3.000 millas, 5 días, y toda la Policia en contra!

Muchos de nosotros, sobre todo los más veteranos, recordaremos con nostalgia aquellas películas americanas cuyo plato fuerte eran las persecuciones policiales de los coches de los protagonistas por atestadas carreteras y con increíbles maniobras, saltos y acelerones realizados para evadir los férreos controles policiales.

Una de ellas, protagonizada por Burt Reynolds, Dean Martin y Sammy Davis Jr. entre otros, se llamaba "Los locos de la Cannonball". Se trataba de una carrera ilegal que debía recorrer los USA de costa a costa en coche en el menor tiempo posible. Era la versión cinematográfica de una mítica carrera ilegal. A finales de la pasada década, este tipo de carrera ha tenido un resurgir, y desde 1999 se vuelven a desarrollar.

El juego que nos ocupa traslada toda la emoción, velocidad, riesgo y locura de este tipo de carreras a las pantallas de nuestra consola. El objetivo está claro: ser el piloto que ocupe la primera plaza al final de la carrera.

Pues bien, para los que han visto las películas, el juego es un fiel reflejo de ellas. Para los que no las han visto diremos que el juego es una mezcla de "Burnout", "Need for speed" y "Driver" a partes desiguales y cada uno de ellos en determinados, aunque algunos más que otros.

La sensación de velocidad está muy conseguida, sin llegar a las cotas vistas en "Burnout" por ejemplo, nos encontramos con que para cada tipo de vehículo la sensación es bien distinta. Porque el juego no deja elegir coches en un elenco de 7 tipos de coches, que van desde los aparatosos monovolúmenes y 4x4 (léase ambulancias furgonetas y todo-terrenos) hasta los más lujosos deportivos de la competición las 24 horas de Le Mans, pasando por una colección de coches clásicos, coches urbanos normales o los más elitistas deportivos. No será lo mismo llevar uno que otro, y lo notaremos desde el acelerón inicial.

Si bien es cierto que la mayoría de los coches, de los que dispondremos de más de una veintena, estarán bloqueados desde el principio, y que a base de ganar retos y pasar pruebas especiales iremos liberándolos para poder hacer uso de ellos en futuras carreras. El modelaje de los mismos es bastante normal. Se trata de reproducciones más o menos fieles a los modelos que tratan de plasmar ya que al tratarse de una carrera ilegal ninguna marca o escudería se presta a salir aquí. No obstante en muchos de ellos se pueden apreciar animaciones de los conductores, como los cambios de marcha, los volantazos, los gestos que les dedican a otros participantes al adelantarlos, etc.

Por la parte de los efectos extra que veremos en los coches serán como se deforman, como tras sufrir un accidente se aboyan, estallan sus lunas, o incluso se prende fuego en su motor. Los otros efectos, como las ráfagas de luces que nos dan los coches que vienen de frente cuando nos cruzamos por su carril, los flashes de los radares, los frenazos y derrapajes que dejamos en la carretera, las nubes de polvo que levantamos por ciertos atajos, los cielos llenos de nubes que van de un lado a otro (aunque sólo podremos prestarles atención antes de salir), están muy por encima de la física de los accidentes. etapas nocturnas, al amanecer, al mediodía, tienen todas distinta luz, lo cual también se verá reflejado en nuestra forma de conducir al tener menor ángulo de visión de los que nos viene de frente.

Cuando colisionamos con otro vehículo o con alguna parte del decorado, la increíble reacción de nuestro coche es directamente proporcional a la velocidad que llevemos. es decir, cuanta más velocidad llevemos más irreal será el accidente. Nada que ver con otros juegos del sector. Destacar positivamente el efecto "blur" aplicado a las veces que activamos las aceleraciones extra de las que disponemos en la carrera. Verdaderamente muy logradas.

Aún con este detalle, el juego mantiene su fluidez incluso en el modo multijugador, en el cual se divide la pantalla en dos para que sendos jugadores se decidan a medir sus fuerzas, su habilidad y sus nervios de acero. Y todo ello sin disponer de un selector 50/60 Hz.

Las presentaciones de cada uno de las fases se realiza mediante un vídeo que nos recuerda los hechos acaecidos en la pasada edición (2001) de la Gumball 3000, la cual salió de Londres para recorrer Europa y volver de nuevo a Londres, en sólo 5 días, y que tuvo un fugaz paso por el Norte de España. Y como detalle hay que decir que en los trazados que transcurren por nuestro país se ven molinos de viento y los famosos toros de Osborne.

El juego viene doblado, con lo que nos encontramos con unas instrucciones durante el juego que todos entenderán claramente. Por otra parte aunque no hay mucho que explicar, no nos cansamos de decir que para doblar a nuestro idioma tan poca cosa se puede hacer ese esfuerzo que es tan apreciado por los jugones nacionales.

Los efectos de los coches están muy cuidados, y cada uno hace sonar su motor de forma distinta. De la misma manera que nunca será lo mismo pasar cerca (o chocar) con un coche particular (el cual hará sonar su claxon) o con un camión que transporta ganado (ya sean cerdos, vacas u ovejas) y a cuyos distinguibles viajeros escucharemos quejarse por la brusquedad de la parada.

Otra cosa aparte es la Policía. Primeramente harán sonar la sirena, para posteriormente pasar a recomendarnos que aminoremos la marcha y que nos detengamos en el arcén. La respuesta siempre será la misma... pisaremos el acelerador.

Lo principal es pasar por todos los puntos de control antes de que se acabe el tiempo. Como en cada fase competiremos sólo contra otros dos coches, el siguiente objetivo es llegar el primero de esos tres para ir escalando posiciones en la general. El siguiente objetivo es ir acumulando puntos a base de completar los retos paralelos que tiene cada fase.

Pasar estos retos nos dará una serie de puntos con los que accederemos a las otras  modalidades de juego. Los puntos se representan por cartas o tarjetas en las que se reflejan las fotografías de unas señoritas que bien podían ser inquilinas de la mansión Playboy.

Las tarjetas que podemos ganar en cada fase tiene que ver con diferentes objetivos, como por ejemplo completar la fase, conseguir la velocidad más alta de dicha fase, pasar por los arcos que nos dan la aceleración extra, o completar el nivel sin ser detenidos por la Policía. los radares están señalizados, así que no será difícil pasar esos retos: sólo hay que procurar ir a gran velocidad cuando veamos la señal correspondiente. Así cuatro veces por fase.

Para desbloquear los coches tenemos que ir pasando las pruebas de habilidad que se nos plantean entre fase y fase. Son pruebas básicas de control del vehículo para hacerlo circular a la mayor velocidad recogiendo objetos sin tocar los conos que delimitan el circuito.

El control de los coches es completamente arcade. Un ejemplo de facilidad de uso, así como de velocidad de respuesta. Lo controlaremos desde la primera carrera y ya no podremos despegarnos de él en ningún momento. Ya que si no pasamos una fase podemos continuar sin más donde lo hemos dejado. Las pruebas de habilidad sólo disponen de tres intentos para pasarlas.

Hay que tener en cuenta que varias fases discurren por Gran Bretaña, y que allí (y en el juego también) en esas carreteras se circula por la izquierda. Además en todas las carreteras hay que estar muy atentos a localizar y usar los múltiples atajos que tienen, ya que nos servirán para arañar preciados segundos que nos ayuden a completar los niveles cuando estemos apurados. Estos atajos o desvíos suelen estar marcados por barriles aunque a veces se nos avisa con las mismas flechas que nos cantan las curvas.

A medida que avanzamos en el juego la dificultad del mismo aumenta, pero su progresión está muy bien calculada y tiene una curva de crecimiento muy bien ajustada que nos hace sentirnos bien porque sabemos que en la próxima tentativa conseguiremos llegar a la meta. Esta dificultad se ve reflejada sobre todo en el carácter de las carreteras por las que circulamos, que se van poblando de tráfico, se van estrechando, se vuelven sinuosas, etc.

Pero la sensación de que la próxima vez pasaremos esa fase en la que no hemos podido llegar al final es la sensación que te corre el cuerpo cuando aparece el cartel de Game Over, y acto seguido pulsaremos el botón de continuar. Nada como esa sensación para saber que estamos enganchados al juego. Nada como esa sensación para saber que nuestro dinero ha valido la pena, y que disfrutaremos largo y tendido de éste juego.

Por que a medida que avanzamos en la consecución de cartas también iremos desbloqueando el resto de los modos de juego. Entre ellos se encuentra una modalidad que nos permite pasarnos al bando de la policía, y en el cual tendremos que detener a los coches participantes a base de golpes, hasta que no puedan seguir circulando. O probar el modo para dos jugadores, con el cual podremos competir entre nosotros dos o bien jugar al gato y al ratón en la modalidad en la que uno es participante de la carrera y el otro es un policía.

SCI ha desarrollado un juego que no nos extrañaría ver en un futuro en las salas recreativas, pues el título se presta a ello. Veloz, adictivo, manejable desde el principio, un poco gamberro pero sobre todo divertido.

Ya sabes, pisa el acelerador y ... cuidado con la Policía!.