Un broche de oro a los Juegos: los Premios Admiral coronan a Hugo González y Bea Ortiz

Todo recordó a París. Desde la música para iniciar la gala, con la increíble voz de Céline Dion, que volvió a sonar en la ceremonia de apertura de los Juegos, en lo más alto de la Torre Eiffel, a las notas que acompañaron a cada uno de los premiados, con la misma sintonía que en los podios olímpicos. “Va a ser una gala muy olímpica, muy París 2024. Una gala muy especial porque los Juegos son cada cuatro años, esta vez tres. Cuando se dice estamos en año olímpico... es la mística. Los Juegos Olímpicos son otra cosa y por eso esta gala es tan especial. Este es el final de un largo camino. Un broche de oro”, expuso el periodista Alberto ‘Pipe’ González para abrir la quinta edición de los Premios Admiral, que se celebraron este martes en el Palacio de Santoña, en Madrid. Un edificio impresionante para acoger a deportistas extraordinarios.

En total, había 18 nominados para seis categorías de premios, cada uno con una recompensa económica de 3.000 €. Todos estuvieron en París. 11 de ellos, volvieron con una medalla colgando del cuello; el resto, con al menos un diploma. La crème de la crème. “El nivel de los premios es increíble”, resaltó en varias ocasiones ‘Pipe’, que pasó a nombrar a los ganadores. En categoría masculina, y con Fran Garrigós y Marcus Cooper como ‘rivales’, el premiado fue el nadador Hugo González, doble medallista mundial (con un oro) y doble diploma olímpico. “Las dos medallas fueron bastante inesperadas. Como el Mundial, que fue en febrero y no en verano. Previamente, mi mejor posición había sido sexto o séptimo, pero el espíritu de todo deportista es mejorar. Lo recuerdo como una motivación para los Juegos”, rememoró el mallorquín.

Sin salir del agua, e imponiéndose en la votación a Alisa Ozoghina y Antía Jácome (en total, los premios, de carácter popular, contaron con 150.000 votos), el premio a la mejor deportista del año fue para la waterpolista Bea Ortiz, oro olímpico y, además, nombrada mejor jugadora del mundo. “He vuelto a ver la final. Una semana después, de hecho. Volver a esa piscina son todo recuerdos positivos y alguna vez se me cae la lágrima. Hicimos un campeonato de 10. Nuestra mentalidad fue diferente a la de otros campeonatos. Jugar sin presión contra Estados Unidos nos ayudó mucho y todo fue hacia arriba”, explicó la de Rubí, que no se mojó sobre su presencia en los Juegos de Los Ángeles 2028. “Voy a ir año a año. Ojalá esté preparada para ir a otros Juegos, pero queda mucho”, se limitó a avanzar.

Antes, ya habían subido al escenario los mejores del año en categoría sub-25, el piragüista Diego Domínguez (bronce olímpico) y la nadadora sincronizada Iris Tió (bronce y diploma olímpico). “El C2 500 tiene un nivel brutal. Tres o cuatro barcos tienen nivel para estar en la final olímpica y luchar por las medallas. Ser nosotros (con Joan Antoni Moreno como compañero de barco) es un orgullo", celebró el primero. “Todas las medallas tienen un valor muy grande, pero la olímpica tiene algo especial”, se sumó la segunda, ahora a las órdenes de Andrea Fuentes, nueva seleccionadora. “Es creativa, exigente y positiva. Nos motiva mucho. Se verá un cambio y espero que sea positivo”, expuso al respecto. En categoría paralímpica, triunfaron el triatleta Dani Molina, que completó su colección particular de medallas con el oro olímpico, y Sarai Gascón, bronce en París. El broche final de la fiesta olímpica.

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