Natación | Mundial de Piscina Corta
Si alguien tenía que destronar a Mireia, ésa era McIntosh
La canadiense rebaja el “icónico” récord mundial de 200 mariposa y se convierte en la segunda nadadora que baja de dos minutos. Coll, otro récord de España y cuarto a la final del 100 estilos.
Había avisado por la mañana, en las series. Y cumplió con su amenaza. Summer McIntosh ya es la nadadora más rápida de la historia en 200 metros mariposa, en piscina corta, arrebatándole el récord del mundo a Mireia Belmonte. Una década le ha durado el reinado a la badalonesa, desde aquel prodigioso Mundial de Doha 2014 en el que se colgó hasta cuatro oros.
Pero es que la canadiense, que tiene 18 años aunque no lo parezca por sus tres oros olímpicos en París 2024 y porque en el Duna Aréna ya se había proclamado el martes campeona mundial en 400 libre (también con plusmarca universal), está ya por méritos propios entre las grandes de la historia. Si hasta ahora Mireia era la única mujer capaz de bajar de los dos minutos, con un 1:59.61, McIntosh quebró ese registro que ella misma calificó de “icónico” para situar el top en 1:59.32. Sacándole casi dos segundos a la subcampeona, Regan Smith (2:01.00).
Y lo hizo con un dominio absoluto del nado, de la situación. Con temple. Sin inmutarse cuando Alex Shackell pasó primera por el viraje inicial. Y a partir de ahí, sacando más y más distancia a sus rivales, superándose a sí misma, al resto del mundo y finalmente a Mireia. Aguantando en esa segunda mitad de la carrera donde la española se había hecho invencible. Hasta este 12 de diciembre de 2024. Le queda a la catalana el récord del 400 estilos.
Hubo doblete canadiense en el 200 mariposa, puesto que en la final masculina se impuso Ilya Kharun, que tuvo que emplearse más que a fondo para acabar con 1:48.24, récord del campeonato (igualado al de Daiya Seto en 2018) y de América, ya que por detrás le pisaba los talones el italiano Alberto Razzetti, que hizo plata con récord de Europa: 1:48.64.
Walsh, oro y otro récord del mundo
Acarició Gretchen Walsh de nuevo el récord del mundo de los 100 metros libre, tal como le había sucedido en las semifinales. Y por ello probablemente su cara tras conquistar su tercer oro en el Mundial de Budapest no era de felicidad. Seis centésimas le faltaron para igualar la plusmarca obrada por Cate Campbell en 2017, en una final por lo demás perfecta.
Porque Walsh, que sí se había hecho el martes con el récord mundial del 50 mariposa, volvió a rebajar el del campeonato y el de Estados Unidos, ahora 50.31. Y porque sus perseguidoras también nadaron a ritmo de vértigo. El récord de Francia estableció Beryl Gastaldello en 50.63 y el bronce se lo llevó Kate Douglass con su mejor marca personal, 50.73.
Y tanto Douglass como Walsh volvieron al agua al cabo de una hora y 20 minutos, como si llevaran días descansando. Porque Douglass dominó su semifinal del 100 estilos, en 56.88. Pero Walsh, que ya en las series matinales había arrebatado a Katinka Hosszu el récord del campeonato, se encargó de rebajar su propio récord del mundo, el 55.98 que consiguió en la Copa del Mundo, para situarlo en un escandaloso 55.71.
Coll, otro récord de España y cuarto a la final
Llegó tras esa impresionante exhibición el turno del único español que competía este jueves por la tarde, Carles Coll, quien tuvo que ver cómo en la primera de las semifinales Noe Ponti se hacía con el récord del campeonato, hasta ahora en posesión de Kliment Kolesnikov: 50.43.
Había marcado el catalán por la mañana el décimo mejor tiempo, con récord de España incluido (51.70). Y no contento con ello, volvió a rebajarlo en su semifinal, en la que marchó primero durante los tramos de mariposa, espalda y braza, para terminar ajustando la nueva plusmarca nacional en 51.50. Entra con una maravillosa cuarta posición a la final, que se disputará este viernes a las 18:59 horas. La friolera de seis récords de España ha batido ya en este Mundial de piscina corta, 11 en lo que va de otoño.
El caimanés Crooks se arruga
Se depositaban las miradas en la final del 100 libre masculino sobre el caimanés Jordan Crooks, quien había dominado tanto en series como en semifinales, llegando a merodear el récord del mundo de Kyle Chalmers y llevándose el del campeonato y de América (44.95).
Pero a la hora de la verdad fue cuando hizo su peor tiempo, y se tuvo que conformar con el bronce. De nada le valió el esprint final, pues pagó su tibio inicio, quinto hasta el último viraje. La plata se la birló el brasileño Guilherme Santos por una centésima. Y como campeón mundial se coronó el estadounidense Jack Alexy, con 45.38, casi medio segundo más de lo que había hecho Crooks en preliminares.
Curtis y Lifintsev: juventud al poder
A pocos minutos para zambullirse en la final del 200 mariposa, marcó Regan Smith el segundo mejor tiempo en las semifinales del 50 espalda (25.66), tan solo superada por su compatriota Katharine Berkoff (25.51). Otra de las destacadas fue la italiana de 18 años Sara Curtis, que fijó el nuevo récord del mundo júnior en 26.03.
Y otro nadador que acaba de cumplir la mayoría de edad, el ruso con estatus neutral Miron Lifintsev, se encargó con un último estirón espectacular de establecer el mejor tiempo en las semifinales del 50 espalda masculino, 22.70, que es a su vez la mejor marca personal de quien está maravillando en Budapest, campeón ya de 100 espalda y el 4x50 estilos mixto. Le siguieron su compatriota Pavel Samusenko (22.72) y Kacper Stokowski, récord de Polonia con 22.73.
Doblete chino en 100 braza
La que se quedó a tan solo dos centésimas del récord del mundo, otra vez, fue la china Qianting Tang, 1:02.38 en la final del 100 braza, que sí le valieron lógicamente para colgarse el oro mundial, para ponerse la doble corona (también conquistó esta prueba en la reciente Copa del Mundo) y, en consecuencia, para llevarse 10.000 dólares.
Y otro chino, Haiyang Qin, se valió de un último largo descomunal para usurparle el título de campeón del mundo del 100 braza masculino en el suspiro final y por dos centésimas al ruso Kiril Prigoda, que había comenzado a ritmo de récord mundial, y al bielorruso Ilya Shymanovich. Tan increíble fue ese esprint que marcó el récord del campeonato y de Asia: 55.47.
Salvaje record mundial en el 4x200 femenino
En la última final individual del día, el 400 libre, Elijah Winnington hizo valer la superioridad que había mostrado en las series para imponerse con 3:35.89 sobre Carson Foster y sobre Kieran Smith, que venía de ser el campeón en Melbourne 2022.
Y concluyó la jornada con el 4x200 libre femenino, y de qué manera. Con un récord del mundo conseguido por los Estados Unidos en base a la salvaje posta final de Claire Weinstein, para acabar junto a Alex Walsh, Paige Madden y Katie Grimes en 7:30.13. La sorpresa la dio el equipo de Hungría, el anfitrión, que anduvo liderando hasta la tercera posta y que se acabó llevando la plata. El bronce fue para las hasta ahora poseedoras de la plusmarca mundial, Australia.
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