El Terror cobra forma en tu Xbox...

En el continente helado de la Antártida, una misteriosa forma de vida se ha instalado en un puesto científico americano. Toma el rol de líder de un equipo militar de rescate, enviado para investigar lo sucedido. Prepárate para dar la bienvenida a The Thing, el primer survival horror para Xbox.

1982. El maestro del cine de terror, John Carpenter (director de otros clásicos del género como Halloween, La Niebla o Christine), dirige The Thing: La Cosa. En éste remake del clásico The Thing (según los créditos, dirigida en 1951 por Christian Nyby, aunque es bien sabido que el mismo Howard Hawks llevó el peso de la dirección), película que fue rebautizada en nuestro país como El Enigma de Otro Mundo. En ella, un equipo de científicos estadounidenses que realizan estudios en la Antártida, se ven envueltos en una delicada situación por ayudar a un perro a escapar de unos militares noruegos, abriendo fuego contra estos, obsesionados por la idea de acabar con él. Pero pronto pueden comprobar, que lo que en un principio parecía un inofensivo y asustado perro, dará fruto a la más primitivas de las pesadillas imaginables, un ente desconocido, intemporal, y de otro mundo que evoluciona nutriéndose de cuanto ser vivo se encuentra a su paso, adoptando la forma que más le convenga, y asimilando la conciencia de este individuo, en beneficio de utilizar este don con astucia, para apoderarse de las demás formas de vida.

El diseño de los humanos es bastante bueno, así como el diseño de las caras. Los movimientos están correctamente realizados, aunque quizás se muevan con algo de lentitud. Sin embargo, en las escenas de introducción, realizadas con el motor del juego e imprescindibles para avanzar en el hilo argumental, los personajes muestran más sus carencias y se aprecian demasiado los polígonos que los forman.

El diseño de los niveles igualmente ralla a un buen nivel, con un fantástico uso de la iluminación que ayuda a crear una atmósfera opresiva, de esperar constantemente un ataque por sorpresa, de estar con los nervios a flor de piel porque prevemos que va a ocurrir algo.

Los escenarios exteriores, abundantes a lo largo del juego, son fantásticos. La niebla volumétrica, aunque no llega al nivel de lo visto en Silent Hill 2, no nos dejará ver más allá de unos metros, imitando la oscuridad propia de esas latitudes. Así, avanzar por el exterior es una aventura y debemos guiarnos por los postes de luz que existen sino queremos perdernos fuera de la base, Y aunque los escenarios exteriores no son muy amplios, debemos estar pendientes de cuanto nos alejamos, porque existe un medidor de frío que irá descendiendo mientras exploremos el exterior, y si llega a cero, las bajas temperaturas llevarán al traste nuestro misión.

Los decorados interiores tienen unas texturas que, aún siendo bastante simples, cumplen perfectamente con la intención de crear el ambiente solitario y frío de una base polar; existen elementos rompibles como cajas en las que encontrar ítems y otros irrompibles que forman parte de la decoración de la base.

Es en estos interiores cuando el uso del contraluz llega a su punto álgido. Algunas habitaciones se mostrarán muy oscuras en determinados momentos, y debemos usar nuestro ingenio, junto a las linternas y las bengalas para poder ver más allá de nuestras narices y no ser sorprendidos por una Cosa en el momento más inesperado.

En cuanto al diseño de los enemigos, es correcto sin más. Sus movimientos son bastante cómicos, como si se moviesen con dificultad fuera de un huésped. Sin embargo son bastante más rápidos que nosotros, por lo que hay que tener buena habilidad para acabar con ellos con rapidez.

Es fantástico salir fuera de la base y escuchar el viento aullando a nuestro alrededor y los pasos sobre la nieve. O estar dentro de una sala y percibir unos sospechosos ruidos en la habitación anexa. O soportar a nuestros compañeros de equipo quejarse del frío que hace o de lo asqueroso que era ese bicho al que acaban de eliminar.

Las voces, fantásticamente dobladas al castellano, ayudan a crear esa atmósfera cooperativa con nuestros compañeros de brigada. Éstos nos avisarán cuando se acerquen enemigos, cuando estemos mucho rato expuestos al frío o cuando quieran ayudarnos en algo. Dada la importancia de las escenas no jugables y que nos ayudan a entrar en la historia, y que además son bastante abundantes a lo largo del juego, la traducción era imprescindible y por suerte, la tenemos.

Nuestros compañeros también pierden su confianza en nosotros si les disparamos durante una pelea, si matamos a otro compañero, si le aplicamos una descarga eléctrica con el táser o si te escaqueas durante una pelea, así como en otras situaciones. Darles un arma, curarlos o participar activamente en los combates puede provocar el efecto contrario, es decir, que empiecen a confiar en nosotros. Y creedme si os digo que tener aliados dentro del grupo es muy recomendable si queremos permanecer con vida.

Pero además de la confianza, debemos controlar el miedo de los otros miembros de la Brigada. Su nivel de miedo aumenta si oyen ruidos extraños, si están en una zona que les da pavor (por la existencia de cadáveres, por ejemplo) o si se ven acosados por los monstruos. Para calmarlos, podemos optar por llevarlos a lugares más acogedores, darles armas más poderosas o inyectarles adrenalina.

Gestionar correctamente a nuestra escuadra es vital en el desarrollo del juego, ya que si se vuelven locos o pierden totalmente la confianza en nosotros, no dudarán en arrebatarnos la vida. Esto le da un interesante toque al juego, pues debemos aprender a controlar nuestros recursos humanos de una forma que no habíamos visto antes en un videojuego. Y el sistema es muy bueno. Por ejemplo, en uno de los niveles, buscando un dispositivo para análisis de sangre, accedes a una habitación con ventanas que dejan ver el exterior. Pues a través de ellas puedes ver a enormes Cosas caminando a sus anchas. Nuestros compañeros se asustarán, quedándose inmovilizados debido al pavor que les provoca la visión de semejantes engendros. ¡Y debemos actuar rápido sino queremos que el miedo les haga cometer una locura!

Esta es la mayor novedad del juego y su punto fuerte sin ninguna duda. Por lo demás, el juego incluye muchas escenas de exploración, buscando objetos que nos piden otros personajes, buscando salidas, encontrando nuevos compañeros y demás acciones clásicas de este tipo de videojuegos. El desarrollo es básicamente por misiones, introducidas por breves secuencias cinemáticas realizadas con el motor del juego. Bien por radio, bien de palabras de nuestros compañeros, iremos obteniendo nuevas misiones que cumplir dentro de la base polar. En cuanto a su dificultad, diremos que en algunos momentos es bastante alta, sobre todo en algunos de los enfrentamientos con los monstruos de mayor tamaño.

En cuanto al sistema de combate, es bastante básico. Disponemos de multitud de armas como pistolas, escopetas, ametralladoras, lanzallamas y sopletes (imprescindibles para achicharrar a las Cosas de mayor tamaño), así como varios tipos de granadas y un rifle de francotirador. El sistema usado para apuntar es bastante básico, ya que si nuestro personaje está enfocado en la dirección adecuada, el blanco a eliminar se seleccionará automáticamente, por lo que se evitan complicaciones. Al menos en principio, porque en las distancias cortas este sistema es un tanto engorroso.

Y es que los combates, sin ser malos, no alcanzan la espectacularidad de otros survival horror como Silent Hill 2 o la saga Resident Evil. El sistema de auto-apuntado simplifica mucho las cosas y quita protagonismo al usuario. Además, armas como el lanzallamas son bastante incontrolables en principio, por lo que salir chamuscado al usarlas es algo frecuente en las primeras partidas. A esto hay que añadirles la baja inteligencia artificial de los enemigos (aunque claro, las Cosas puede que no sean seres inteligentes) ya que en ocasiones se quedarán mirando como matamos a una de sus compañeras para empezar a atacarnos, en lugar de hacerlo las dos conjuntamente.

Si a esto le añadimos algunos errores que se dan con los dispositivos para analizar la sangre (como probarlo con un compañero y a los pocos instantes de seguir jugando ver que se transforma en uno de los seres extraterrestres), la visión general del juego baja algunos enteros, impidiéndole alcanzar un lugar de honor dentro del género del survival horror.