Bienvenidos al hormiguero

Actualmente ya es una costumbre la adaptación en forma de título multiplataforma de cualquier película de animación que se precie. Este verano, por ejemplo, ha ocurrido con los notables films Cars y Vecinos Invasores, de Pixar y Dreamworks respectivamente, y ahora se vuelve a repetir con las dos nuevas apuestas en el género de la caracterización por ordenador por parte de Columbia Pictures y Warner Bros: Monster House y The Ant Bully, siendo éste último el título a analizar en el presente texto.

Concretamente, Ant Bully: Bienvenido al Hormiguero es una comedía de animación dirigida por John A. Davis (conocido por las dos películas de Jimmy Neutron) y basada en un libro de John Nickle que Tom Hanks (productor de la película) leía a su hijo Truman. La historia de la cinta, al igual que la presente adaptación, cuenta la amarga existencia de Lucas Nickle, un niño de diez años que continuamente es agredido por Steve, el matón del barrio, liberando su frustración en una inofensiva colonia de hormigas cuyos habitantes están hartos de la situación y deciden defenderse gracias a una poción mágica de la hormiga-mago Zoc. Tras introducírsela por la oreja, el joven es instantáneamente reducido al tamaño de una hormiga y llevado a las profundidades del hormiguero para ser juzgado.

Después de oir la decisión de la Hormiga Reina, nuestro protagonista debe vivir entre las hormigas y aprender sus costumbres para conseguir la libertad siguiendo los consejos de la hormiga Hova. Esta adaptación para Game Boy Advance narra, en la única modalidad disponible en el cartucho, las aventuras de Lucas: El Destructor como una minúscula criatura partiendo de un sencillo tutorial hasta la lucha contra el exterminador Stan Beals, ofreciendo en total diez variados niveles pero con una escasa duración.

El desarrollo de estas fases es bastante básico y se basa en la resolución de sencillos objetivos como encontrar determinados objetos u hormigas, vencer a algunos enemigos (como pulgas, moscas o sapos), resolver sencillos puzzles (basados en el movimiento de grandes bloques o en lanzar gotas de agua) y salvar a otras criaturas de la colonia mediante la elección de sencillas órdenes como mantenerse en el lugar, seguir o atacar. Nada realmente original aunque el título es bastante accesible y fácil de manejar.

Asimismo, para resolver todas estas situaciones contamos en todo momento con un práctico radar en la esquina inferior derecha que nos localiza los diferentes objetos y enemigos. Por otra parte, para defenderse de los rivales nuestro héroe puede empuñar diferentes armas como palos, diminutas espadas o lanzas que tienen variados resultados. Su correcta utilización es primordial en los jefes finales dado que son los únicos momentos donde verdaderamente el juego muestra cierta dificultad.

Técnicamente nos encontramos con un título con escenarios bastante detallados, personajes con sencillas animaciones y texturas brillantes aunque a medida que progresamos observamos una tediosa repetición de los escenarios, enemigos o unidades. Además, los menús son demasiado simples, con sobrios dibujos tribales y no hay ninguna imagen de la película, por lo que todo el argumento está narrado por un abundante texto al principio de la historia.

En el aspecto sonoro tampoco hay ningún aspecto que destaque por el resto, con sencillas melodías, diferentes para cada área, así como efectos discretos para los numerosos ataques o movimientos con varias hormigas. Por otra parte, la jugabilidad es muy sencilla dado que en los menús se muestra las posibles elecciones y durante el juego contamos con un escueto número de movimientos.

Por último, el presente cartucho cuenta con excesivos diálogos y algunos fallos como bajadas inesperadas en el refresco de la pantalla (comúnmente conocido como framerate) y algunas zonas mal estructuradas que, junto con la ausencia de cualquier otra modalidad (la historia se puede superar fácilmente en dos horas), hacen que sea un juego poco recomendable dada la alta calidad de las diversas entregas de la saga de The Legend of Zelda o del notable Sword of Mana, si bien su estilo es diferente.