Entre el bien y el mal

Sam Fisher regresa por cuarta vez a las consolas, aunque esta será su primera incursión en la nueva generación. A pesar de tratarse de un título multiplataforma, viendo la luz en todas las máquinas previas, la versión de Xbox 360 de Splinter Cell Double Agent llega a las tiendas antes que todas las demás. Muchos se temían que el juego no estuviese a la altura, o que se tratase de un simple port, pero nada más lejos de la realidad.

Lo que deja claro UbiSoft con esta primera entrega de la saga en la máquina de Microsoft es que no les gusta hacer las cosas a medias. Lejos de conformarse con un título que simplemente cumpliese para el salto generacional, como hacen muchos, nos encontramos ante un título que explota de forma más que satisfactoria las nuevas capacidades técnicas, junto al excelente sistema de juego de la saga y una historia envolvente, digna de Tom Clancy.

Sin embargo, será ahora cuando Sam empiece su misión más difícil y peligrosa, jugando a dos bandas. No abandonará a la agencia, que cuenta con él en la infiltración que nuestro personaje hará dentro de un comando terrorista. Y por otro lado, está dicho comando, en el cual se verá introducido una vez ayude a escapar de la prisión a uno de sus miembros activos.

De este modo, las misiones tendrán diversos objetivos, correspondientes a una u otra facción. Es esencial en este punto el tener que prestar atención a las dos barras de confianza, una para cada organización, que aumentarán o decrecerán según cumplamos sus misiones o, por contra, no seamos capaces (o no queramos) realizar lo que se nos pide. Suena sencillo, pero en la práctica es algo más complicado de lo que parece.

Si se acaba una de las barras de confianza, supondrá el fin de la partida, por lo que no podremos descuidarnos en ningún momento. Habrá misiones principales, que deberemos cumplir para poder superar cada nivel, así como secundarias e incluso terciarias, que servirán para aumentar o disminuir la confianza. Por ejemplo, un objetivo terciario puede ser no matar a nadie en la misión, y si tenemos que recurrir a la violencia, bajará la confianza de la agencia en nosotros.

Además, tenemos que tener especial cuidado cuando estemos en el cuartel general de nuestros aliados terroristas, ya que en este lugar seremos reconocidos por todos los miembros de la organización que viven allí, de modo que si somos vistos haciendo algo sospechoso, nuestra barra de confianza desaparecerá directamente. Es decir, por ejemplo, no podemos ponernos a abrir una puerta cerrada con ganzúa delante de todo el mundo.

En definitiva, ¿qué experiencia nos ofrece Splinter Cell Double Agent? Pues ante todo, un argumento muy profundo, enrevesado, completo, con sorpresas, giros argumentales... un guión digno de las mejores producciones cinematográficas, que engancha al jugador y le retiene pegado al mando misión tras misión. A ello contribuye la inmersión que propicia el jugar como agente infiltrado y tener que cumplir órdenes de dos grupos distintos.

Como todo buen agente secreto, gozaremos de una gran cantidad de armas y gadgets. Pistolas y metralletas para defendernos, junto a micrófonos, pistolas de ultrasonidos, balas aturdidoras, granadas, sin olvidarnos del clásico casco con tres visiones distintas, para analizar el terreno a nuestro alrededor. Las situaciones a las que nos tendremos que enfrentar como espía pueden abarcar, por ejemplo, grabar una reunión secreta con el micrófono, colgados de la fachada de un rascacielos mientras evitamos ser vistos por un helicóptero.

Lo ideal es pasar lo más inadvertidos posibles, contando a veces con la ayuda de nuestros aliados, ya que si somos vistos, los enemigos no tendrán compasión con nosotros, aunque podremos defendernos, escondernos hasta que se calmen las cosas (algo que no siempre ocurre) o directamente volver a empezar desde el último punto de control.

Para pasar desapercibidos podemos engañar a nuestros enemigos lanzando objetos que encontremos en el suelo a una zona lejana para distraer su atención. En nuestra labor deberemos realizar acciones como abrir cajas fuertes, abrir puertas cerradas con llave o hackear ordenadores, que se presentarán en forma de pequeños minijuegos que, una vez les cojamos el truco, no presentarán un gran desafío.

La gran variedad de opciones de juego, en términos de posibilidades a la hora de disfrutar de la aventura, más que de modos de juego, ofrece una experiencia diferente según cada usuario, e incluso las veces que un jugador vuelva a repetir una misión, nunca serán iguales. Sin olvidar que de vez en cuando disfrutaremos de secuencias de acción en los vídeos en las que deberemos tomar difíciles decisiones como la de si alguien debe vivir o morir.

El título ofrece una duración de sobre diez horas en el modo historia, pero al gozar de tres finales diferentes y diversos modos de dificultad, la rejugabilidad es muy amplia. Por si esto fuera poco, en cada nivel obtendremos una puntuación de sigilo, según lo bien que lo hayamos hecho, que podremos repetir intentando superar dichos porcentajes también.

Splinter Cell: Double Agent (Xbox 360)

Splinter Cell: Double Agent (Xbox 360)

Splinter Cell: Double Agent (Xbox 360)

Splinter Cell: Double Agent (Xbox 360)