Un Sam Fisher más clásico

Sam Fisher regresa por cuarta vez a las consolas. A pesar de tratarse de un título multiplataforma, la versión de Xbox 360 de Splinter Cell Double Agent llegó a las tiendas antes que todas las demás. Muchos se temían que el juego no estuviese a la altura, o que se tratase de un simple port, pero nada más lejos de la realidad, ya que se tratan de juegos radicalmente distintos en su presentación final.

Mientras en la nueva máquina de Microsoft nos encontrábamos con un juego que suponía una evolución en la saga tanto argumentalmente como en los aspectos jugables, en PlayStation 2 nos encontramos con una versión muy diferente, que no sigue las bases de la entrega que os comentamos hace unas semanas y sigue manteniéndose fiel a las anteriores incursiones de la saga. Un juego con el mismo título, pero diferente, que ofrece cosas buenas y otras que se podrían haber mejorado.

Sin embargo, las secuencias de vídeo, los niveles, las situaciones a las que nos enfrentemos y los diálogos serán totalmente diferentes. En esta versión, se nos explica el por qué de muchos elementos que quedaban en el aire en 360, y el nuevo enfoque que se ofrece del juego en general en términos argumentales lo convierten en un complemento perfecto. Lo ideal para todo aficionado a la saga sería disfrutar de ambas entregas, ya que vienen a ser dos juegos distintos que juntos forman una unidad estupenda.

Tendremos que estar muy pendientes del sistema de confianza, la gran novedad de esta entrega, que nos obligará a tener contentos a dos bandos muy diferentes. Pero no será igual al de 360, ya que también en esto la entrega de PS2 se diferencia bastante; las decisiones críticas y las consecuencias que acarrearán serán del todo novedosas en esta versión, ofreciendo cosas nuevas y variadas, siendo el resultado igualmente un título interesante que mantiene la fuerza por sí mismo.

Como todo buen agente secreto, gozaremos de una gran cantidad de armas y gadgets. Pistolas y metralletas para defendernos, junto a balas aturdidoras, granadas, sin olvidarnos del clásico casco con tres visiones distintas, para analizar el terreno a nuestro alrededor. Las situaciones son bastante variadas, y a veces resultan algo complicadas, por lo que tendremos que estudiar mucho nuestros movimientos.

Lo ideal es pasar lo más inadvertidos posible, contando a veces con la ayuda de nuestros aliados, ya que si somos vistos, los enemigos no tendrán compasión con nosotros, aunque podremos defendernos, escondernos hasta que se calmen las cosas (algo que no siempre ocurre) o directamente volver a empezar desde el último punto de control.

Para pasar desapercibidos podemos engañar a nuestros enemigos lanzando objetos que encontremos en el suelo a una zona lejana para distraer su atención. En nuestra labor deberemos realizar acciones como abrir cajas fuertes, puertas cerradas con llave o hackear ordenadores, que se presentarán en forma de pequeños minijuegos que, una vez les cojamos el truco, no presentarán un gran desafío.

Básicamente, el título sigue las directrices de las entregas anteriores de la saga en PS2 y Xbox, sin grandes novedades aparte del sistema de confianza en el que se centra el título. Se echa en falta la evolución a la que nos hemos acostumbrado en 360, pero el sistema clásico de juego resulta igual de atractivo, a pesar de que parezca que se ha estancado, y la interfaz resulta algo rústica.

Este nuevo Splinter Cell ofrece una duración de unas diez horas en el modo historia, pero al gozar de diversos modos de dificultad y la opción de mejorar nuestro nivel de sigilo, la rejugabilidad es muy amplia, sobre todo para los aficionados que querrán mejorar sus habilidades como espías. Además, están los modos para varios jugadores, tanto en una máquina como a través de la red.

El acompañamiento está llevado a cabo por una banda sonora dinámica y muy apropiada a las situaciones que representa en cada momento el juego, y unos efectos sonoros de bastante calidad, aunque la mayoría se recuperan de entregas anteriores también. Lo más destacable del apartado sonoro es el trabajo de doblaje, muy bien realizado por profesionales (algunas voces serán fácilmente reconocibles por el usuario) y que nos oferta los momentos más intensos del argumento.

Hay un buen número de misiones cooperativas para dos jugadores, lo cual se traduce en una interesante oferta que amplía la vida y la experiencia de juego. La gran pega que se le puede destacar en este aspecto es la desaparición del modo Espías contra Mercenarios, así como el hecho de que las misiones cooperativas no están disponibles en red.