NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BOXEO

De tal palo tal astilla

Rafael Lozano Jr., hijo del medallista olímpico y seleccionador nacional, se lleva el bronce y se convierte en el primer boxeador en ganar una medalla en unos Campeonatos Mundiales Jóvenes.

BarcelonaActualizado a
Rafa Lozano Jr. y su padre Rafa Lozano con la medalla de bronce.
CHEMA DIAZDIARIO AS

Rafa Lozano Jr. (18 años) ha hecho historia. El cordobés ha sido el primer boxeador español en ganar una medalla en unos Campeonatos Mundiales de categoría Joven. Se colgó el bronce en la competición que se disputó en La Nucía, Alicante, el 23 de noviembre en la categoría de los – 48 kg. Aseguró la medalla al vencer en cuartos de final al tailandés Thitiwat Phlongaurai, pero cayó en la siguiente ronda ante el filipino Ronel Suyom por decisión unánime.

“Yo me he visto muy bien, con muy buena preparación. Muy bien mentalmente y físicamente”, recuerda ahora el cordobés. La preparación para los Campeonatos Mundiales fue dura. Hizo dos concentraciones en Cuba, varios torneos internacionales y quedó campeón en el Campeonato de España. “Hemos ido a muchos sitios, y eso es lo que te da la preparación tan buena con la que llegamos. También la confianza de boxear con todo tipo de gente y saber que les puedes ganar”, comenta.

El púgil cordobés es hijo de Rafael Lozano (52 años), doble medallista olímpico bronce en Atlanta 1996 y plata en Sídney 2000) y seleccionador nacional. “Su rendimiento ha sido perfecto, la confianza que ha tenido a la hora de atender los combates que se le han presentado, cada uno con un estilo diferente”, explica su padre y técnico. La preparación en diferentes lugares del mundo ha ayudado a que el joven boxeador pudiese derrotar a rivales de distintos estilos. “Ha sabido adaptarse a cualquier estilo de cualquier boxeador de cualquier parte del mundo”, concluye.

Rafa Lozano Jr. ya ha dejado una pequeña huella. “Muy contento por hacer historia, pero hay que seguir. Al final, la historia está muy bien, pero hay que seguir entrenando y sin creértelo”, explica el boxeador cordobés. Tiene puesta la mirada en el futuro y en seguir superándose a sí mismo. También ha sido el primer boxeador de categoría joven en proclamarse campeón de Europa. “Para nosotros es una satisfacción poder contribuir a la historia de España en nuestro deporte. Yo en su momento lo hice como deportista y ahora, para mí es un orgullo poder guiarlo a él para que pueda conseguir sus objetivos”, responde Balita (su alias de como boxeador).

Padre e hijo, además de compartir nombre, comparten una pasión: el boxeo. Y lo viven juntos día tras día. “Me transmite mucha confianza que mi padre sea mi entrenador, tanto en los entrenos como en competición, que él me guíe. Me gusta mucho que él me entrene y siempre esté a mi lado”, asegura el joven. Fue practicando boxeo cada vez más seguido al ir creciendo, hasta que fue al Campeonato de España y quedó campeón. Eso hizo que quisiese más y se motivase para llegar donde está a día de hoy. “Es difícil como padre, porque ves que tu hijo está compitiendo, y esto no es que no meta un gol o que le hagan una falta. Esto es que le estén dando golpes a tu hijo y es como si te los estuviesen dando a ti”, explica el seleccionador. Pero compensa al ver como mejora día tras día y se supera en el deporte que quiere. “Es un sufrimiento, pero a la misma vez es satisfactorio porque estás viendo como tu hijo se desarrolla y consigue sus logros. Eso también es de estar contento y orgulloso”.

Ahora toca seguir entrenando. El objetivo para Rafa y los demás púgiles de las categorías que suben de joven a élite es que participen en los torneos puntuables para el ranking y que accedan a los Campeonatos del Mundo, que tendrán lugar el próximo año. “El objetivo es que nosotros podamos ver si él tiene el nivel para poder ir a los clasificatorios y poder acceder a una plaza para los Juegos Olímpicos”, revela Rafael Lozano. El púgil cordobés tiene un futuro prometedor por delante y cuenta con seguir haciendo historia con su padre.