Escándalo en EE UU: demanda por la muerte de un jugador de 18 años que fue obligado a hacer 100 burpees
Los padres de Calvin Dickey denuncian las circunstancias en las que murió su hijo, que colapsó tras su primer entrenamiento con la Universidad de Bucknell.

La muerte, muy dramática, se produjo en verano, pero vuelve a ser de actualidad por una denuncia que ha desatado la polémica en Estados Unidos. En los últimos días, los padres de Calvin Dickey, jugador de fútbol americano que perdió la vida tras su primer entrenamiento con la Universidad de Bucknell, han presentado una demanda por las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento de su hijo. “Este paso se centra en la verdad, la responsabilidad y la protección de otros atletas. La historia de Calvin es noticia nacional. A pesar del dolor, su familia seguirá luchando por un cambio real en su nombre”, expone la familia en un comunicado.
Dickey murió el 12 de julio del año pasado. El jugador, de sólo 18 años, colapsó en medio de la sesión de su equipo, en la que fue obligado a realizar 100 burpees, tal y como se filtró en las primeras informaciones del fallecimiento. Dos días después del sobreesfuerzo, perdió la vida en el hospital. “La familia de fútbol americano de Bucknell lamenta el trágico fallecimiento del estudiante de primer año Calvin Dickey. En estos momentos difíciles, acompañamos en nuestros pensamientos y oraciones a su familia, amigos y compañeros de equipo”, compartió su universidad para comunicar la tragedia.
The Bucknell football family mourns the tragic passing of incoming freshman Calvin Dickey. During this difficult time, our thoughts and prayers are with Calvin's family, friends, and teammates. pic.twitter.com/AgnTw3jdNT
— Bucknell Football (@Bucknell_FB) July 13, 2024
Según los padres, fue una muerte “100% evitable”. Tal y como informa ahora la familia, Dickey sufría rasgo falciforme, “una afección hereditaria de la sangre por la que la persona que la sufre tiene un gen de la hemoglobina normal y otro de la hemoglobina falciforme (la hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y transporta el oxígeno a todo el cuerpo)”, según define el Departamento de Salud de Texas. “Los portadores de este rasgo no desarrollan la enfermedad de células falciformes. Sin embargo, podrían tener problemas graves si realizan actividades físicas muy extremas”, añade el mencionado organismo. La Universidad de Bucknell, sin embargo, siempre según los demandantes, no tuvieron en cuenta el historial médico del jugador a la hora de controlar su entrenamiento.
“No tenía anemia falciforme, sino rasgo falciforme, una afección benigna y manejable si se siguen los protocolos de la NCAA. No se siguieron. Sufrió rabdomiólisis tras ser obligado a hacer más de 100 burpees...”, se puede leer en uno de los comunicados compartidos por los padres de Dickey, cuyas redes sociales siguen activas para informar sobre los movimientos de la familia y denunciar lo ocurrido.
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