Super Mario Advance 4, Impresiones (GameBoy)

Super Mario Bros 3 no es un juego, es una leyenda. Seguramente el juego más importante de su generación y uno de los títulos más vendidos de la historia, todavía hoy sigue fresco en la memoria de jugadores de todo el mundo (no en vano es considerado por muchos el mejor Mario de la historia, aunque casi todos los episodios cuentan con sus incondicionales).

En todo caso, este es un título que ha quedado grabado a fuego en muchos de sus usuarios, por lo que seguramente serán capaces de disculpar a Nintendo por haber vuelto a utilizar su GBA para rescatar un nuevo Mario, esta vez desde la época de la mítica Famicom, en lo que fue la tercera entrega de la saga y la última en la consola de 8 bits.

Super Mario Advance 4 es Super Mario Bros 3, con unos cuantos extras. Por supuesto, se ha utilizado la versión "remasterizada" que se puedo ver en el All-Stars de Super Nintendo, por lo que el aspecto gráfico, aunque no está a la altura de títulos como Yoshi's Island, sí presenta un aspecto colorido y alegre que contrasta con la pobre paleta de colores que tenía Nes (lo que, a pesar de todo, le sirvió para darle un aspecto fantástico cuando salió en su día).

La "historia" versa de como Browser y sus hijos roban las varitas mágicas de los monarcas de cada reino, convirtiendo de paso a estos en animales. Por tanto, Mario y Luigi se embarcan en un viaje que les llevará a diferentes reinos, cada uno con una cierta temática, con el fin de recuperar los objetos mágicos y derrotar a las huestes de browser. Un pequeño hilo conductor para dar consistencia a uno de los más grandes plataformas jamás creados.

Una de las primeras cosas que caló entre los aficionados fue el encontrar como los poderes para Mario y Luigi habían sido bastante aumentados. Ahora no solo estaba la seta para crecer y la flor para poder lanzar bolas de fuego, sino que también se podían adquirir diferentes disfraces que abrían nuevas posibilidades, como por ejemplo la cola de mapache, que servía para poder lanzar un coletazo lateral, o incluso volar si se cogía la suficiente carrerilla. Luego se podían encontrar otros no tan comunes, como el de rana, el de martillo o incluso uno de mapache con el que se podía convertir a Mario en una estatua y pasar inadvertido entre los enemigos.

Otro de los elementos característicos de este título es su mapeado y la gran cantidad de exploración que se incorporó, especialmente a la hora de poner secretos, aspecto sobre el que esta entrega de la serie sobresale frente a otras. Para empezar se introdujo un mapa del mundo en donde estaban situadas las diferentes fases comunicadas por caminos, pero que tenía una cierta "libertad" ya que se podía ir por rutas alternativas, encontrar pasadizos secretos utilizando algunos items especiales, e incluso encontrar atajos o mundos nuevos. La cantidad de secretos en el mapeado y en las propias fases del juego resultó muy alta (la capacidad de volar ayudó bastante a ampliar el tamaño de estos, por lo que además de ser un título largo, tiene una gran cantidad de rejugabilidad.

Resulta sorprendente, jugando a la versión japonesa, que después de tantos años y después de tantas cosas que han pasado en la industria, este título siga conservando la frescura de antaño. No hay curva de dificultad, solo es enchufar la consola, comenzar el juego y quedarse irremediablemente enganchado, sin tutoriales, sin complicadas tramas, ni trabajados FMV. Un par de saltos y al novato le parecerá que lleva jugando toda la vida. Pero cuando a uno le parece que ya es un maestro y que se pasa las fases con facilidad, es capaz de quedarse atascado en una fase y consumir decenas de vidas antes de que consiga poder seguir avanzando y todo ello sin dejar de disfrutar nunca de esa maestría que solo Shigeru Miyamoto tiene a la hora de hablar de plataformas, con un salto ajustado al milímetro y el popular efecto de inercia.

Pero seguramente a uno le quedan ganas de algo más, especialmente para aquellos que ya lo han jugado de cabo a rabo y les gustaría encontrar algo nuevo. Al parecer Nintendo ha incorporado compatibilidad con las tarjetas E-Reader en este título, por lo que mediante estas se pueden liberar distintos extra. Puede que muchos recuerden como durante el E3, se vieron imágenes de Mario con la capa de Super Mario World, lo que mosqueó a bastantes "puristas". En realidad esas imágenes corresponden a fases especiales que pueden ser liberadas con las susodichas tarjetas. Además, mediante estas se puede acceder a diferentes tipos de extras que aumentan la vida del juego (sin embargo, sería interesante que se explicase que se va a hacer respecto a Europa).

También se ha incorporado el clásico arcade de Mario Bros, tal y como pasa en todos los Super Mario Advance, en donde habrá que voltear una especie de tortugas para eliminarlas y ganar más puntos (a la vez que se le hace perrerías al contrincante si se está jugando en multiplayer). Al igual que en anteriores ediciones, este mini-juego es compatible en los 4 Mario de GBA, por lo que los poseedores de este título pueden echarse unas partidas multijugador frente a competidores que tengan alguna de las tres ediciones anteriores.

Volver a jugar a Super Mario Bros 3 es un auténtico placer, pero después de cuatro puertos seguidos, ya va siendo hora de que Nintendo se ponga el mono de trabajo y obsequie a sus fans y al mundo entero con una nueva entrega de la saga en 2D, que es lo que mucha gente está esperando. A fin de cuentas ya no hay más posibilidades (Mario 64 no puede meterse en GBA y nadie cree que la compañía afincada en Kyoto vaya a sacar un Super Mario Advance 5 a partir de Super Mario Bros, eso sería el colmo). Mientras se espera, nada mejor como este título para disfrutar de la "magia Nintendo" en estado puro.