y bañado en un crepúsculo eterno propio del Medio Oeste americano.

Ha tardado más de lo esperado, pero tras Chrysalis, primer capítulo y debut, Life is Strange alcanza su siguiente capítulo en este Out of Time. Si el Ep 1 era solo el principio de la historia, una introducción de los personajes, la Academía Blackwell y la ciudad, en el Ep2 nos encontramos con una manifestación más preclara de la teoría de la Mariposa, y las elecciones que hicimos durante Chrysalis afectarán a lo que vemos, nos cuentan y experimentamos. Lo bueno es que se nos abre mucho más el escenario, salimos de Blackwell –no os asustéis si tenéis ese clarísimo Déjà Vu inicial al anterior episodio en la habitación de Max- y la ciudad se presenta ante nosotros. Pero aquí nos paramos, puesto que no vamos a entrar en más detalles, ya que revelar las cosas que van pasando es hacerle un flaco favor a la experiencia de que el usuario vaya descubriéndolas.

Ciñéndonos a factores propios que hay que analizar, como el ritmo y la dificultad, Out of Time tiene un tempo lento durante buena parte de su inicio, quizás demasiado incluso teniendo en cuenta su propio estilo, que provoca que este capítulo provoque esa sensación. Por descontado no estamos pidiendo un tempo acelerado, sería absurdo y destrozaría la propuesta, pero sí es cierto que Dontnod ha creado un capítulo que tarda en arrancar en cuanto a ir construyendo su ritmo. Aunque eso sí, si uno se implica en su historia más allá de pulsar un botón u otro, si el juego nos engancha a nivel emocional, Out of Time termina con un climax impactante. Y no tanto por lo que vemos sino por sentirnos parte de él, pase lo que pase, pensando después de salir del juego si podíamos haberlo evitado o qué hemos hecho para lograr que todo haya salido bien en base a las decisiones que hemos tomado.

A Storm is Coming

Pero, como decimos, la historia contada es mínima en esta parte. De nuevo tenemos la sensación de que Dontnod prepara algo grande, de que está juntando pedazos de historia, presentando cosas y dejándonos caer otras para ir avanzando hacia una parte final que podría ser muy intensa, pero de la que no podemos hacer más que conjeturas. Lo aceptamos, porque aún estamos como quien dice en la primera parte del juego y su trama sabe enganchar dosificando sus secretos, pero es cierto que en total llevamos unas 5 horas y media y las cosas deberían ir despegando en el futuro Episodio 3. Aunque donde Life is Strange brilla con mucho es en sus momentos más sencillos, como dos amigas hablando entre ellas. Ahí es donde el estudio echa el resto, en los instantes más simples, justo cuando más trata de imitar la realidad y los elementos que maneja y que ya descubrimos en el Ep1 –la amistad, los recuerdos de infancia, los problemas en el instituto-, sin querer ocultarlos.

En Chrysalis comentábamos que la sencillez de los puzles convertía el inicio de Life is Strange en poco más que un paseo. Out of Time sigue sin presentarnos destroza-cerebros, pero sí un mayor nivel de desafío y juegos. Hay mucho más de lo que parece en la ciudad de Arcadia Bay que ver y no solo seguir la trama, sitios que explorar a fondo –el recurso de la Polaroid, de lo mejor- interactuando con todo lo que podamos, puzles casi casi de pixel-hunt con algún que otro objeto, juegos de recordar o situaciones que solucionar con una carga de presión encima considerable. La habilidad de Maxine que descubrimos en Chrysalis sigue en Out of Time, pero eso sí, un poco más limitada –le empieza a pasar factura al personaje-, ya que Dontnod sabe jugar con ella y hacernos ver sus efectos sobre las acciones y la propia Max.

A nivel gráfico la cosa no cambia con respecto a Chrysalis. Tenemos modelados sencillos, simples en los primeros planos, ya que queda patente que Dontnod no contaba ni por asomo que con el mismo presupuesto que en Remember Me. Pero un juego no son sólo sus gráficos, y aunque quizás demasiado simples, el diseño artístico y la cuidada fotografía que esa luz del atardecer aporta a Arcadia Bay compensan con creces el que no sean los rostros ni modelados gráficamente más potentes que hayamos visto precisamente. El sonido es el punto álgido del conjunto, con unas voces de doblaje que se meten en la piel de Max y el resto y les dan personalidad y complejidad, y una BSO en la que el folk melancólico de guitarras acústicas y el chill-out dominan en sus canciones y temas toda la partitura, fundiéndose con la fotografía, la experiencia y el drama de su historia. Pero como en el Ep 1 hemos de decir que viniendo de quien viene, de una editora grande con recursos, la barrera del inglés en un título en el que precisamente la historia y diálogos es el mecanismo central es considerable, y Square Enix podría haberse molestado aunque solo fuera en poner subtítulos al castellano.