Imperivm Civitas II, Impresiones
Construye una ciudad, administra sus bienes, lucha contra bárbaros y contenta a tus ciudadanos para ser la envidia de todo el Imperio Romano.
Si en las fechas en las que estamos, casi Semana Santa, no son típicas las películas clásicas de romanos, que baje Júpiter y lo vea. ¿Qué tal si con ayuda del ordenador renovamos un poco el repertorio? Lo nuevo en estrategia clásica con sabor a Roma lleva por nombre Imperium Romanum.
Con Haemimont Multimedia como desarrollador y publicado por Kalypso, Imperium Romanum ya se encuentra a la venta en algunos países del mundo. Mientras esperamos su llegada a nuestro país, vamos a echar un vistazo a lo que nos ofrece esta nueva entrega del género de estrategia ambientada, como su nombre indica sin lugar a dudas, en la Antigüedad Clásica.
Nos encontramos, a primera vista, frente a un juego con muchas similitudes con títulos de la saga Caesar o Cleopatra, o para los que desconozcan estas series, ante una especie de Sim City ambientado en la antigua Roma. El objetivo principal de estos títulos es construir una ciudad de la mejor manera posible, donde satisfacer las necesidad de nuestros ciudadanos.
Por lo tanto, a pesar de contar con las características propias de la estrategia en tiempo real, nuestras acciones se moverán más en el campo de la administración y la construcción que en el militar. Que nadie se desilusione todavía, porque también tendremos la oportunidad de mandar legiones enteras al frente de batalla, aunque esa no es la meta fundamental del juego.
Imperium Romanum cuenta con cuatro modos de juego, aunque propiamente dichos, podríamos resumir todos a un sólo tipo. El primero de ellos, indispensable ya en los productos de cierta calidad, es el tutorial, donde aprenderemos todos los conocimientos básicos que distinguen a un buen gobernador romano de un especulador inmobiliario cualquiera.
El segundo modo, nos ofrece un árbol de escenarios, que nos permitirán jugar a lo largo de la historia del Imperio. Abarcando 600 años de historia, desde el 509 A.C. hasta el 120 D.C., iremos dirigiendo la vida de diferentes ciudades y en distintas coyunturas. En cierto modo, equivale a la campaña de otros títulos, ya que es necesario ir superando fases para avanzar.
Una vez comenzado el juego, nos encontraremos con una vasto espacio que, en la mayoría de las ocasiones, sólo estará parcialmente ocupado por el edificio central de la ciudad, el foro o forum, y alrededor del mismo, iremos construyendo nuevos edificios. La construcción que promoveremos en mayor cantidad, serán las viviendas, que aumentarán nuestra población.
Dependiendo de la riqueza de sus dueños, estas viviendas pueden ser de distintos tipos, domus, casas, villas... Cuanta más opulencia exista en nuestra ciudad, mayores serán las exigencias de nuestro pueblo, por lo que tendremos que esforzarnos en complacer todas las peticiones de nuestros conciudadanos, si no queremos que estalle una rebelión y arda Roma.
Lo principal es conseguir agua, para lo que tendremos que diseñar las rutas de nuestros acueductos. El punto de partida ya está creado, y nosotros iremos marcando por donde deben extenderse. Con ellos, podremos crear pozos, y así aplacaremos la sed de nuestro pueblo. Con esas necesidades básicas realizadas, construiremos aserraderos, granjas y campos de trigo.
Conforme los paladares de nuestros ricos ciudadanos se van haciendo más exquisitos, nuevas y exóticas formas de gastar su dinero se van haciendo necesarias. Carnicerías, vino o sastres, serán importantes para que los terratenientes romanos puedan hacer alarde de su posición, mientras que son los esclavos los que trabajan y se agotan en los campos de labranza.
Si nos quedamos sin trabajadores, siempre podemos seguir empleando más esclavos, construyendo barracones para que habiten. Sin embargo, llegará un momento en el que la seguridad de nuestro pueblo se vea amenazada por los bárbaros colindantes, y es entonces cuando necesitaremos armeros, herreros y cuarteles de infantería, caballería o arqueros.
Para construir, usaremos el botón derecho para que aparezca un menú radial, donde se nos dividen las diferentes opciones en grupos. Así, los edificios se dividen según su utilidad: infraestructuras, monumentos, viviendas, comercio... y una vez seleccionado el deseado, lo ubicaremos en su lugar, con posibilidad de rotarlo para que cumpla nuestro plan urbanístico.
Por lo visto en la versión que ahora se vende fuera de nuestro país, el juego cuenta con voces que van leyendo las diferentes misiones, aunque no cuenta con ellas para saber el estado de la ciudadanía. El sonido parece que será bastante bueno, digno de un juego de estrategia, con numerosos efectos sonoros y alarmas para saber cuando están ocurriendo eventos.
En el apartado visual, los edificios y habitantes se han trabajado mucho, y dan una gran sensación de realismo y dinamismo a la escena de la ciudad. La única pega que podemos poner en los gráficos, se debe a las tropas, que parecen demasiado inanimadas comparadas con el resto de ciudadanos, y carecen de la cantidad de detalles que se han incluido en estos.
De hecho, los combates no llegan a la altura que se puede esperar en este tipo de títulos, ya no por la limitación de opciones, que es comprensible, si no por el poco realismo que impregna las batallas y los asaltos. Sin embargo, repetimos que se trata de un título de gestión, más que de pura estrategia militar, si bien estará mal si se soluciona este problema en futuras versiones.
Por el contrario, el nivel que se consigue en las ciudades es realmente espléndido, y pocos títulos de este género pueden decir lo mismo. La recreación de las ciudades y sus entornos será, sin lugar a duda, la mayor baza a favor de Imperium Romanum. Una verdadera clase sobre arquitectura y organización de las ciudades en la época del mayor imperio clásico.
A espera del título que finalmente se oferte en nuestras tiendas, Imperium Romanum toma el camino que marcaron Caesar y otros títulos similares, e intentará abrirse un hueco en las estanterías de los amantes de la Edad Clásica. Por lo que hemos podido observar, tiene armas suficientes como para engatusar a todos ellos, aunque aún es pronto para decirlo.
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