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LEGO Piratas del Caribe: El Videojuego

LEGO Piratas del Caribe: El Videojuego

El Sparrow más aburrido

Fácil, repetitivo y feote no son precisamente los adjetivos que mejor sienten al que estaba llamado a ser uno de los mejores juegos de la franquicia LEGO en consolas portátiles. LEGO Piratas del Caribe llega casi sin 3D y poquísimos atractivos.

Actualizado a

La idea aparentaba calidad. Reunir las cuatro películas de Piratas del Caribe en un videojuego de LEGO y llevarlo a todas las plataformas siendo Nintendo 3DS la única consola que consiguiera una versión tridimensional prometía, por lo menos, un juego notable y completo que encima nos dejara ese visionado único que la portátil ofrece sin necesidad de gafas especiales. Pero no sabemos por qué -quizá la 'casualización' del producto o el hacerlo accesible a niños muy pequeños- ha acabado dándonos en 3DS la que es la versión más sencilla, fácil y anodina de todas, siguiendo la estela de los juegos LEGO (Star Wars, Indiana Jones, Batman…) pero dejando en ridículo al jugador que busque un mínimo de entretenimiento desafiante o reto. Y no es la primera vez que decimos que esta saga de juegos debería ganar en dificultad o sucumbirá por sí misma, cual embarcación de Jack Sparrow en una de las primeras secuencias de la primera película y la que abre este juego.

La nueva Traveller's Tales, TT Games, es la encargada una vez más de este juego tan continuista como poco sorprendente. Su estrecha colaboración con Disney hace, claro está, que cada componente del título se cubra de oficialidad, con las músicas, personajes, escenarios y hasta voces similares a las de los actores en las películas. Esto es Piratas del Caribe el videojuego, independientemente de que sea la versión LEGO, pues nunca nos olvidaremos de que estamos ante el producto cien por cien respetuoso con la saga y sus claves. Esto hará que los amantes de los largometrajes de Sparrow, Davy Jones, Will Turner y el resto de bucaneros caribeños no puedan resistirse a tenerlo y encuentren en él un producto aceptable capaz de entretener durante las 8 o 10 horas que nos llevará completarlo en su totalidad, mientras que solo durará 4 o 5 llegar hasta el final de los 16 episodios (cuatro de cada una de las cuatro películas) que componen su modo Historia.

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Pero como decíamos, el gran defecto de LEGO Piratas del Caribe 3DS es su facilidad y nula innovación con respecto a otros juegos de LEGO, como el reciente en la misma consola LEGO Star Wars: Las Guerras Clon, superior a éste en desafío, tamaño y variedad. Volvemos a la mecánica de siempre pero aún más sencilla: cortas fases de plataformas y acción (aquí menos de ambos elementos), completamente lineales, con algún que otro puzle o minijuego, en las que ir cambiando de personaje para avanzar (cada uno con unas habilidades específicas) y en las que recoger piezas de LEGO y otros ítems coleccionables. Nada más, absoluta repetición de este esquema, todo el juego tratado como un paseo facilísimo y ninguna novedad o introducción de otro género en una versión que encima es muy, muy discreta en su diseño de los niveles y su apartado gráfico, bastante similar al del juego en Nintendo DS. Es una mera excusa comercial, y se le empiezan a notar las deficiencias.

En su favor hay que señalar por otro lado varios aspectos que son innegables. El sentido del humor que muestran muchas situaciones y vídeos está magníficamente expresado, así como las referencias desde la perspectiva LEGO a varias secuencias de las películas, como la frustrada llegada de Jack Sparrow a Port Roya en La Maldición de la Perla Negra o el enfrentamiento final del tercer film. Los muñecos de LEGO, muy bien animados, guardan todas las características de sus homónimos reales, como el amaneramiento y gesticulación exageradas de Johny Depp logrados para el personaje de Sparrow o la tenacidad de Penélope Cruz en la nueva pirata de la saga en En Mareas Misteriosas. Los personajes de LEGO no hablan, solo emiten algunos gemidos, pero sus voces son similares a las que oímos en el cine.

El sonido es uno de los mejores aspectos de esta versión portátil del juego. Todos los niveles están acompañados de los inolvidables y tremendos temas que Hans Zimmer creó para las películas, y los efectos auditivos de las espadas, la marea, las explosiones, golpes o el mismo recoger de piezas LEGO tienen un tratamiento formidable y a la altura de las versiones de sobremesa, aunque también hay momentos en que no se comporta como debería, pero los mínimos. A cambio, la gran decepción técnica es el uso de las tres dimensiones que ofrece la consola, casi inapreciable e irrisorio si se compara con el resto del catálogo de 3DS y lo que está por venir, y, por supuesto, también muy por debajo de lo visto LEGO Star Wars: Las Guerras Clon 3DS. Apenas hay profundiad y ningún momento de verdadero relieve, tampoco en los vídeos CG, que se suponen más cuidados en este sentido. Acabaremos jugando con el 3D desactivado y el sonido bien alto.

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Entre este uso patético de las 3D y que gráficamente el juego no se diferencia demasiado del de Nintendo DS, no es de extrañar que ambas versiones sean totalmente confundibles. Los escenarios son muy planos, reducidos y suelen mostrar ángulos de cámara alejados. No hay efectos de luz destacables ni texturizados vistosos, y todo lo que rodea a los personajes -algo más trabajados- no tiene el encanto ni idiosincrasia que en las versiones mayores. Se abusa de las mismas superficies una y otra vez, como la piedra, la madera, el césped o el agua, para dar a todos los niveles un aspecto similar, que no identifica con claridad en qué episodio y de qué película nos encontramos. Más decepcionante aún resulta el pésimo esmero en poner varios personajes en pantalla, no mostrándonos nunca a más de tres enemigos a la vez, todos ellos idénticos siempre y con una Inteligencia Artificial ridícula.

Este asunto técnico acrecienta esa fatídica sencillez de la que hablábamos como principal error del título. Los combates a espada contra enemigos se basan en apretar varias veces el botón Y sin más, pues éstos nunca nos atacarán a la vez y se mueven con absoluta lentitud. No nos tocarán casi nunca. Además, hay un minijuego de espada para los jefes finales, basado en un Quick Time Event tan lamentable como simple, que nos pide pulsar B, X e Y en un orden. Se lo podrían haber ahorrado, es imposible fallar. Lo mismo ocurre con muchos puzles, tan obvios como pesados, en los que tendremos que abrir una puerta llevando de un sitio a otro un objeto o pisando varios botones del suelo del escenario, descaradamente marcados con flechas, parpadeos y rótulos de ayuda que nos dicen cómo solucionar el 'enigma', por llamarlo de alguna manera. El intercambio entre hasta ocho personajes, cada uno con una habilidad concreta, es otro atractivo indicado en la caja como desafío, pero finalmente esto se queda en ir cambiando sin tener que probar demasiado, ya que el juego nos indica cuál escoger en cada momento, como ya nos venimos quejando en los últimos títulos de la saga LEGO.

Todo es aún más fácil teniendo en cuenta de que podremos perder casi infinitas vidas, ya que al morir reaparecemos exactamente donde estábamos a cambio de que nos quiten unas pocas de piezas de LEGO de las miles que poseeremos. Pero es que en este Piratas del Caribe no moriremos nunca, es casi imposible, pues no hay zonas de plataformeo peligroso, combates que cuesten un mínimo o trampas. Todo es avanzar, abrir una puerta, avanzar, recoger piezas, avanzar, cambiar de personaje y avanzar y mover un objeto. No tiene desafío alguno y vuelve a reflejar esa equivocada y triste idea muy actual que asocia el juego facilísimo al público ocasional, que no tiene por qué jugar mal y que empezamos a cansarnos también de ver cómo se le trata como a un público incapaz de pulsar dos botones a la vez, algo que no es para nada cierto.

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Desde el primer momento podremos elegir desde una plaza de Port Royal qué película llevar a cabo, cada una con cuatro episodios extraídos de las mismas de unos 15 o 20 minutos cada uno. Al terminar cada parte, desbloquearemos personajes para el Modo Libre y la siguiente de esa entrega cinematográfica. El Modo Libre es clave en este LEGO Piratas del Caribe. En él podremos volver a jugar todo el juego con hasta ocho personajes a la vez para intercambiar, lo que nos permitirá abrir zonas que en la primera pasada quedaron bloqueadas, recoger nuevos ítems, llegar más alto por ejemplo con el gancho de algunos personajes, cavar en la arena para desenterrar objetos, hacer uso del poder mental de algunos malvados, etc. El título sí que fomenta mucho esto, para que le dediquemos más horas de las 4 o 5 que nos llevará llegar hasta el final de las cuatro películas por primera vez, desbloqueando así varias figuritas, prendas para la sastrería y otros extras que nos irán apareciendo en los comercios de Port Royal, lo que sirve base de inicio en cada partida.

Por último, está el añadido del Street Pass, bastante sencillo también pero que puede funcionar para los más picados. Tendremos que escoger a un personaje y predefinirle tres ataques y tres bloqueos, para que cuando se cruce con otra Nintendo 3DS con el Street Pass activado luchen entre ambos y se comparen los resultados de cada pirata al atacar (alto, medio o bajo) y defender (en las mismas tres posiciones). Recuerda un poco al Modo Figuritas de Super Street Fighter IV de 3DS pero simplificado al máximo, como todos los apartados de este juego que nos ha acabado decepcionando bastante. No existe ningún otro modo multijugador ni adicional, por lo que se antoja corto y simple también en este sentido.

Conclusiones

LEGO Piratas del Caribe 3DS es, sin lugar a dudas, la peor de las versiones del título en relación a las características de las máquinas. Sin apenas uso de las tres dimensiones estereoscópicas ni un apartado gráfico realmente superior al de Nintendo DS, lo último de la venida a menos TT Games es uno de los juegos más facilones y sin atractivo que ha visto la joven consola. El título es una mera excusa comercial para aprovechar el tirón del lanzamiento de la cuarta película y no estamos seguros de que llegue a convencer a los jugadores ocasionales para los que supuestamente está planteado. Será fácil y poco atractivo hasta para ellos, a no ser que se sea muy devoto de las películas de Depp y compañía y nunca se haya visto un videojuego. Sus mejores puntos, como era de esperar, residen en todo lo que le dan las licencias LEGO y Disney, es decir, sentido del humor, absoluto respeto por todos los elementos oficiales (incluída la sensacional música de Hans Zimmer)  y rejugabilidad absoluta al invitarnos a completarlo al cien por cien entrando en cada nivel con varios personajes intercambiables.

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Es un juego oficial, y puede gustar a los seguidores de las aventuras de Sparrow.
El Modo Libre y la cantidad de objetos coleccionables para desbloquear extras.

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6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.