El Universo en Guerra: Asalto a la Tierra, Impresiones
Si la mitad de las invasiones a nuestro planeta simuladas en el mundo de los videojuegos hubiesen sido reales, sería difícil decir si el porcentaje de victorias habría sido tan siquiera parecido al ficticio. Con todo, esta vez no está en nuestras manos mantener a salvo la Tierra.
Si la mitad de las invasiones a nuestro planeta simuladas en el mundo de los videojuegos hubiesen sido reales, sería difícil decir si el porcentaje de victorias habría sido tan siquiera parecido al ficticio. Con todo, esta vez no está en nuestras manos mantener a salvo la Tierra.
¿Cuántas veces hemos tomado las armas con el fin de defendernos de alguna fuerza venida del espacio exterior?, ¿cuántas tropas hemos mandado al frente de batalla, aún a sabiendas de que sólo les esperaba una muerte segura?, ¿cuántas veces hemos hecho uso de estos tópicos al analizar un título? Para los más veteranos, la cantidad es inconcebible. Enumerar ahora todos aquellos juegos que usaron esta ambientación, es una locura comparable a intentar contar las estrellas que brillan en el cielo.
Aunque parezca mentira, El Universo en Guerra no nos brinda una nueva oportunidad de resolver esas antiguas rencillas que habrán de disputarse en un futuro. Llega de la mano de Sega y Petroglyph, desarrolladores de El Imperio en Guerra, ambientado hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana. Esta es su nueva oferta de estrategia en tiempo real, pero en esta ocasión, la acción tiene lugar dentro de poco tiempo, y en un planeta mucho más cercano... tan cercano como el nuestro, por no ir mucho más lejos.
aquí hace pocos meses, y a la luz de la versión jugable dispuesta por los creadores del título, nos disponemos a profundizar en lo que nos espera. A falta de escaso tiempo para ver el lanzamiento final de este título, preparémonos para observar lo que llegará, y así disponer de una ligera ventaja táctica frente a los crueles invasores que pretenden arrebatarnos el dominio de nuestro adorado hogar.
Serán tres las razas del exterior que se enfrenten en este juego, y ninguna de ellas será la nuestra. No señores, en esta ocasión debemos permanecer impasibles mientras observamos como se reparten nuestro hogar ante los inútiles esfuerzos de nuestros ejércitos. Aparecerán ciertos personajes humanos, es cierto, pero el protagonismo será completamente para las criaturas invasoras. No podemos negar que la perspectiva es del todo original, teniendo en cuenta a lo que estamos acostumbrados.
En la versión de demostración se nos ofrece la posibilidad de probar nuestras habilidades estratégicas en tres pantallas diferentes. La primera de ellas es un tutorial, donde podremos iniciarnos en el manejo del título. Por supuesto, se hace uso de los más que aceptados estándares del género. Seleccionaremos las unidades con el botón izquierdo del ratón, y estableceremos las órdenes usando el derecho para, según el elemento elegido, realizar unas acciones u otras.
Hasta ahora, hemos promovido la protección del modo de vida terrestre como objetivo del juego, pero este juego es para los más descontentos con la humanidad, pues sólo se nos permitirá tomar el papel de los pérfidos invasores. Durante esta trilogía de fases, seremos parte de la facción conocida como Hierarchy, aún a la espera de una traducción a nuestro idioma. Durante la demostración, tendremos posibilidad de destruir y masacrar a los habitantes de una pequeña zona del planeta.
Con ello se nos presenta también la primera unidad, los conocidos como Lost Ones, que responden al arquetipo del extraterrestre televisivo. No os dejéis engañar por su endeble constitución, pues son unos seres despiadados que disfrutan con el sufrimiento ajeno. Bastante ágiles, una de sus más mortíferas habilidades es la de colocar artefactos explosivos de fabricación alienígena que, al detonar, se llevarán consigo una buena parte del terreno circundante.
Las presentaciones no acabarán con estas indudablemente odiosas criaturillas, y seremos testigos del advenimiento de un gigantesco Walker. Estas moles mecanizadas, que recuerdan vagamente a los invasores de la novela de H.G. Wells, hacen las veces de máquina de guerra y punto de reclutamiento de nuevas unidades... y sin embargo, se mueven. Son completamente personalizables, ya que seremos capaces de comprar distintas mejoras para diferentes zonas importantes del gigantesco robot.
Así, podremos optar por crear una unidad más bien orientada al combate, adquiriendo armas y armaduras, o bien por un elemento de reclutamiento, al comprar cápsulas u otros elementos. Estos Walker son demasiado lentos al desplazarse, pero suponen una amenaza temible contra los enemigos y sus estructuras. La filosofía de Hierarchy es la de construir grandes bases móviles para llevar el terror al frente de la batalla, y su poderío se basa en su altamente desarrollada tecnología militar.
En las dos siguientes fases, tomaremos el mando de Orlok the Eternal. Este caudillo, conocido por sus logros en la conquista de otros planetas, ha decido, muy a su pesar, tomar parte en la contienda. A sus órdenes tendremos un comando de Grunts, una especie de robots acorazados similares a los de la Federación de Comercio de la Guerra de las Galaxias. Estos engendros mecánicos, se dedicarán a provocar el caos en las ciudades del planeta Tierra... quedando claro que no vienen en son de paz.
Será en la tercera fase cuando veamos algunas de las construcciones de este bando. Monolitos capaces de teletransportarse a cualquier punto del mapa, atacando a los enemigos con sus mortíferos rayos de plasma. Droides de recolección, cuya misión será convertir la chatarra en suministros para reclutar nuevas tropas o construir más edificios. Robots de exploración, que pueden lanzar sondas de reconocimiento para vigilar los movimientos del enemigo, y las posiciones de sus unidades.
Mientras tanto, tanques y marines intentarán defenderse de nuestro imparable avance, y aunque no son parte de ninguna de las tres facciones con las que tomaremos parte en la contienda, no dejan de mostrarse como letales enemigos cuando atacan en masa o caemos en una emboscada. Por supuesto, sus armas no tienen comparación con las nuestras, y es que en el 2012, el armamento de las naciones de la Tierra aún deja mucho que desear, comparado con la tecnología que portan los invasores.
La tecnología será un punto importante, aunque en la demostración se nos ofrecen pocos ejemplos al respecto. Parece que cada facción poseerá un árbol de desarrollo científico completamente diferenciado, y en el caso de Hierarchy, pasa por el desarrollo de sustancias capaces de provocar mutaciones entre los enemigos y la población civil. Este es solamente uno de los ejemplos, pero a la vista, el resto no parece que vayan a ser mucho menos interesantes y originales.
Se deja intuir lo que parece será un mapa global, al estilo que muchos otros juegos vienen implementando. Suponemos que cumplirá las funciones que el mapa galáctico tenía en su predecesor. Diferenciando la Tierra en distintas zonas, todo apunta a que existirá algún modo de juego que nos aleje de las campañas, dándonos total libertad de acción. Los desarrolladores aseguran que el título no posee un final predeterminado, aunque no sabemos si es a este modo al que se refieren.
El Universo en Guerra presenta unos gráficos excelentes, a la altura de lo esperado en un juego que pretenda ser competitivo en los días que corren. Se nota mejoría respecto a su predecesor, El Imperio en Guerra, y al no tener que responder ante los modelos establecidos por los dueños ninguna franquicia, se observa que los desarrolladores han puesto toda la originalidad de su parte. Los modelos se presentan con muy detallados, al igual que las estructuras y elementos del terreno.
El escenario responderá ante nuestras acciones, y provocaremos explosiones, cráteres y destrucción por doquier. Los disparos de las armas serán apreciables, con un nivel muy alto, al igual que el humo y el fuego de los edificios o vehículos aniquilados. Al igual que en El Imperio en Guerra, dispondremos de un modo cinemático, donde la acción se nos presentará en primera línea, y observaremos el campo de batalla con la misma perspectiva que un cámara grabando la invasión alienígena.
Por otro lado, el sonido no es para nada malo. Los efectos se corresponden a la perfección con los elementos que los provocan, a pesar de que un servidor no ha escuchado nunca una pistola de plasma. Si bien es cierto que el hilo musical es escaso en esta versión de demostración, las voces de nuestras unidades, de los civiles o líderes, son excelentes. A la par, otorgan una gran sensación de realismo a todo lo que estamos viendo durante la partida.
¿Qué nos queda por saber, a estas alturas? Se ha desvelado que otra de las facciones será Novus, una especie extraterrestre capaz de fundirse en una red de comunicaciones y moverse de un punto a otro del mapa en cuestión de segundos, con una capacidad de extenderse comparable con la de las cucarachas. No por ello son menos fieros, y su capacidad de defenderse será asombrosa. La tercera está aún por descubrirse, pero esperamos que sea tan apasionante como las que ya conocemos.
Visto lo visto, El Universo en Guerra: Asalto a la Tierra, promete, y mucho. Horas de entretenimiento, encarnizadas batallas por la supervivencia, unos gráficos estupendos y una experiencia inolvidable. Aún es pronto para aventurarse en más certeras profecías, y tendremos que esperar un poco para probar la versión completa y concluir, finalmente, si todo se queda en vanas esperanzas. Porque en ocasiones, los juegos también mienten.
El Universo en Guerra: Asalto a la Tierra
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