Un usuario inicia su propia cruzada contra la censura en los videojuegos.

Cuando títulos como GTA: San Andreas se encuentran en el ojo del huracán social con motivo de las escenas de violencia explícitas en él mostradas (y que han sido motivo de controversia para políticos y diversos sectores sociales en Norteamérica) un usuario de dicho país ha iniciado una singular campaña de protesta contra la censura y politización de los videojuegos al arremeter tajantemente contra el senador Chuck Schumers, quién solicitó el mes pasado a Sony y Microsoft la retirada del título 25 to Life del planning de lanzamientois de PS2 y Xbox respectivamente.

 Brian Zelden (el nombre del usuario indignado) ha manifestado en su petición online que 'ya estamos hartos de la ignorancia y el paternalismo del gobierno, que culpa a los videojuegos de de las acciones de gente enferma. Muchos queremos que los políticos (y ciudadanos) recuerden que vivimos en América, hogar de la libertad de discurso y libertad de empresa'.

 Dicha petición ya ha pasado por las manos de los editores del título al que alude, los cuales se han mostrado escépticos respecto a la campaña, hecho que se refleja en la misma, que actualmente cuenta con tan sólo 51 firmas. Los desarrolladores, igualmente informados de la movilización a favor de su próximo título agradecen la ayuda, pero anticipan su más que probable inutilidad de cara a una posible influencia en los políticos y organizaciones en contra de los videojuegos.

Dentro de la propia petición online encontramos diversos firmantes indignados con los acontecimientos que vienen sucediéndose en la actualidad videojueguil. La mayoría de mensajes que apoyan la iniciativa están formados por todo tipo de críticas hacia el gobierno y su política. En declaraciones de uno de los protestantes 'no entiendo como más de un político es incapaz de entender los videojuegos como un hobby, o una vía de escape. Si usted no entiende las ideas básicas de un videojuego y lo que pretende, o la forma de pensar del usuario medio, no tiene ningún derecho a ordenar como ha de utilizarse este medio'. Otro usuario sugiere que son los propios padres quienes deben decidir a que juegan sus hijos, y no el gobierno: 'nos oponemos por completo a la censura y creemos en el sistema de calificación por edades ESRB. Los políticos y policías deberían preocuparse por la verdadera delincuencia en las calles y no en una forma de ocio.'

A pesar de no ser un hecho de gran relevancia en el sector, siempre es algo reseñable para todos los aficionados a los videojuegos ver como de vez en cuando la polémica y las críticas llegan del lado de los defensores y no de los detractores.