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Odisea, La Búsqueda de Ulises

Odisea, La Búsqueda de Ulises - Los Lestrigones y Circe

Odisea es una nueva aventura educative de Cryo, que nos traslada a la Grecia Clásica, para vivir las aventuras del héroe de La Odisea de Homero, Ulises.

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LOS LESTRIGONES Y CIRCE

Salimos del puerto y hablamos con los cuatro mercaderes. Vamos a la ciudad en busca de Boros que es el mercader que no se ve de los cuatro y que está más a la izquierda, dentro de su tienda. Nos colocamos delante de su puerta, donde vemos una alfombra extendida en el suelo llena de los productos que vende, y saldrá para hablarnos. Si intentamos hablar con cualquiera de los otros tres mercaderes moriremos.

Aceptamos su oferta, le seguimos y subimos al campo de trabajo como un esclavo más de los lestrigones. Vamos a la derecha hasta ver un puente y dos lestrigones que montan guardia. Ahora nuestro objetivo es pasar al otro lado pero para ello debemos sortear estos dos lestrigones y no es ninguna tarea fácil. Para poderlos pasar la mejor es esperar oír sus pasos hasta que se alejen y luego intentar sortearlos cuando vienen hacia nosotros pero esperándolos en la parte más alejada de la pantalla y luego corriendo hasta un estrecho camino que hay en la parte más cercana de la pantalla.

Pasado el puente de piedra veremos que otro lestrigón guarda la entrada de una cueva. Debemos ir hacia la derecha, quedando en el centro de un puente, y no nos molestará. Esperamos que abandone su puesto cuando los demás le llaman y entramos corriendo en la cueva, que no es tal sino el Palacio de esta raza. Seguimos el corredor y encontramos un nuevo lestrigón dormido en el suelo. Aquí, con éste, hay que tener mucho cuidado con no despertarle. No podemos hacer ruido, ni siquiera rozarle. Vamos a la izquierda, donde está el lestrigón armero y pasamos por el otro lado de la columna central, para que no nos vea. Arrimados a la pared de las tablas de madera, ya que por el centro o por el otro lado hay armas en el suelo y al pisarlas daríamos la alerta, llegamos hasta la última tabla que cogemos.

Esperamos que el armero se vaya, damos la vuelta a la columna central y regresamos al dormilón. Subimos por la senda ascendente de su derecha y vamos todo adelante hasta llegar a un precipicio y viendo a otro lestrigón de guardia al otro lado del camino cortado. Rápidamente ponemos la tabla sobre el vacío y nos escondemos en la cueva que hay a nuestra espalda y de donde caen unas gotas de agua. Cuando el guardia se va atravesamos el tablón (mucho cuidado que no está nada centrado). Bajamos por la rampa de la izquierda para meternos por el paso que tapaba el lestrigón durmiente y llegamos a la prisión. Primero hablamos con el prisionero más alejado y luego con el otro. Accedemos a liberarle y gracias a este gesto de generosidad somos capturados.

El jefe de los lestrigones nos habla junto a Boros que nos ha traicionado y que en realidad no es otro que Merops disfrazado gracias a un hechizo. Acabamos en la cocina donde hablamos con Hippomyon, otro prisionero, pero que tiene ciertas ventajas al hacerles de cocinero y a nosotros nos han encargado ayudarle.

Para escapar entramos por la puerta de arriba a la izquierda y movemos el jamón colgado al fondo para dejarlo delante de la nueva puerta de la izquierda. Entramos por ella para que solo nos vea el lestrigón y volvemos a salir rápidamente. El lestrigón intentará capturarnos y al entrar en la nueva habitación se dará tal golpe con el jamón colgado que quedará inconsciente. De esta misma habitación cogemos, al fondo, una especie de cesta en forma de paracaídas al revés y lo vamos arrastrando hasta la habitación de la izquierda. Nos acercamos muy lentamente al agujero de la pared para no caer al vacío y usamos la cesta en el agujero. Así salimos deslizándonos como si fuéramos en trineo y logramos escapar.

Ahora solo nos queda regresar a nuestro barco para partir hacia una nueva isla, la de Circe.

Vamos a la derecha y luego hasta la casa que vemos, que es la de Circe. Entramos por las pocilgas (todo está lleno de cerdos) y subimos las escaleras para llegar frente a Circe y hablarle. Aceptamos tomar la poción para hablar con nuestra esposa Alimir, muerta hace tiempo, pero en lugar de esto nos convertimos en un cerdo. Bajamos las escaleras hasta la pocilga e inmediatamente volvemos a subirlas para escuchar una conversación entre Merops y Circe. Cuando Merops se va vamos a hablar con Circe que ha quedado herida y que nos pide ayuda.

Bajamos a la pocilga y salimos fuera de la casa. Vamos al otro lado (izquierda) y subimos por la entrada del tejado. Subimos unas escaleras y aparecemos en otro tejado. Vamos a la izquierda y entramos por la segunda ventana, que está abierta, para aparecer en el laboratorio de Circe. Rompemos la primera cuerda que encontramos atada a la barandilla de las cuatro que hay y de las que cuelgan sacos y nos fijamos "exactamente" donde va a caer y cuya pista nos la da la estantería que rompemos. Cogemos el cojín verde y bajamos por la escalera que hay aquí mismo un solo piso, que es donde está Circe. Al pasar la puerta verde de la escalera, si miramos a nuestra derecha, veremos que aquí está el trozo de estantería roto, con lo que debemos colocar la ropa verde aquí mismo en el suelo.

Como la puerta al laboratorio solo se abre en un solo sentido debemos volver a salir para alcanzar el tejado, pero esta vez va a ser muy peligroso porque Merops está muy cerca.

Una vez fuera la única manera de que no nos pille es llegar al tejado andando por la parte más pegada a la pared de la casa. Una vez en el laboratorio rompemos la siguiente cuerda y el pote que cuelga de ella deberá caer sobre el cojín y no romperse. Bajamos rápido, ya que si somos lentos Circe se nos morirá, por la escalera de aquí mismo, cogemos el pote en el piso inferior y se lo llevamos a Circe, con lo que se cura, nos vuelve a transformar en humanos y nos pide perdón por todo. Le hablamos de Ulises y nos aconseja que vayamos al Infierno y como hacer para encontrarlo. Al final nos regala un tridente y regresamos a nuestro barco.