Audrey Pascual, una todoterreno hacia el oro imposible

“¡España, subcampeona del mundo! Increíble, pero cierto. Tenemos un equipazo, el año que viene volvemos a por el oro”. El 17 de diciembre de 2021, Audrey Pascual, muy activa en redes sociales, donde reivindica habitualmente las capacidades de los deportistas paralímpicos (”a veces pensamos que no podemos hacer nada, pero no es verdad, está todo en la cabeza, sólo se trata de encontrar la manera”), compartía su emoción por lograr la plata en el ISA World Para Surfing Championship, el Mundial de surf adaptado. Lanzaba la promesa de luchar por un oro que, hace apenas unos días, se volvió imposible. “No me lo esperaba. Sólo iban a ir aquellos que, por temas de patrocinios o similares, lo necesitaran. La verdad es que ya había hecho planes”, revela la madrileña, de 18 años, a AS.

La falta de fondos para sufragar el viaje a Estados Unidos (Pismo Beach, California), donde tiene lugar el campeonato (del 4 al 11 de diciembre), obligó a la Federación Española de Surfing (FES) a cancelar los planes previstos. Las expectativas eran muy altas, pero la cartera no llegaba. “¡Fue flipante!”, exclama Audrey al recordar el momento en el que recibió la mejor noticia posible. Iberdrola, ligada al surf desde hace años (le da nombre al circuito nacional femenino), decidía apostar por la Selección, pasando a ser la patrocinadora principal del desplazamiento. “Me encanta que empresas así valoren el deporte adaptado”, celebra la madrileña. “Todos tenemos en la cabeza el oro, que ya estuvimos a punto de conseguirlo. Este año he podido ver a todos los del equipo, que han estado entrenando un montón, y pinta bien”, avisa. De la nada a quererlo todo.

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Audrey aterrizó a California desde Austria, donde la última semana estuvo disputando pruebas de esquí (oro en Copa de Europa y dos platas en FIS, de slalom). Se le dan bien todo los deportes. “Bueno...”, afirma entre risas. Nació con agenesia bilateral de tibias, por la que necesita prótesis en ambas piernas, pero, con un año, ya iba a clases de natación. “Mi familia es muy deportista”, explica. En una comida familiar, justamente, con 10 años, decidió que se quería iniciar en el mundo de la nieve. “Mi tío me dijo que, debido a que no tengo piernas, no podía esquiar. Desde ese momento, se me metió entre ceja y ceja”, recuerda. Tanto, que ya ha sido campeona de Europa y apunta a los Juegos de 2026 (Milán-Cortina). “Es el objetivo”, afirma sin titubeos.

Unas vacaciones mundiales

Del hielo al agua, a la que llegó por casualidad y muy recientemente, en 2019. Se fue de vacaciones a Somo (Cantabria) con su grupo de amigas y se topó con Pedro Gutiérrez, especializado en surf adaptado. Un año después de dar las primeras clases con él, ya estaba en los Campeonatos del Mundo, donde acumula cuatro medallas, dos individuales y otras tantas por equipos. “Al venir de otro deporte, el físico me ayudaba bastante y se dio cuenta de que era bastante independiente en el agua”, rememora sobre sus primeras sesiones con Pedro.

Se quedó en el surf sin abandonar el esquí. “No me puedo decantar por ninguno. Además, en mi caso, los movimientos que tengo que hacer son muy parecidos”, analiza. Compatibiliza ambos mundos con la carrera de Administración y Dirección de Empresas (ADE), de la que se ha matriculado este curso. “De momento, no he tenido exámenes ni nada, pero sí que me está costando mantener el ritmo”, admite. “Las compañeras me pasan apuntes y los profesores también me facilitan las cosas”, añade. Eligió la Universidad de Granada para estar lo más cerca posible del CAR de Sierra Nevada. “Así, cuando estoy en España, puedo subir a esquiar todos los días”, justifica con gracia. “Mi vida gira en torno al deporte. Cuando vuelvo a Madrid, que no estoy ni en la nieve ni surfeando, voy al gimnasio para mantener el físico. También hay semanas que voy a natación”, desgrana. Un todoterreno hacia un oro que, hace dos semanas, parecía imposible.