Marta Fernández, otra vez: récord mundial en 50 mariposa S3
La española, que también tiene el mejor registro en S4, deja la plusmarca en 46.57 durante el Campeonato de España por selecciones autonómicas, en Madrid.
En los Europeos de 2021, logró siete medallas. En los Juegos de Tokio, un oro, una plata y un bronce. Y el año pasado se proclamó bicampeona del mundo en Madeira. Marta Fernández, de 28 años, es inseparable del éxito. De pequeña, le tenía miedo al agua; ahora, nada como nadie. Este domingo, en el Campeonato de España por selecciones autonómicas, celebrado en la piscina M86 de Madrid, la burgalesa, con una plusmarca de 46.57 segundos, ha batido el récord mundial de 50 mariposa en S3. Ya tenía el mejor registro en S4 (40.22), pero esta temporada ha cambiado de categoría debido a los problemas físicos causados por la tetraparesia espástica con la que nació.
Hace unas semanas, tal y como informa la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido (FEDPC), Marta pasó una revisión médica en Lignano Sabbiadoro (Italia) que propició la modificación de la clase en la que compite. La enfermedad que padece, un tipo de parálisis cerebral, es degenerativa y provoca una disminución de la movilidad en las cuatro extremidades. Pese a ello, no se rinde. Pese a ello, sigue nadando mejor que nadie en la categoría en la que le toque competir. En esta ocasión, mejor que la mexicana Patricia Valle, que en 2013 dejó la marca mundial en 56 segundos.
Un gran comienzo en un camino sin fin
“Estoy muy contenta con los resultados del campeonato, era el primero tras el cambio de categoría y ha sido un gran comienzo con el récord del mundo en 50 mariposa. Ahora, toca seguir entrenando y trabajando para el Mundial”, celebraba Fernández tras batir el registro y, además, los récords de España de 50 libre S3 (46.40) y de 100 libre (1:36.30), ambos en manos de Arantxa González desde 1997 (1:01.67 y 2:08.81, respectivamente). Este verano, del 31 de julio al 6 de agosto, volará a Mánchester para conquistar el globo por enésima vez, para seguir alargando los éxitos cosechados en Portugal. Se inició en la natación por decisión de sus padres, que encontraron en el agua la mejor aliada para su rehabilitación. Hasta los 17 años, sin embargo, no empezó a competir. Una década después, su palmarés brilla como pocos. Y lo que queda.